Vermut Zity & Tapas

De tomar un vermut en la azotea de casa a hacerlo en el Zity Bar del Novotel hay tanta diferencia como entre mirar una película en el móvil e ir al cine. Bien pensado, las vistas desde el Zity son cómo si los grandes ventanales fueran pantallas de definición 4k que muestran un plano panorámico de la ciudad. Por la noche, el espectáculo de luces de colores de la torre Agbar está a tiro de piedra, y dependiendo de hacia donde os sentéis, podéis ver las montañas o el mar. También podéis escoger si preferís relajaros en las tumbonas y butacas del jardín zen, entablaros cerca de la barra o estar a remojo en la piscina triangular situada al otro extremo, encajada en uno de los vértices del edificio.
Con la oferta Vermut Zity & Tapas, os entran tres tapas para acompañar la copa. Las hay clásicas como las patatas bravas o las croquetas de jamón ibérico, pero con un toque sofisticado, como la de calamares a la andaluza con emulsión de tinta. Una opción de fusión japonesa es la tapa de tempura con mayonesa de wasabi y salsa de soja. Si empalmáis con la comida, tenéis una carta reducida pero variada en la cual hay platos italianos, hamburguesas y carnes y pescado a la brasa.
La pulcritud y el buen gusto de la decoración es casi chocante. El blanco impecable predomina en el mobiliario, roto por los colores vivos de flores rojas y almohadas azules. Excepto por la grava gruesa estilo jardín zen, el suelo es de parqué. Algunos anocheceres de la semana están amenizados por sesiones de música pinchada o en directo de estilos relajantes como jazz o electrónica 'chill-out'. Podéis pasearos por esta extensa azotea del Novotel sin preocuparos de miradas indiscretas, puesto que desde fuera no se ve el interior debido a los reflejos de los vidrios.