1. Como una lagartija
Entre las muchas propiedades que tiene el sol, sabemos que mejora la salud de los huesos, la cardiovascular, disminuye el riesgo de sufrir algunas enfermedades inmunológicas y también mejora la salud mental. Es decir, nos pone de buen humor. Barcelona es una de las ciudades europeas con más luz solar, pero en otoño se estima que perdemos tres minutos de sol al día. Si no queréis caer en una depresión estacional, salid al aire libre y que el sol os acaricie la piel y os dé calorcito. Las opciones son múltiples: hacer el vermut en una terraza de la Barceloneta, hacer deporte en el parque de la Ciutadella, un pícnic en Montjuïc, pasear por la playa y poner los pies en remojo...