Estambul
La ciudad turca es una metrópoli diversa, cruce de culturas y puente entre Europa y Asia. La cultura local es muy potente y su cocina, fantástica. ¡Vamos!
Para empezar, ¿y si nos vamos de Estambul? Ya volveremos, pero es que muy cerca están las islas Princes. A una hora en ferry, tenemos unas playas bestiales –como Marta beach y Kalpazankaya–, arquitectura antigua –villas preciosas del siglo XIX–, calles sin coches y silenciosas, una vegetación frondosa y aire fresco. Es ideal para huir del ruido de la gran ciudad turca. Ya que estamos en Estambul, ¿por qué deberíamos privarnos de los placeres de Büyükada, Heybeliada, Burgazada y Kınılıada?
De vuelta en la ciudad, os debemos recomendar Çiya Kebap (Caferağa Mahallesi Güneşlibahçe Sokak 43, Kadıköy, Kadıköy), restaurante especializado en platos de Anatolia, todos cocinados con ingredientes de sus regiones y hierbecitas cuyos nombres no habéis oído nunca. Tiene dos pisos y tenéis que probar platos como el 'mualle' (berenjena y lentejas estofadas con melaza de granada) y el 'Yesil erik tavası' (guiso de ciruelas verdes).
Si queréis ir de compras, no os podéis perder uno de los lugares más 'cool' de Estambul, The Chic Souq, un bazar mensual situado en el barrio de Karaköy, en la parte europea de la ciudad. No es un café, pero te puedes tomar uno. No es una tienda, pero puedes comprar ropa, joyas e incluso una moto para volver a casa. No es una galería, pero puedes ver obras de arte. Y encontrar la ciudad más moderna, gente incluida.
Para completar la estancia, no debéis perderos la oportunidad de beber un cóctel en el bar de Alex Waldman, The Alchemist (Gönül Sokak 7B, Beyoğlu). Paredes vistas, música soul y funk, y la mejor bebida de la urbe. Probad el 'Misir Carsisi' (ginebra, calvados, manzana verde, wasabi y lima) o el 'Toucan brogue' (tequila blanco, whisky de malta, piña fresca, lima y Campari). Alex dice que la precisión es la regla de oro.
Y si deseáis terminar las noches como Dios manda, id al Suma Beach. A pocos metros del mar Negro, tenemos un pueblo 'eco-friendly' (todo es de bambú y la energía que utiliza es solar y eólica) con decoración psicodélica y un solo dios: la música electrónica y el hedonismo. Aquí se organizan y se viven las fiestas más memorables de Estambul, lo cual atrae a la gente de la ciudad a bailar hasta la salida del sol. Ahora se come bien.