Samarreta I'm not tourist, I read Time Out

Viajes auténticos: visitar 10 ciudades del mundo sin parecer un turista

Estambul, Nueva York, Accra, Londres, Tokio, Lisboa, Moscú, Kuala Lumpur, Hong Kong y Río de Janeiro

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Puedes ir de vacaciones siguiendo la riada humana o puedes hacer caso de los consejos de los expertos locales de diferentes puntos del mundo para infiltrarte en una nueva ciudad como si hubieras nacido en ella. ¡Y es que Time Out está en todas partes!

Estambul

La ciudad turca es una metrópoli diversa, cruce de culturas y puente entre Europa y Asia. La cultura local es muy potente y su cocina, fantástica. ¡Vamos!

Para empezar, ¿y si nos vamos de Estambul? Ya volveremos, pero es que muy cerca están las islas Princes. A una hora en ferry, tenemos unas playas bestiales –como Marta beach y Kalpazankaya–, arquitectura antigua –villas preciosas del siglo XIX–, calles sin coches y silenciosas, una vegetación frondosa y aire fresco. Es ideal para huir del ruido de la gran ciudad turca. Ya que estamos en Estambul, ¿por qué deberíamos privarnos de los placeres de Büyükada, Heybeliada, Burgazada y Kınılıada?

De vuelta en la ciudad, os debemos recomendar Çiya Kebap (Caferağa Mahallesi Güneşlibahçe Sokak 43, Kadıköy, Kadıköy), restaurante especializado en platos de Anatolia, todos cocinados con ingredientes de sus regiones y hierbecitas cuyos nombres no habéis oído nunca. Tiene dos pisos y tenéis que probar platos como el 'mualle' (berenjena y lentejas estofadas con melaza de granada) y el 'Yesil erik tavası' (guiso de ciruelas verdes).

Si queréis ir de compras, no os podéis perder uno de los lugares más 'cool' de Estambul, The Chic Souq, un bazar mensual situado en el barrio de Karaköy, en la parte europea de la ciudad. No es un café, pero te puedes tomar uno. No es una tienda, pero puedes comprar ropa, joyas e incluso una moto para volver a casa. No es una galería, pero puedes ver obras de arte. Y encontrar la ciudad más moderna, gente incluida.

Para completar la estancia, no debéis perderos la oportunidad de beber un cóctel en el bar de Alex Waldman, The Alchemist (Gönül Sokak 7B, Beyoğlu). Paredes vistas, música soul y funk, y la mejor bebida de la urbe. Probad el 'Misir Carsisi' (ginebra, calvados, manzana verde, wasabi y lima) o el 'Toucan brogue' (tequila blanco, whisky de malta, piña fresca, lima y Campari). Alex dice que la precisión es la regla de oro.

Y si deseáis terminar las noches como Dios manda, id al Suma Beach. A pocos metros del mar Negro, tenemos un pueblo 'eco-friendly' (todo es de bambú y la energía que utiliza es solar y eólica) con decoración psicodélica y un solo dios: la música electrónica y el hedonismo. Aquí se organizan y se viven las fiestas más memorables de Estambul, lo cual atrae a la gente de la ciudad a bailar hasta la salida del sol. Ahora se come bien.


Nueva York

¿Estáis seguros que conocéis la capital del mundo? Tranquilos, no os enviaremos al MoMA ni a Times Square, sino a los lugares más auténticos de la gran manzana.

Ya sabéis que si estáis en Nueva York, os tenéis que rascar el bolsillo. Para hacerlo bien y no fallar el tiro, os recomendamos uno de los mejores restaurantes de la ciudad, el Shuko (47 E 12th St), que nos servirá para medir el cambio que se está produciendo en el mundo del sushi neoyorquino: la ciudad ha cambiado el jazz sereno por Jay Z y Notorious B.I.G. Por suerte hay lugares como éste, donde la agresividad gastronómica tiene una recompensa. Pero no olvidamos que Nueva York es sinónimo de fusión, de tacos coreanos y 'arancini jambalaya'. Y la nueva Meca es Pearl & Ash (220 Bowery). No en vano su chef es Richard Kuo, un australiano de origen taiwanés. Comed mejillones con setas y pan de centeno y un helado de Fernet Rama. ¡Dinamita!

¿Siempre habéis querido tomar una copa en un bar secreto? Id al PDT (113 St. Marks Pl), al cual se entra a través de un bar de hot-dogs, el Crif Dogs. Tenéis que buscar una cabina de teléfonos antigua, levantáis el aparato y una chica os abrirá la parte trasera de la cabina. Entraréis en un viejo salón digno del mejor taxidermista de Nueva York. Probad el espumoso Sixth Street, una mezcla compleja, cerveza casera, jengibre, lima de kafir y curry picante.

