Fue el coche más popular en los años 60 y marcó la existencia de toda una generación. El Seiscientos, el ‘ombligo’ o el ‘pelotilla’, como se le conoció popularmente, fue el coche que motorizó el país y el primero en llevar de vacaciones a un montón de familias de todas partes. Se dejó de fabricar en 1973, pero eso no quiere decir que haya desaparecido: un montón de conductores continúan poniéndose al volante de un 600 y, además, se reúnen alrededor del Club 600 Catalunya, que tiene su sede social en la Bodega Pàdua, un establecimiento con una decoración que también rinde homenaje al vehículo.
Desde hace unos años, dentro de los actos de celebración de la fiesta mayor del barrio del Farró, la Bodega Pàdua organiza en la calle un encuentro festivo que permite que todo el mundo se acerque a descubrir más sobre estos coches y verlos de cerca. Y, además, pone un surtidor en la calle e invita a Moritz (la primera cerveza de la ciudad y la primera en ir en 600) y a una cata de patatas bravas a quien se acerque entre las 12 y las 14 horas de la mañana. Os explicamos (¡y os enseñamos!) todo lo que encontraréis en la Bodega Pàdua y cómo será esta Fiesta del 600.
Desde 1979, a medida que la antigua bodega del Farró se iba convirtiendo en restaurante, de la mano de la familia Ratón, el local fue cambiando botas y garrafas por una decoración con carisma. Con los años, cuando el antiguo almacén se convirtió en salón, se llenó de fotos en blanco y negro del barrio del Farró y del resto de Barcelona. Y la bodega entera también comenzó a llenarse de piezas de Seat 600, como el morro que se puede ver sobre la cafetera.
Un motor de un Seat 600 convertido en surtidor de cerveza Moritz recibe al comensal en la barra de la Bodega Pàdua. Es uno de los infinitos detalles sobre este coche que se pueden encontrar en el local. Además del morro sobre la cafetera, también hay la parte posterior del coche, donde se encuentra precisamente el motor, así como un carburador, pistones, el perfil… Incluso, en la persiana, hay un grafitti que indica que la bodega es sede social del Club 600 Catalunya. Y, el dia de la Fiesta del 600, encontraréis un volante nuevo entre la decoración del local. ¡Buscadlo!
En pleno siglo XXI, quien popularizó el Seat 600 en nuestra ciudad y en todo el país fue Moritz, que convirtió este modelo de coche en su icono. El 600 amarillo y la primera cerveza de Barcelona son todo en uno. Y formaron equipo con el Club 600 Catalunya y la Bodega Pàdua, que justamente es el socio 600… Juntos idearon la Fiesta del 600, que ahora celebra una nueva edición. Y el surtidor de cerveza se plantará en la calle para celebrarlo.
La Fiesta del 600 empieza a las 9 de la mañana, cuando lleguen los 20 coches invitados de este año. Encontraremos modelos de lo más pintorescos, algunos tuneados y con pinturas modernas, como por ejemplo de color pistacho, y otros completamente clásicos, incluso con una garrafa de vino en la baca o una maleta y un par de mantas, para evocar los viajes en familia de los años 60. Estarán expuestos en la calle de Pàdua hasta las 12 de la mañana, y los podréis contemplar allí mientras sus propietarios disfrutan de un buen almuerzo de cuchillo y tenedor en la bodega. A continuación, iniciarán un pasacalle por el barrio del Farró que durará hasta las 12 h.
Y, de 12 a 14 h, la calle se convertirá en toda una fiesta, donde no sólo se abrirá el grifo del surtidor de Moritz gratis para todo el mundo, sino que también habrá una cata de patatas bravas de la casa y mucha animación. Los encargados de la música sobre el escenario serán los dj’s Area Música, vecinos del barrio del Farró y todo un referente en la Bodega Pàdua. Y, al acabar, si os entra el hambre, podréis quedaros a saborear el menú de sábado o los platos de carta que propone la casa. Encontraréis un montón de tapas, cocas sorprendentes, huevos estrellados de todo tipo, con habitas, chistorra, jamón… Y platos tan típicos de aquí como el bacalao ‘a la llauna’ o los caracoles. ¡Un día redondo!
