1. Plaza del Tripi
Nombre real: Plaza de George Orwell.
¿Por qué se le llama así?: George Orwell tampoco era el nombre real del famoso escritor, así que seguro que no le importaría el mote psicotrópico que ha adoptado su plaza. Barcelona le dedicó este espacio por su participación en la Guerra Civil junto al POUM. El Ayuntamiento decidió darle un poco de alegría a la plaza –sin ningún espacio verde y en una zona conflictiva del barrio– instalando la escultura surrealista de Leandre Cristòfol. La obra quiere ser una alegoría de la mujer y el sexo, pero el mensaje no se entendió. Después, llegó el apodo de la plaza del Tripi, por los 'trapis' de droga que había y por la supuesta ingesta de estupefacientes del artista por haber hecho una pieza así.