5 planes gratuitos para hacer este otoño en familia

Hemos descubierto un plan perfecto para hacer este otoño con los más pequeños: el museo virtual Fisher-Price. Os explicamos este plan y cuatro propuestas más para ¡disfrutar el otoño en Barcelona con toda la familia!
Niño observando barcelona
Shutterstock
Time Out en colaboración con Fisher-Price
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El otoño es una de esas épocas mágicas en la que apetece más que nunca hacer actividades variadas y disfrutar con toda la familia. Es por eso que os proponemos cinco planes para entretener a los más pequeños de la casa de una forma especial y segura, ya sea de forma virtual o en plena naturaleza. ¡Y todos gratuitos! Desde paseos por algunos de los mejores parques de Barcelona hasta una experiencia única con el museo virtual de Fisher-Price ¡Os contamos más!

1. El museo virtual de juguetes Fisher-Price

Fisher-Price ha abierto un museo virtual donde podréis recordar los juguetes míticos de la marca que muchos de vosotros habréis tenido o habréis comprado. La visita virtual propone un recorrido nostálgico por los recuerdos de la infancia a través de Instagram. En el perfil de la red social podréis descubrir más de noventa de sus juguetes de esta famosa marca, un recorrido por las últimas nueve décadas de historia de la juguetería a través de una exposición virtual y colorida. Una oportunidad perfecta para hacer un viaje por la memoria de la infancia sin salir de casa y observar cómo han cambiado los juguetes que tanto nos marcaron a todos y siguen llenando de alegría a nuestros pequeños

2. ¡Perderse en un laberinto!

Si preferís pasar la tarde paseando al aire libre no os podéis perder el parque del Laberint d’Horta, un lugar espectacular (¡y de película!) en el que, además, encontraréis un área de juegos para los más pequeños, podréis dar un paseo entre la naturaleza y descubrir el pabellón neoclásico. La guinda del pastel es, sin duda, un laberinto donde tendréis que utilizar vuestro sentido de la orientación para intentar descubrir la estatua de Eros que se esconde en su centro. ¿Lo conseguiréis? Este laberinto, además, a sido escenario de películas, entre ellas ‘El perfume’.
Recordad que la entrada es gratuita todos los domingos y miércoles. Si os va mejor ir otro día, los vecinos de Barcelona, las personas en desempleo, los jubilados y los menores de cinco años entran gratis. Los demás tendréis que pagar 2.23 € o, 1.42€ si tenéis Carnet Jove, sois menores de 14 años o personas con discapacidad.

3. Deslizarse por los toboganes gigantes de Montjuïc

¿A quién no le gusta tirarse una vez y otra de un tobogán? Pues imaginad cómo de divertido debe ser tirarse de un tobogán gigante. En lo alto de la montaña de Montjuïc, a la sombra del castillo, encontraréis dos toboganes gigantes donde los más pequeños -y también los más mayores- de la casa podrán subir una vez y otra hasta cansarse. Una actividad al aire libre (y con vistas espectaculares sobre la ciudad y el mar) que se puede acompañar de un paseo por los diferentes jardines de Montjuic para disfrutar de la naturaleza. No os perdáis, por ejemplo, los cercanos Jardins Joan Brossa, con zonas de juego musicales. Un plan divertido que será, además, una buena ocasión para hacer fotos chulísimas en familia. ¿Os lo vais a perder?

4. Una tirolina entre rosas

El Parc de Cervantes es una de las joyas que esconde Barcelona. Y es que, situado en la zona universitaria y apenas transitado, este parque parece sacado de un cuento de ‘Alicia en el País de las Maravillas’ gracias a sus rosaledas de todos los colores. En este parque no solo podréis pasear con la familia, hacer deporte o, si se os apetece, comer o merendar en sus mesas de pícnic rodeados de vegetación, ¡hay mucho más! Entre sus atracciones más divertidas hay una tirolina en la que los valientes de la casa disfrutarán surcando el viento una y otra vez. Y, además, el parque cuenta con una zona de juegos y mesas de pin-pon.

5. Un castillo con vistas infinitas

¿Queréis descubrir un mirador muy especial y, además, muy desconocido? El castillo de Torre Baró, con un perfil medieval y una torre de vigilancia, se alza en uno de los laterales de la sierra de Collserola, con vistas de 360º y dominando la ciudad, el mar e incluso el Vallès. Aunque parezca medieval, fue construido en 1905, dentro de un proyecto que buscaba urbanizar la zona con oferta turística y que, finalmente, nunca se acabó de realizar. Hoy en día es un punto de información y educación ambiental y todo un emblema del distrito de Nou Barris. Además, la excursión hasta allí no tiene desperdicio. Para llegar podéis acceder en coche o, si preferís, en transporte público para luego completar el camino con un paseo ascendente por la montaña, en una excursión que gustará a toda la familia y que acabará con unas vistas privilegiadas que dejarán a todos con la boca abierta. ¿Os gusta la idea?

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