Premios Time Out Barcelona 2021

Kosmopolis es una cita ineludible en Europa para los amantes de la literatura que no se queda sólo en los libros. La edición de 2021, que contó con Maggie O’Farrell y Mia Couto, entre otros, fue especial.

Sin poder celebrar una edición del Sónar como es debido, el festival de música avanzada de Barcelona se inventó un nuevo evento que mira al futuro y que quiere combinar música y ciencia como antes nadie lo había hecho. 

¿Una bomba de pop? ¡Dos! Berenjena confitada con papada y anguila ahumada? Vamos. ¿Suquet de raya con calabacín y almejas? Delicioso. ¿Canelón de pato con setas de temporada y foie-gras? Exquisito. Comida en La Gormanda es un festival de buena cocina catalana y de buen producto. Si de postre te pides un lingote de gianduja con crujiente de chocolate ya caes de la silla, directamente. Sólo falta que te pongan babero. Lo que ha hecho aquí Carlota Claver es de premio.

Van allá donde esté a buscar el mejor café del mundo a pequeños productores y nos ofrecen un producto de primera para todos a los amantes del auténtico oro negro, a menudo tan difícil de encontrar. Y, si quieres, te traen café molido en casa. Tienen dos locales, uno en Les Corts y otro abierto en plena pandemia en el Born, que son perfectos para hacer una pausa en la vida y saborear la chutada imprescindible que nos permitirá salir adelante.

Éste es el restaurante que faltaba en Barcelona, un indio tradicional que va más allá del delhi, el naan con queso y el arroz con cosas. Empezar con duck blanda masala (cons de remolacha rellenos de pato deshilachado y crema de albaricoque) ya es una declaración de intenciones. Y si añadimos unos tandoori chicken momos (gyozas de pollo especiado) la cosa apunta a traca. Los platos principales del menú del día son sabrosos, como el butter chicken, una delicia con un curry de San Marzano y fenogreco.

Es el nuevo templo de los bebedores de cerveza de la ciudad, un espacio gigante que cuenta, entre otras cosas, con una fábrica que puede producir 120.000 litros de birra al año. Seguro que conoce a alguien que se les bebería... Todo es producto local, incluso la barra de madera de ciprés, y tiene una notable oferta gastronómica y buenos vinos. Brian Blazek, el dueño, debería recibir el premio al valiente del año. ¡Ha abierto todo esto en plena pandemia!

Bajo el boom brutal de la cerveza artesana, he aquí un enclave que aspira a clásico que va a contracorriente: un bar especializado en vinos que no pretende competir con el Monvínic, sino hacer popular una especie de local no muy habitual en casa, con copas que van de los 3 a los 5 euros, todos vinos naturales, ambiente de barrio, familiar, y la buena mano de Gianluca y la Debora. Por cierto, tiene un patio interior tan acogedor que parece haber vuelto al pueblo.

Esto que han hecho Max Porta, el gran gurú del street food barcelonés, y compañía en el centro comercial La Maquinista es una apuesta con todas las de la ley. Han reunido en un espacio de 1.000 metros cuadrados lo que consideran la mejor comida callejera de la ciudad con la colaboración de locales como Chivuo's, Mosquito, Fish & Chips, Van Van Chicken... Además, organizan talleres gastronómicos, tardes de vinilos & cócteles, talleres para el público familiar...

A cuatro pasos de la Diagonal, la terraza de Les Filles parece imposible. Un espacio encantador, lleno de plantas, es digno de un lugar encantado y cubren todas las franjas: brunch, almuerzo, afterwork, cena, cócteles... Para pasar todo el día, vaya. La carta está llena de platos healthies, pensados sobre todo para compartir. Cocinas del mundo y cocina local... Si llevas a la pareja, seguro que triunfas. Y si quieres impresionar a los amigos, también.

Irene Iborra, quinta generación de la mítica el Tío Che, no quería ponerse en esto de los helados para competir con quien da la mejor bola de mango, sino que quería ir un paso más allá. Abrió en mayo del 2021, después de meses investigando, y creó la que es, seguramente, la primera heladería proustiana del mundo, especialista en crear helados con sabor a recuerdos. Lo han leído bien, sí... Estas Navidades están probando la misma idea con los turrones.

