Las 15 mejores playas de Europa

La playa más pequeña de nuestra lista también es una de las más atractivas. Imagina la cala perfecta de una película italiana clásica de los 60 bañada por el sol: así es este pequeño y encantador lugar, donde las aguas brillantes y transparentes conducen a un pequeño arco de piedra que se abre hacia al Mediterráneo. Seguramente uno de los lugares más tentadores para nadar en este planeta.

¿Quieres salir de fiesta o relajarte en tu próxima escapada a la playa? Ambas opciones las encontrarás en Praia da Rocha, una playa hermosamente dorada en el Algarve de Portugal que está salpicada de espectaculares pináculos de piedra caliza roja. Aquí podrás practicar deportes acuáticos durante el día y disfrutar de animados restaurantes, discotecas y fiestas en la playa por la noche. Sin embargo, el extremo occidental menos concurrido de la playa todavía es salvaje y tranquilo.

La famosa arena 'rosa' de la laguna Elafonissi en el suroeste de Creta ha aparecido en muchas cuentas de Instagram debido a su delicado tono rosado, causado por el coral local. El paraje es igual de encantador en la vida real, bañado por aguas cálidas y poco profundas, perfectas para los niños, y rodeado de dunas para explorar a pie. Echa un vistazo a los narcisos de mar blancos que crecen allí.

Conocida por los lugareños como el 'Cuerno de Oro', esta playa es una de las más famosas de Croacia gracias a su capacidad para cambiar de forma. El tamaño y la longitud del banco de arena cambian con cada marea. Esta tierra de guijarros forma una caminata perfecta desde la cercana ciudad de Bol. Una vez llegas al agua, puedes ver a los windsurfistas y kitesurfistas navegando en olas del mar Adriático o simplemente hacer una pacífica siesta a la sombra de los pinos.

Esta hermosa playa en la península de Stokksnes de Islandia es ideal para fotógrafos y exploradores cuyos objetivos van más allá de tomar el sol. La arena volcánica de color negro azabache de la playa de Stokksnes tiene que verse para creerse, en especial la montaña Vestrahorn, conocida por los lugareños como la montaña 'Batman' por sus picos triples en forma de murciélago, que se asientan en lo alto. Esto probablemente sea lo más cerca que estés de sentir que estás caminando en otro planeta.  

'La playa de la Concha', cuyo nombre proviene de su forma curva, es la joya de la corona de San Sebastián. Después de probar mariscos locales en las calles de la ciudad vasca, un excelente destino gastronómico, dirígete a este pintoresco paraje de arena. Deja las tapas y camina junto a los lugareños que regularmente pasean por esa arena dorada, disfrutando de las vistas panorámicas de la ciudad y la isla de Santa Clara.

Tienes muchas opciones de playas perfectas entre las que elegir a lo largo de la costa de Pembrokeshire en Gales, pero podría decirse que la más bella es Barafundle. Sigue un camino pasando por los nenúfares de Bosherston Lakes y tropezarás con las cálidas arenas doradas de esta gloriosa bahía en forma de media luna. El agua aquí es tranquila y segura para bañarse, por lo que es ideal para familias con niños. Y la falta de acceso por carretera significa que siempre hay mucho espacio.

Se tarda un rato en llegar a Voidokilia, que está escondida en un camino estrecho y lleno de baches en la región del Peloponeso en la Grecia continental, pero es un tesoro que vale la pena buscar para nadar y bucear en sus aguas turquesas, caminar entre las dunas o saltar al mar desde rocas altas. Dato curioso: los lugareños dicen que las dunas que rodean esta playa con forma de jarrón forman perfectamente la letra griega Omega (Ω).

Visitar la tranquila isla sin coches de Porquerolles, una de las tres idílicas Iles d'Hyères en la costa sureste de Francia, es un verdadero soplo de aire fresco (perfumado con el pino y el eucalipto nativos de la isla). Alquilar una bicicleta es la mejor manera de ir de playa en playa por la isla pero, sin duda alguna, la playa de Notre Dame es una de las mejores, una bahía arenosa que parece sacada directamente de una postal de vacaciones, con barcos flotantes en el horizonte.

Dicen que aquí hay sirenas. Escondida en la península de Lizard, en el extremo sur de Cornwall, esta playa que ha sido pintada muchas veces tiene arena, rocas altas para trepar, cuevas ocultas para descubrir, y la Mermaid Pool ('Picina de Sirena'), el paraíso verde cristalino para los nadadores curiosos. También hay un café ecológico que sirve tés y 'scones' al lado de la playa. 

La costa más bonita de Sicilia tiene unas vistas preciosas. Recorriendo la playa de guijarros de Isola Bella, bordeada de relajantes restaurantes de mariscos, se pueden contemplar las aguas cristalinas del mar Jónico hasta Isola Bella, el pequeño islote verde que lleva el nombre de la playa. Camina hacia la isla cuando la marea esté baja para explorar un encantador jardín con grutas y lugares medio escondidos.

Cuando vislumbras Cala Macarella por primera vez, sorprende el color azul brillante de sus aguas. Esta encantadora cala menorquina vive su mejor momento a principios de otoño, cuando el agua todavía es deliciosamente cálida pero las multitudes de las vacaciones de verano ya se han ido. Después de un chapuzón, sigue el camino de la costa a través de los pinos hasta la cala Macarelleta, más pequeña pero igualmente encantadora.

Noruega puede evocar imágenes de profundos fiordos y montañas vertiginosas, pero vale la pena irse lejos de sus picos icónicos y dirigirse a las islas Lofoten para buscar la bahía más grande, la enorme (y enormemente atractiva) Haukland de Noruega. Este lugar es conocido como un "paraíso ártico", donde el agua fría pero clara es de color verde cristalino, la arena es blanca y las montañas altas se elevan directamente desde el agua.

La arena es tan blanca y el océano tan claro en la pequeña isla de Vatersay –en las Hébridas Exteriores de Escocia–, que cualquier podría pensar que está en el Caribe, hasta el momento en el que sumerge un dedo en las aguas siempre frías. Esta extensa bahía rodeada por dunas de arena es una de las playas más soñadas (y más aisladas) de Escocia.

Esta bonita playa de guijarros en el sur de Francia era la favorita de Matisse, quien solía esbozar las vistas desde el camino del acantilado sobre el mar. Milagrosamente, todavía es un lugar secreto y a menudo es tranquilo y está medio vacío a pesar de tener solo 100 metros de largo. El camino del acantilado es perfecto para pasear a una altura elevada antes de volver a bajar para un merecido chapoteo en el mar.