1. Cadaqués, Alt Empordà
Si os gustan los paisajes de playa, de barcos de vela y casas blancas rodeando la costa, no dudéis en ir a Cadaqués. Dicen que el pueblo de Salvador Dalí es uno de los más bonitos del territorio catalán. El lugar fue una fuente de inspiración toda la vida por el reconocido pintor y seguro que también lo será para vosotros si vais a ver su atardecer. Veréis como el sol se esconde tras la montaña y tras la iglesia de Santa María. Además, si tenéis suerte, y sopla un poco el viento de la tramontana, veréis el cielo rojizo. Sea como sea, será un momento mágico, porque este pequeño pueblo de la Costa Brava siempre desprende luz.