Javier Infante
Javier llegó a Madrid desde Talavera de la Reina y, en sus propias palabras, se tropezó con el mundo de la coctelería. "Encontré trabajo en un gastrobar y me empezó a interesar la cocteleria", recuerda. "Me gustaba mucho cocinar, y ambas se parecen mucho". No tardó en descubrir también su pasión por el brandy. "Estudié un master en destilados y, en uno de los viajes a Jerez, conocimos bien el Brandy: me quedé absolutamente prendado", cuenta. "Creo que en España lo valoramos poco, como ocurre con otras muchas cosas. Parece que siempre nos fijamos en el vecino", lamenta. Una realidad que está cambiando gracias a cócteles como los suyos.