1. Degustar comida china (de la auténtica)
Hay comida 'china' y después hay comida china de verdad. La primera ya sabéis cuál es, esos rollitos de primavera y ese arroz tres delicias que podemos encontrar en tantos locales de la ciudad. Pero la segunda, la auténtica, es la que podéis saborear alrededor del Arc de Triomf.
Es la zona china por excelencia de Barcelona y allí encontraréis verdaderos templos gastronómicos. Como por ejemplo, el Chen Ji (Alí Bei, 65), conocido como el chino-chino de la ciudad (olvidaos de esas raras fusiones japonesas-coreanas). Aquí no encontraréis ni lucecitas rojas ni dragones que llenan al estilo barroco sus paredes; aquí encontraréis un espacio sencillo, pero con platos tan fieles a su país que vuestro paladar creerá que está en medio de la Muralla China. ¡Y además a un precio muy muy asequible!
Si continuáis por la zona tambíen podréis degustar otros chinos-chinos como Kai Xuan (Roger de Flor, 74) o Dim Sum Cantonesas (Pg. de Sant Joan, 44).