Si estáis por ahí un viernes, no os perdáis la 'fricada' más grande de Nueva York, Lincoln Center Silent Disco (Hunter’s Point South Park donde Center Boulevard). Sí, sí, habéis leído bien. Una disco sin música. Bueno, con música pinchada directo a tus auriculares. Elige la emisora gratuita Silent Hustle Lesson antes de que empiece la acción y prepárate para comunicarte con los amigos haciendo muecas para no tener que sacarte los auriculares.

Y como nos hemos decantado por el lado 'friki' de la ciudad, os proponemos que vayáis a The Cloisters (Fuerte Tryon Park, 99 Margaret Curven Dr). Situado en un bello parque con vistas al río Hudson, alberga las colecciones de arte y arquitectura del Metropolitan Museum. Hay un sendero que serpentea hasta un castillo que parece haber sobrevivido desde la Edad Media (fue construido hace menos de 100 años, con materiales provenientes de cinco claustros medievales franceses). Aseguraos de revisar los tapices Unicorc, la capilla Fuentidueña del siglo XII y el tríptico de la Anunciación de Robert Campin.

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Accra

¿Con ganas de destinos exóticos? Coge un avión a Ghana: tiene cultura, playas, una fauna y flora variada, no es muy turístico y disfruta de estabilidad política.

Bienvenidos a África. Si siempre habéis querido conocer el continente negro, Ghana puede ser un buen bautizo africano. Y Accra, su capital, es un excelente punto de partida. Es una ciudad vibrante donde podréis probar las especialidades gastronómicas del país. En el restaurante Buka (10th Lane), uno de los más deliciosos y más solicitados, podréis pedir un delicioso estofado de ocra mientras escucháis música en directo. Para salir de fiesta, la mejor opción es ir al Republic Bar, un local donde además de buena música encontraréis cócteles elaborados con bebidas autóctonas, como el Republica, un tipo de caipirinha hecha con vino de palma tradicional y el Beer Sabe, una cerveza a la que se añade 'bissap' (zumo de hibisco) concentrado.

Cerca de la capital se tiene que visitar el Cape Coast Castle, una fortificación construida por los portugueses en el siglo XV que se convirtió en uno de los emplazamientos principales de la ruta del comercio de esclavos hacia América. Os explicarán las barbaridades que se cometieron y atrocidades que os pondrán los pelos de punta, pero la historia se tiene que conocer y la experiencia vale la pena.

Y para llevaros un buen recuerdo de Ghana visitad la tienda de artesanía Wild Gecko (detrás de la Gulf House, en Airport City) y la boutique de la diseñadora local Christie Brown (Ist Lane, en Osu) donde os podréis comprar un modelito con estampados de estilo africano.

Londres

¿Os imagináis Londres con sol y en camiseta? En verano, las actividades culturales no paran, las calles y parques se llenan y podéis vivir experiencias únicas.

En verano, en Londres todo se hace en la calle y el 'place to be' se llama Dalston Yard (Hartwell Street, E8 3DU), donde hacen un festival callejero en el que se deja caer todo el mundo que quiere hacerse ver. Las apuestas de la temporada son los burritos coreanos de Kimchinary, los 'buns' taiwaneses de Bao London, el pollo frito crujiente de Spit and Roast y las jugosas hamburguesas de Mother Flipper. Otro punto caliente es Parliament Hill al aire libre (East Heath Road), donde los días claros tendrás una de las mejores vistas de Londres. Cierto, tendrás que pasar por encima de los londinenses que yacen en el césped, pero el esfuerzo vale la pena. Subir al parque Hampstead Heath siempre lo vale. Además, cuando te canses de admirar el paisaje siempre puedes dejarte caer en un pub y pedir una buena pinta. ¡A ver si te encuentras con los fantasmas de Pinter o Freud! Y como la cosa va de alturas, no dejes de ir al Queen Elizabeth Hall (Southbank Centre, SE1 8XX), en la otra punta de la ciudad. La comida y la bebida provienen de una elegante zona de barras de madera. Van cortos de comida –ensaladas, bocadillos, pasteles– pero el ambiente civilizado y los mojitos de maracuyá son deliciosos. ¿Hace falta mencionar las vistas?

Como estamos en la ciudad de la música, si podéis ver un concierto en Union Chapel (Compton Terrace, N1 2UN) no dejéis pasar esta oportunidad. El diablo podría tener todas las mejores canciones, pero Union Chapel es una prueba que el de abajo no sabe nada de arquitectura. Esta obra maestra del gótico, completada en 1877, todavía se utiliza como iglesia, pero hacen conciertos acústicos y de jazz que aprovechan una acústica inigualable.

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Tokio

La capital japonesa es un laberinto fascinante si tienes una mano amiga que te lleva. Dejaos guiar y descubriréis uno de los lugares más encantadores del mundo.

