Esculturas
Donostia/San Sebastián tiene debilidad por las esculturas, que salpican artísticamente varios espacios de la ciudad. La más conocida es El peine del viento, tres monumentales esculturas de acero con las que Eduardo Chillida quiso acariciar el indomable viento del Cantábrico bien cerca de donde residía, al final del paseo que ahora lleva su nombre. Otro de los iconos escultóricos de San Sebastián es Construcción vacía de Jorge Oteiza. Situada en el Paseo Nuevo de la ciudad, esta obra es un marco excepcional para ver cómo el oleaje rompe contra el muro del paseo. En invierno, cuando las olas pueden alcanzar varios metros de altura, el espectáculo todavía es más impresionante.