¡Desconectad con 8 puestas de sol magníficas sin salir de Catalunya!

Os proponemos rincones de Lleida, Girona, Tarragona y Barcelona donde podréis disfrutar atardeceres especiales este verano
Siurana
Foto: ShutterstockSiurana
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¿Recordáis alguna vez haber disfrutado de una puesta de sol sin haber hecho cien fotografías? Sabemos que siempre tenéis el móvil o la cámara preparada para captar las puestas de sol que vais a ver. Ahora os proponemos que dejéis los dispositivos, que toméis una bebida, algo para picar, que os rodeáis de vuestros seres queridos y que sencillamente desconectéis. Catalunya está llena de lugares donde podréis observar atardeceres muy especiales sin tener que coger ningún billete de avión, y es por eso que os invitamos a descubrir algunos rincones que os gustarán. Abrid bien los ojos, relájense y haced fotografías, pero mentales, ¡que estas os perdurarán para siempre!

1. Cadaqués, Alt Empordà

Si os gustan los paisajes de playa, de barcos de vela y casas blancas rodeando la costa, no dudéis en ir a Cadaqués. Dicen que el pueblo de Salvador Dalí es uno de los más bonitos del territorio catalán. El lugar fue una fuente de inspiración toda la vida por el reconocido pintor y seguro que también lo será para vosotros si vais a ver su atardecer. Veréis como el sol se esconde tras la montaña y tras la iglesia de Santa María. Además, si tenéis suerte, y sopla un poco el viento de la tramontana, veréis el cielo rojizo. Sea como sea, será un momento mágico, porque este pequeño pueblo de la Costa Brava siempre desprende luz.

2. La Roca Foradada, Montserrat

Dicen que las rocas de la montaña de Montserrat tienen un magnetismo y riqueza espiritual que permiten respirar una tranquilidad que no se siente en ningún otro lugar. La expresión que tiene el relieve de sus rocas os impactará y a la vez os trasladará a un mundo de paz interior muy interesante. Os proponemos que aparquéis el coche en Can Maçana y que empecéis desde allí un recorrido fácil y asequible, para todas las edades, que os llevará hasta la Roca Foradada. Desde allí podréis ver cómo se esconde el sol, entre un agujero triangular de 10 metros de altura, y entre una de las cordilleras más espectaculares que tiene Catalunya. Desde las alturas, ¡sentiréis el mundo a vuestros pies!

3. Mirador de la Guingueta d’Ix, La Cerdanya

La Cerdanya, el valle más grande del Pirineo Catalán, es una de las comarcas que luce más sol durante todo el día. Hay muchos miradores donde poder contemplar vistas de todo el territorio, sea la época que sea del año. Sin embargo, os proponemos el Mirador de la Guingeta d’Ix. Podréis aparcar el coche en el arcén de la carretera y tendréis unas vistas de 360 grados de todos los picos de la Cerdanya, como también del pequeño pueblo de Puigcerdà. Además, en verano es muy bonito, ¡ya que podréis disfrutar de un atardecer ante un paisaje amarillento de campos de trigo secado!

4. Congost de Montrebei, Lleida

Seguramente conocéis el Congost de Montrebei por sus famosas actividades acuáticas a través de uno de los ríos catalanes preferidos por los aventureros, que cogen kayaks para recorrer sus aguas por el río Noguera Ribagorçana. Sin embargo, ¿sabíais que esta reserva natural os puede regalar un atardecer increíble? Ver como el sol se esconde entre este corte de paredes verticales debe ser algo único, ¡así que no dudéis en ir a verlo en una de las joyas naturales y más impresionantes que tiene Catalunya!

5. Platja del trabucador, Delta de l’Ebre

La platja del Trabucador es un perfecto oasis de tranquilidad de más de seis kilómetros. Estaréis rodeados de mar, tanto por vuestra izquierda como por vuestra derecha, y veréis el sol esconderse tras un brazo de arena infinito. El muelle de la Barra del Trabucador es el espacio de la zona que os dará instantes más bonitos, entre aguas cálidas y plácidas. Hay una pasarela de madera artificial donde podréis sentaros y os facilitará diferentes perspectivas del paisaje de este parque natural.

6. Far de Sant Sebastià, Palafrugell

Tras pasar el día buceando por las claras aguas de Llafranc y Calella de Palafrugell, haciendo el camino de ronda y comiendo una buena paella en primera línea de mar, podéis visitar el Far de San Sebastià. El atardecer sobre esta montaña de Girona os permitirá ver cómo termina el día ante la infinidad del mar Mediterráneo. El acantilado de 170 metros de altitud al abrupto rincón de la Costa Brava os regalará un momento de desconexión total mientras dejáis la mente en blanco observando el horizonte.

7. Siurana, Priorat 

Siurana es un pueblo de casas y calles adoquinadas de Tarragona. Desde la iglesia románica de Santa María se pueden disfrutar vistas de la Sierra de Montsant, de la Gritella y de las montañas de Prades, y si las captáis en el momento de la puesta de sol, son vistas aún más bellas. La leyenda dice que Siurana es tierra de princesas. Aunque recientemente nadie ha visto ninguna, ¡lo que sí se dice es que des del pueblo veréis una puesta de sol de cuento!

8. Costes del Garraf, Barcelona 

Si sois más aventureros, preparad el coche, algo para picar, bajad las ventanillas y empezad la ruta por las costas del Garraf. Entre Castelldefels y Sitges hay una carretera de 86 curvas que os regalará unos paisajes idílicos, mientras notaréis la presencia del mar justo a vuestro lado. En el momento que creéis que habéis encontrado vuestro rincón, podéis deteneros, bajar y disfrutar de la puesta de sol desde el mirador que deseáis. Ver el sol adentrándose detrás el Mediterráneo siempre es un placer.

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