“Barcelona es la ciudad favorita de los franceses”, escribe Virginie Despentes a la tercera parte de 'Vernon Subutex'. Y las estadísticas le dan la razón: Francia ocupa el tercer lugar del podio de los países que más nos visitan, detrás de los Estados Unidos y el Reino Unido. De donde proviene este deleite por nuestra casa? Para Despentes, los franceses, pero sobre todo los parisienses, sienten fascinación por la idea de “vida dulce” que ofrece Barcelona. “El ritmo es mucho más calmado, la gente, más relajada y tranquila, el solo...”: nuestra ciudad es totalmente el contrario que París, según la autora. Funcionan como ciudades casi complementarias: “El que te falta cuando hace demasiado tiempo que estás en Barcelona, lo tienes en París”. Un yin y yang que encajados ofrecen la perfección. Bingo!
Desde hace unos diez años, Virginie ha vivido temporadas en Barcelona. Empezó a venir porque vivía su anterior pareja, Paul B. Preciado, y después, su actual nòvia también residía. Durante sus estancias barcelonesas escribió la mayor parte de la trilogía 'Vernon Subutex'. Entre el Besòs y el Llobregat, la autora francesa ha encontrado inspiración y tiempo: “Para escribir es perfecto: cómo que no conozco tanta gente es mucho más fácil cerrarme, concentrarme y trabajar”. Ser la pareja de alguien que escribe no es la bomba, advierte: “Escribo tres o cuatro horas al día, pero estoy cerrada mucho más, porque el hecho de escribir en si mismo no es lo más importante de la escritura. El más importante es el tiempo en que no haces nada, pero vas madurando la historia. Alguien cómo yo está prácticamente el día entero en casa”.
La Virginie tiene manías a la hora de hablar de lugares concretos, sobre todo de los más pequeños. Una recomendación benintencionada puede acabar con la magia de un local cuando se llena de paseantes. “En Barcelona tenía la sensación que cada vez más y más espacios estaban abiertos únicamente para turistas –valora–. En París no tienes esta sensación: aquí los lugares están abiertos para ricos. Es otro tipo de problema. París es para la gente que tiene mucha pasta, y Barcelona para los que no viven”. Más diferencias entre París y Barcelona, pero, en este caso, el punto es favor de la nuestra. Le encanta la relación que tenemos con la poesía y considera que disfrutamos de una oferta poética muy interesante, no únicamente en espacios concretos, sino en actividades y recitales que se repartem por diferentes puntos de la ciudad. Recomienda especialmente los espectáculos de poesía, performance y música que Alicia García Núñez hace con el colectivo VOCDAT. “Las he visto unas siete u ocho veces y cada vez ha sido exquisito”, recuerda. También menciona Eduard Escoffet – “es súper potente”, asegura– y sus espectáculos en que combina lecturas de poemas con música.