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Playas geniales a menos de media hora de Barcelona

8 diez playas del área metropolitana de Barcelona a las que podéis llegar en bus o tren

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No hay que irse muy lejos para refrescarse con un buen baño en una bonita playa. A pocos kilómetros de Barcelona podéis encontrar espacios casi salvajes, o rincones de ensueño catalogados como las mejores playas de Cataluña. Pero, ¿cuáles son las mejores playas donde bañarse cerca de Barcelona? 

Si no queréis alejaros mucho de la ciudad por falta de tiempo o ganas, podéis ir a alguna de estas playas maravillosas. Son escapadas a menos de media hora de Barcelona, donde podréis refrescaros y pasar un magnífico día de verano, o cualquier momento del año.

NO TE LO PIERDAS: Las mejores playas de la Costa Brava

1. Les Casetes del Garraf

Situada en el núcleo urbano de Garraf, esta playa tiene una longitud de 380 metros, arena fina mezclada con piedras y muy poca inclinación de entrada al mar. Entre la playa y la vía del tren se encuentra la zona que da nombre a la playa, una especie de barrio marinero construido casi sobre la arena de la playa. Las cabañas de madera, ahora remodeladas, son antiguas barracas que los pescadores utilizaban para guardar sus utensilios. Dispone de servicio de duchas, lavabos y equipo de salvamento, alquiler de hamacas, sombrillas y patines a pedales. También hay un hotel y un par de restaurantes.

2. Playa de Gavà

En Gavà Mar la zona de playa es un elemento más en un conjunto que entiende el litoral como un espacio de ocio permanente con una serie de infraestructuras muy bien integradas en el entorno. Entre la pineda junto al mar, podemos encontrar restaurantes (El Torreón, El Jardí del Mar, Les Marines, Tropical...), hoteles de lujo (AC Marriot), complejos deportivos (Àccura), campings de primera (Tres Estrellas) y chiringuitos chic (el Kauai) para que estéis en la playa las horas, los días, las semanas... que queráis.

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3. Playa del Puente del Petróleo (Badalona)

Tienen un paseo marítimo y una escultura dedicada al animal más aromático de la ciudad: el mono. Son los puntos culminantes de una reforma que ha recatado este trozo de playa impracticable no hace tantos años. Todo esto sin renunciar a su personalidad industrial: la playa queda enmarcada entre el Puente del Petróleo que le da nombre y la preciosa fábrica de Anís del Mondo, una de las mejores muestras del modernismo fabril catalán. Otro aliciente es que en los últimos tiempos el litoral de Badalona se ha convertido en polo gastronómico: Amura, La Donzella de la Costa y L'Estupendo son tres ejemplos sabrosísimos.

4. Playa del Prat

Es un placer llegar hasta la playa del Prat, entre la desembocadura del río y el aeropuerto. La carretera de acceso (muy bien condicionada para paseantes y ciclistas) siempre está llena de observadores de aviones. Muy cerca están los espacios naturales del delta del Llobregat. El extenso litoral dispone de todo tipo de servicios e instalaciones, como el Centre Municipal de Vela y el Centre de Recuperació d’Animals Marins. Ycuando llega la noche (de 20 a 8 h), en la zona de uso público se juntan docenas de pescadores de caña. 

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5. Playa de Sant Joan (Montgat)

Como una foto antigua en color, la playa del núcleo antiguo de Montgat ha fijado usos y costumbres en la mayor parte del litoral. Aquí todavía perviven los baños Emporium y los baños del Carme, que se llenan en verano de veraneantes catadores de paellas. La presencia de pescadores se evidencia por las barcas que restan en la arena y por la pequeña lonja abierta cerca de las vías del tren donde venden sus capturas a viva voz, como ya no se hace en ningún otro lugar de Cataluña.  

 

6. Playas del Remolar y el Francés (Viladecans)

Increíble pero cierto. El área metropolitana atesora algunas de las playas menos frecuentadas de Cataluña. Las de Viladecans resultan un paraje de dunas, en buena parte protegido, donde se escampan bañistas ocasionales en busca de tranquilidad. Vale la pena dar un paseo para llegar al observatorio que hay entre las dunas y mirar el entorno. Atención: no hay servicios, todos se concentran en la vecina playa de la Murtra.

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7. Playa de les Roques Blanques (Sant Pol)

Sant Pol de Mar es una de esas poblaciones que dan (mucha) envidia y en la que todo hombre y mujer de bien quisiera plantar un olivo y una casita. Pero si no somos de los privilegiados tampoco hay que preocuparse demasiado, ya que lo tenemos a un golpe de cercanías. La villa dispone de una serie de playas y calas que quizá recuerdan más a la Costa Brava que a otras poblaciones del Maresme. La que está en el extremo sur se llama de las Roques Blanques (ya os imagináis por qué) y es una playa no demasiado grande, de unos 500 metros. Si avanzáis hacia el sur por el caminito que pasa paralelo a las vías del tren, encontraréis pequeños rincones donde podéis tomar el sol sin la molestia del bañador.

8. Playa de la Pineda (Castelldefels)

¿Adictos a la arena? En Castelldefels os esperan casi cinco kilómetros de arenal con todos los servicios que podáis imaginar y desear para sacarle el máximo partido a la playa con todas las comodidades del mundo. En la de la Pineda, en concreto, disponen de una zona multideportiva donde se puede jugar a las modalidades de playa de balonmano, voleibol y fútbol. Y, la gran novedad, un espacio para practicar el kitesurf, una reivindicación de los aficionados.

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