San Juan de Luz (Saint-Jean-de-Luz) es un pueblo costero que presume de bahía, de ventanas de colores, de playa, de surf y de un jardín botánico con vistas increíbles al mar Cantábrico. Sin duda, es uno de los rincones más bellos de Francia.
¿Qué es imprescindible visitar en Saint-Jean-de-Luz?
Uno de los imprescindibles para visitar este pueblo de postal es el puerto dedicado a la pesca de la anchoa, la sardina y el atún. Aquí podrás admirar los barcos, las redes y la actividad matutina de su mercado. Otro lugar por donde vale la pena pasear es la Promenade Jacques Thibaud, el paseo marítimo que bordea la Gran Plage. Por último, se encuentra el Jardín Botánico litoral Paul Jovet, ubicado sobre un acantilado con unas impresionantes vistas al mar.
¿Vale la pena, la playa de Saint-Jean-de-Luz
Es maravillosa. Una playa larga y bonita playa, conocida como la Gran Plage, que nada tiene que envidiar a las mejores playas del Mediterráneo. Es una preciosa extensión arenosa en forma de media luna sin apenas olas, protegida por el puerto, siendo ideal para familias y para bañarse sin miedo a que el niño se te ahogue. Una característica muy curiosa del pueblo, y que le otorga una gran personalidad, es que la mayoría de las casas de primera fila de mar están conectadas con el paseo Jacques Thibaud por un puente, algo que convierte a Saint-Jean-de-Luz en uno de los sitios más pintorescos de Francia.
¿Solo puedo hacer playa?
No es solo playa. Encontrará un casco antiguo precioso, un mercado municipal bien surtido, buenos restaurantes y también muchos edificios históricos que nos hablan del pasado de Francia. Como, por ejemplo, la casa de Luis XIV –que cuenta con visitas guiadas y recuerda que Luis XIV vivió en Sant Joan de Llum 40 días cuando se casó en 1660 con María Teresa, la Infanta de España– o la iglesia de San Juan Bautista, una preciosa edificación con bóvedas de madera y un retablo religioso que tiene fama de ser el más bonito de todo el País Vasco Francés.