* "Al pasar frente al bar Delicias escuchó piropos indecentes de una vulgaridad que, sin embargo, no conseguía ahogar una nota plañidera, triste".
El Pijoaparte es previsible. No dice dónde vive pero todo el mundo sabe dónde encontrarlo. "En el bar Delicias, junto a la estufa y jugando a la manilla con tres jubilados". De vez en cuando, envía un chaval a buscar un paquete de Chester. En el interior de un coche, una rubia que le ha venido a buscar se pone color. Ahora Teresa tendría más problemas de aparcamiento pero las tapas aún lo valen. Especialmente las bravas de dos colores, secreto de la casa.
Mühlberg, 1 T. 93 429 22 02
* "Desde la cumbre del Monte Carmelo y al amanecer hay a veces una ocasión de ver surgir una ciudad desconocida bajo la niebla, distante, casi soñada".
La madre de Teresa Serrat creía que "el Monte Carmelo era algo así como el Congo, un país remoto e infrahumano con sus leyes propias, distintas". Prejuicios de una burguesía que no mira bajo las alfombras ni detrás, en la periferia. Hace mucho tiempo que el Carmel es un barrio 'normalizado' del distrito de Horta-Guinardó. Hay que decir, además, que nunca fue el Congo. Mejoran los accesos y las prestaciones en un barrio los vecinos del que todavía 'van a Barcelona'. Voluntad de ser una barriada más pero con identidad propia dada especialmente por la orografía. El puente de Mülhberg, los antiaéreos, la iglesia de la Virgen del Carmen (de ahí el nombre del barrio y de la montaña). Ahora también disfrutan de la espléndida Biblioteca municipal El Carmel-Juan Marsé (Murtra, 135-145; T. 93 407 28 70). Está especializada en la obra de Marsé y en novela barcelonesa. Construida sobre un antiguo vertedero de basura, es motivo de orgullo en un barrio ya orgulloso. Fue inaugurada en 2003.
* "Señala con el dedo un vetusto balcón del otro lado de la calle junto al metro de Fontana. Recuerda ahora a su padre en el herrumbroso balcón llorando".
'Caligrafía de los sueños'. La escena nos muestra a un niño de pocos años y su padre en un balcón de Gran de Gràcia delante de el metro de Fontana. El hombre tiene un puro en la boca. Apagado. Quizás ni lo ha encendido. No importa. En un momento determinado el hombre empieza a llorar. Sin hacer ruido. El niño se da cuenta y por mimetismo también llora. En la calle Gran de Gràcia las tropas del general Franco desfilan hacia el centro de Barcelona. Juan Marsé es un maestro porque hace cosas así. Puede ser tierno pero nunca sentimental. Directa en el golpe seco. Sin clichés ni lugares comunes. Nada es gratuito en su prosa. Hace parecer sencillo el sentido complejo de nuestras relaciones, el juego de espejos que nos rodea. Y generalmente dice más sobre la derrota, sobre la fraternidad, la amistad o la traición que la mayoría de escritores en novelas enteras.
* "De pronto se acordó del Tibet y cogió un taxi. Naturalmente: si estaba en Barcelona ¿dónde podía esperarle sino en el Tibet, cerca del Carmelo?".
Esta vieja torre de los años 30 reconvertida en restaurante es el único del que, cree Pijoparte, puede presumir el barrio. Por eso cuando quiere invitar a Teresa a cenar es la primera y única opción. El Tíbet está regentado por la familia Sala desde siempre o casi. Decoración rústica –"falsa cabaña, troncos barnizados, techos de paja, luz embotellada"– ofrece cocina catalana, sencilla, casera, de toda la vida.
Ramiro de Maeztu, 34 T. 93 284 50 45
* "El Capitán Blay a veces tenía ganas de resignarse a ser nadie tomando el sol tranquilamente sentado en un banco en la Plaza Rovira".
El territorio de Marsé a la parte más importante de sus novelas son los barrios del Carmel, el Guinardó –"maldito barrio de sube y baja y escóñate"– y Gracia. La pañería de Java ('Si te dicen que caí') se encontraba en la calle Secretari Coloma. Uno de los personajes más maravillosos de nuestro hombre, el Capitán Blay en 'El embrujo de Shanghai', vive en el número 8 de la calle San Salvador. Aunque tiene la costumbre de olvidar su identidad ("Oye, chaval dime cómo me llamo y donde vivo porque lo he olvidado"). En el fondo, viejo y cansado, narcotizado por el olvido y el hedor de gas de la calle, aspira sólo a ser nadie. Eso sí, un nadie que toma el sol sentado en un banco de la plaza Rovira. Muy cerca está la comisaría de Lesseps de Ronda del Guinardó. Y también el cine Roxy, con el interior lleno de fantasmas. Todo esto lo asegura en un cuento Marsé y también, en música, otro superhéroe de barrio: Joan Manuel Serrat. Por cierto, en la película de Trueba el personaje del Capitán Blay lo interpretó Fernando Fernán Gómez: nunca encontraremos a un Blay mejor.
* "Sarnita y su madre se fueron unos días al pueblo, vestidos de luto los dos: el padre había aparecido colgado en la portería del campo de fútbol del Europa".
Los niños feroces y los jabalíes bajan de vez en cuando a la ciudad. Desde sus montañas, barracas y familias. Tanto vienen atraídos por el olor del dinero como por los sueños. Bajan hasta la plaza Lesseps, se meten en el barrio de Gracia y la fuerza totémica del estadio del Europa CF les atrae. Este club fundado en 1907 es de los pocos que aún existen en el interior de la ciudad. En 'Si te dicen que caí' los peligrosos "kabileños del Carmel merodeaban por los alrededores del campo de fútbol de Europa y los descampados de la calle Cerdeña". Pero eso no es todo. Como en algunas de las pelis de sesión doble del sábado en el barrio también han colgado un hombre. Pero en Barcelona en los años 40 hasta los árboles están enfermos, humillados, envejecidos. Quizá por eso el padre de Sarnita ('Si tiene dicen que caí') lo cuelgan de una de las porterías. Juega al rojo y pierde.
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