Para perderos por Tokio, os llevaremos a un antiguo mercado construido en los años de la posguerra cerca de la estación de Kichijoji y que ahora está lleno de pequeños y excelentes restaurantes: Harmonica Yokocho (1-2 Kichijoji-Honcho, Musashino-sh). También hay tiendas de todo tipo. Probad pasar una noche entera sin salir de este laberinto. Al día siguiente siempre podéis relajaros en un spa como Nagomi no Yu (1-10-10 Kamiogi, Suginami-ku), ¡donde incluso podéis quedaros a dormir!

A un cuarto de hora del centro está el parque Inokashira, con zoo, un lago con barcas de alquiler y muchas zonas de juego. En el lado sur está el museo del Studio Ghibli, una visita obligada para los fans del 'anime'. Pero si queréis una experiencia auténtica, tenéis que ir a la isla de Tsukishima, en la bahía de Tokyo, y comer 'monja' y 'okonomiyaki' –un tipo de pizzas japonesas– en el restaurante Monja Kura (3-9-9 Tsukishima, Chuo-ku). Cuando caiga la noche, id al Ruby Room (Kasumi Bldg 4F, 2-25-17 Dogenzaka, Shibuya-ku), un club donde ha pinchado Belle & Sebastian.

Lisboa

Es difícil resistirse a los encantos de Lisboa: es un lugar ideal para comer y beber como Dios manda y para pasear por barrios que han cambiado poco en los últimos años.

En Lisboa hay que estar muy atentos porque los cambios se notan poco. Pero si hay un lugar que marca tendencia, es el Mercado da Ribeira (24 de Julho, 50), un espacio que regentan nuestros colegas de Time Out Lisboa. Os recomendamos que probéis la 'bifana de leitão crocante P’King', el 'caranguejo de casca mole', la 'croquete de choco com tinta' y el 'tártaro de arenque e beterraba'. Aquí es donde encontraréis los mejores chefs de la ciudad. También podéis moveros un poco e ir a la A Taberna da Desfile das Flores (Desfile das Flores, 103, Chiado). De día es una tasca típica portuguesa. Por la noche un lugar donde probar la cocina del mundo. Queso local, jamones y salchichas, y los vinos de la región de Lisboa siempre están a mano.

Y ya sabéis que en Lisboa desemboca el Tajo, y no os queremos privar de unas vistas preciosas sobre el río, las casas y las iglesias del barrio de Alfama. Así que subid al Largo das Portas do Sol, el mejor bar de la zona está situado en un edificio diseñado por Aires Mateus que ha ganado muchos premios. Los fines de semana, los DJs hacen bailar a todo el mundo alrededor de la estatua de São Vicente de Fora, el patrón de la ciudad. Y si hablamos de bailar, tenéis que visitar Casa Independente (Largo don Intendente, 45, Intendente). Muebles antiguos, paredes desconchadas e incluso la silla de un dentista que parece salida del infierno. Hay sesiones de DJ, talleres, conciertos, acontecimientos gastronómicos y debates.

Para comprar, el mejor lugar de Lisboa es Embaixada (Praça don Príncipe Real, 26), una fabulosa mansión antigua transformada en un mini centro comercial ultraelegante. Está repleto de tiendas de moda, de productos portugueses. También hay un restaurante con un patio interior y una explanada al jardín donde os podréis relajar después de un día agotador por las calles de Lisboa.

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Moscú

Un mes de febrero quizás no os aconsejaríamos una escapada a Moscú, pero en pleno verano es una ciudad genial para pasear, ver cultura y pasárselo pipa.

Estamos seguros de que no iréis a Moscú en busca de una buena playa. Y tampoco os aconsejaremos que nadéis en el Neva. Pero hay una piscina fantástica en el Parque Sokolini, el lugar de moda en la ciudad. También hay mesas de ping-pong, bares, hombres y mujeres guapos. La misma sensación de estar palpando lo más moderno de la ciudad la tendréis si dais un paseo por el nuevo distrito de Trehgorka, que se ha posicionado como el epicentro de las 'it girls' moscovitas y del mundo de la moda.

El lugar donde ir, ahora mismo, es el nuevo Garage Museum of Contemporary Art –junto al Parque Gorki–, situado en un pabellón diseñado por el arquitecto Remo Koolhaas. Ha abierto con una muestra muy potente de la artista y escritora japonesa Yayoi Kusama. No os perdáis las fotografías del 'underground' moscovita de los 70 y 80 de George Kizevaltera.

