Quinientas encajeras venidas de toda Cataluña mantienen viva esta tradicióparen sus almohadas, hilos, bolillos, patrones y agujas entre la calle dels Arcs y el Portal del Ángel, para mostrarnos su maestría en el arte de hacer encaje de bolillos, una actividad que tuvo una gran importancia en la industria textil catalana entre el siglo XVIII y la mitad del XX. No se pierdan el tamborileo inconfundible de los miles de bolillos de madera bajo los hábiles movimientos de los dedos de las artesanas que mantienen viva esta tradición.
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