Si Verlaine i Rimbaud estuvieran vivos, estamos seguros que buscarían cobijo en esta cocteleria simbolista situada en la Zona Cero del turismo barcelonés, donde Luca Corradini sirve unos tragos exquisitos en los que fondo y forma lo son todo. Muchos de los ingredientes los hacen ellos mismos. Y se atreven con todo.

No fue un buen año para el ocio nocturno. Por eso muchos barceloneses marcaron con tinta roja el 6 de noviembre, el día en el que el Voodoo Club, la mejor fiesta de la ciudad, volvió a ponerse en marcha. Y es que la fiesta Afrobeat de la Sala Upload creada por Wekaforé Jibril nos hace volver locos.

Con exposiciones como Yellow book, Ubi Consistam i Estratos de memoria, la galería creada peor Laura González Palacios el 2018 ha dado una nueva vida al mundo artístico barcelonés, porque Chiquita Room es también una residencia de artistas y una editorial, además de un sueño hecho realidad.

Joan Fontcuberta y Yago Hortal han sido las apuestas de este 2021 de este museo perteneciente a la Fundació Vila Casas que ha estado toda la temporada celebrando su vigésimo aniversario. Su compromiso, maestría y exquisitez, al servicio del arte catalán contemporáneo, es la prueba de que más allá de los grandes nombres del siglo XX, hay mucha vida en este rincón del mundo. Pasearse por Can Framis, más allá de las exposiciones temporales, así lo demuestra.

Con una frase atribuida a Saint-Just, uno de los grandes revolucionarios franceses de 1789, el escultor y poeta escocés Ian Hamilton Finlay plantó esta obra en Barcelona en 1999 en un lugar que bien merece una peregrinación. Según Vicenç Altaió, "el eslogan nos remite a tres circunstancias del dinamismo: en la historia, toda revuelta termina en orden contra el que se levantará una nueva revuelta". Exacte

La sala Metrònom de la calle Fusina es uno de los grandes espacios añorados de la ciudad. La dinamizó Rafael Tous, un coleccionista inclasificable que creyó en el arte conceptual y que ha demostrado tener razón. Gracias a la muestra del MACBA, la sala reabrió temporalmente. La exposición sigue abierta para que todo el mundo pueda disfrutar del fondo que Tous ha cedido al museo, con obras de arte de nombres como Antoni Muntadas, Àngels Ribé, Pere Noguera, Eulàlia Grau y Fina Miralles. Vaya.

Hace una década que Toni Espinosa decidió ofrecer la enésima oportunidad a un cine que llevaba 75 años existiendo, que había tenido muchos nombres, pero que había entrado en decadencia total. Los Girona son ahora una apuesta consolidada dedicada al buen cine y muy bien implantada en su barrio, entre la parte de la Derecha del Eixample y Gràcia. Su abono por ver pelis todo el año por 59 € hace furor.

Joan Arqué y Guillem Albà consiguieron lo que parecía imposible: trasladar al Matavaques telúrico del best-seller de Irene Solà al teatro. Con una Laura Aubert y una Anna Sahun que daban vida a Neus y Sió, dos mujeres que no olvidaremos. Judit Neddermann también puso su granito de arena.

En un año marcado por las restricciones de la pandemia, el Antic Teatre ha seguido apostando por el talento y el riesgo, con espectáculos de primera como Aquelles que no han de morir y otras delicias que, además, rodean por el mundo. Se trata, por si fuera poco, de un espacio amenazado que deberían cuidar como la joya más preciosa.

La creación de una “mensajería ética, sostenible e inclusiva” en manos de Las Mercedes es un cambio de chip de grandes dimensiones. Es una cooperativa que trabaja la proximidad y el km 0, parida por cinco mujeres que se reinventaron para hacer un mundo mejor.