Otro centro de arte importante de Moscú es el Museo Judío. Abrió en 2012 en un edificio constructivista obra de Konstantin Melnikov y Vladimir Xukhov. Para comer algo podéis ir al Muesli (Kotelnitxeskayi nab., 1/15), un nuevo restaurante de cocina moderna rusa ubicado en el famoso edificio Stalin Vysotka, en el centro de la ciudad, patrimonio de la humanidad por la UNESCO. El chef es Dmitri Xurxakov, que hizo de su anterior local, La Gaviota, uno de los cien mejores restaurantes del mundo. Cocina creativa como encontraréis en pocos lugares de la capital rusa.

Kuala Lumpur

La capital de Malasia es una ciudad de contrastes. Entre rascacielos y monorraíles aéreos todavía se pueden encontrar vestigios de su cultura tradicional.

Las Torres Petronas –si queréis subir, pedid hora con antelación– dominan el 'skyline' y el 'merchandising' de Kuala Lumpur. En el restaurante Fuego, situado en el piso 23 del edificio Troyka, podréis degustar una cocina creativa con raíces sudamericanas mientras alucináis con las vistas de estas torres gemelas.

Si queréis una experiencia más de pies en la tierra, pasead por Jalan Altor, una de las mejores calles para probar el 'street food' de la ciudad. Es muy fácil acceder, y a pesar de que encontraréis otros turistas como vosotros, también es frecuentado por los locales. Con la barriga llena, visitad la mezquita nacional, otro de los 'tops' turísticos de la capital, un edificio capaz de albergar hasta 15.000 personas rodeado de unos espectaculares jardines de más de 53.000 metros cuadrados.

Por favor, no os perdáis, porque todavía tenéis que hacer una de los paseos gratuitos que organiza el Ayuntamiento para descubrir Brickfields, el barrio donde se hacían los ladrillos para alinear las líneas del tren entre los años 20 y 80 del siglo pasado. Esta ruta os llevará por tiendas, templos, santuarios, lugares secretos para comer... Lo hacen el primero y tercer sábado de cada mes y podéis pedir información en el teléfono 03 2617 6273.

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Hong Kong

La antigua colonia británica es un verdadero punto de encuentro entre Oriente y Occidente, del cual, una vez descubierta, no os querréis ir.

De una cosa podéis estar seguros, nadie se queda con hambre en Hong Kong. Incluso en los lugares más tranquilos hay pequeños restaurantes llenos de delicias locales e internacionales. En la ciudad no faltan locales con tres estrellas Michelin, como el Bo Innovation (2/F J Residence, 60 Johnston Rd, Wan Chai), que excitará a los más duros de complacer gracias a la cocina cantonesa del chef Alvin Leung. Pero si queréis comer en la calle, id a Knutsford Terrace (Tsim Sha Tsui, Kowloon), una vía para peatones famosa por sus bares, restaurantes y con un ambiente vibrante cuando se pone el sol. En el centro de la ciudad, el 'hit' del momento es Kau Kee (21 Gough St, Central), famoso por los 'noodles' de carne. En el distrito de Shueng Wan podréis experimentar la antigua ciudad en Dried Seafood Street (Wing Lok St, Sheung Wan), donde veréis filas y filas de marisco ahumado hasta que salivéis de placer.

Si hablamos de cultura, aquí también la fusión es lo que manda. De entrada podéis probar lo más viejo en la Chinese Opera, donde usan máscaras y vestidos que provienen de la dinastía Song, es decir de los siglos X al XIII. Pero la cultura real de Hong Kong está en la calle. Y por eso tenéis que pasaros por la Busking Street (Sai Yeung Choi St. South, Mong Kok, Kowloon), donde los fines de semana los artistas locales hacen lo que mejor saben hacer.

Rio de Janeiro

No os engañamos: sólo para dar una vuelta por Copacabana e Ipanema ya se tiene que ir a la antigua capital del Brasil. Pero tiene muchas más cosas que ofreceros.

De entrada, os diremos que vayáis a la cascada de Horto. Escondida en un barrio tranquilo del sur de la ciudad, estamos hablando de una opción tranquila los días que aprieta el calor. Procurad no ir los fines de semana, porque encontraréis muchísima gente. Una vez refrescados, tirad hacia el Circo Voador (Rua Arcos, Lapa), un pequeño espacio esférico icónico si hablamos de música carioca.

No tenemos que olvidar que Brasil es una potencia mundial en el arte contemporáneo. Por eso tenéis que ir al Instituto Moreira Salles (Rua Marquês de São Vicente, 476, Gávea). Encontraréis una filmoteca bastante buena y exposiciones de nuevo arte brasileño. Si queréis saber cosas de Clarice Lispector, este es vuestro lugar.

¿Buscáis un bar alternativo? Pues, id a Comuna (Rua Sorocaba, 585, Botafogo), donde no tenéis que olvidaros de comer una hamburguesa. Otro lugar imprescindible es el Bar don Bacana (Rua Cupertino Llevarão, 79, Leblon). La comida y el precio son deliciosos. Y es el mejor lugar para beber cerveza y charlar.

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