Aquí nos quedaríamos a vivir. No sólo porque disponen de un fondo brutal de más de 40.000 ejemplares en varios idiomas y por la elegancia del interior, sino porque disponen de una programación cultural espectacular, además de editorial propia, becas y un premio muy jugoso. Las lecturas en voz alta son, por ejemplo, toda una novedad en la ciudad, demostrando que una librería es mucho más que una tienda de libros.

El Flea nació en una época en la que las vacas iban gordas (2007) y eso de dar una segunda vida a la ropa y otros productos se le pasaba por la cabeza a poca gente. ¡Pero el mundo ha cambiado! Cada mes, en la plaza de Blanquerna, la hacen grande, con el mercado de segunda mano, lleno de gangas, joyas y objetos vintage que sólo los encontrarás allí. Las actividades paralelas, como el Jazztrónica y el Zero Waste Market, no son nada despreciables.

La zona norte de Barcelona se está poniendo las pilas y este nuevo parque, fruto del plan de barrios, hará que los que no pase de la Meridiana se planteen dar una vuelta. Para empezar: ¿cuántos acueductos has visto en tu vida? Pues aquí tiene uno de finales del siglo XIX (no es romano, amigos), guinda de un parque que conecta la ciudad con Collserola. Hay muchas zonas de juego para los niños y, milagro, bastante sombra.

Nunca hasta ahora un espacio verde había sido defendido con uñas y dientes por la ciudadanía. Antes de que se anunciara el proyecto de ampliación del aeropuerto, pocos habían oído hablar de Ricarda, pero la conciencia de la crisis ecológica que sufrimos ha hecho que reivindiquemos los ecosistemas naturales que rodean Barcelona. Y nadie parece dispuesto a renunciar a ella para que venga aún más turistas a la ciudad.

Hay pocos lugares de la ciudad donde puedas comer y, al mismo tiempo, pedirle al chef el nombre y el apellido del productor que ha hecho posible cada ingrediente. Pues eso ocurre en el Savia, un local levantado por Tomàs Abellán con productos de temporada, residuo cero y muy bien provisto por huertos biodinámicos de Arbúcies y de Molins de Rei. Todo es tan radical como bueno. La carta, por supuesto, varía según la época del año. Y, por tanto, que no se le ocurra pedir alcachofas en verano o setas en primavera.

La feria de intercambio de ropa, organizada por ModaSostenible BCN, celebrada el 23 de octubre en Poblenou, fue todo un éxito, lo que demuestra que hay vida más allá de las populares aplicaciones dedicadas al tema. Tocar, oler, lo que piensas ponerte una buena temporada no está mal cuando se trata de ropa usada. En tiempos de fast fashion, eventos como éste nos hacen entender que quizás tenemos armarios demasiado grandes.

Las camareras de hotel y mujeres de la limpieza del país se han juntado para decir lo suficiente a la precariedad. Porque no es suficiente con las campañas institucionales diciendo que todo el mundo tiene derecho a un contrato o a ser bien pagado por las horas que hace. Kellys se han organizado y, por ejemplo, están recogiendo dinero para montar una central de reservas donde podrás saber si el hotel donde piensas alojarte cuida su personal.

Poder registrar a 122.000 visitantes en un fin de semana ha sido, sin duda, la proeza del año. Y lo ha protagonizado uno de los acontecimientos más populares de la ciudad, rotundamente consolidado como lugar de encuentro de la comunidad okatu catalana, bastante numerosa. Pese a la ausencia de artistas japoneses a causa de la pandemia, el festival puso el cartel de sold out a las 24 horas de sacar a la venta las entradas.

Podemos dejar que Amazon se coma el pequeño comercio barcelonés o hacer algo por vitalizar el gran tejido comercial de la ciudad. Por eso celebramos la creación de la plataforma BCN Market, impulsada por el Ayuntamiento y Barnacon, que nos permite pedir todo lo que queramos a los comercios de proximidad de la ciudad. Ya se han sumado casi 4.000 establecimientos, en los que también hay oferta de restauración, y para estrenarnos con la experiencia regalan bonos de 10 euros gratis (por cada 20 que te gastas).