South of France Hotels, Hotel Les Roches Blanches, Time Out France
Courtesy: Booking.com
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Los mejores hoteles en el sur de Francia, desde la Riviera Francesa hasta Tolón

¿Buscáis vivir el mejor verano de vuestra vida? Desde costas idílicas hasta paisajes pintorescos… ¡El sur de Francia lo tiene todo!

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En un lugar donde las lluvias son escasas y que a menudo se describe como el patio de recreo de los ricos, el sur de Francia destila elegancia en cada uno de sus numerosos pueblos y ciudades. Pero el lujo no siempre se paga caro -se pueden encontrar gangas si se dedica suficiente tiempo en buscarlas- y, buenas notícias, el país también alberga una sorprendente cantidad de lugares preciosos más económicos que no acabaran por fulminar vuestra cuenta bancaria. Os damos un adelanto: desde el icónico puente inacabado en Aviñón y las escenas llenas de estrellas en Cannes hasta el paraíso de los súper yates de Saint-Tropez. Como veis, un confeti de opciones para todos los gustos. Independientemente de lo que os lleve al sur, seguro que os entretendréis sin fin. Como somos muy generosos, os hemos hecho el favor de haceros una lista de los mejores hoteles para alojaros cuando visitéis el sur de Francia. Ahora ya tendréis plan y lugar para poder llevarlo a cabo.

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¿Quién hace la selección? Aunque puede que no nos hayamos alojado en todos los hoteles que figuran a continuación, hemos basado nuestra lista en las mejores reseñas para encontraros las mejores estancias. Este artículo incluye enlaces de afiliados. Estos enlaces no tienen influencia en nuestro contenido editorial. Para más información, consultad nuestras directrices de afiliados.

Los mejores hoteles del sur de Francia

1. Domaine Amourella en Lambesc, Costa Azul

Cuando se trata de la Riviera Francesa, es fácil encontrar un puañdo de hoteles pintorescos -como el Domaine Amourella en Lambesc-. Ubicado a pocos minutos de la costa y a poca distancia a pie del pueblo local, este hotel recoge la esencia de lo que significa estar en el sur de Francia. El ambiente de villa tranquila de este hotel condominio se difumina con la estética de la Costa Azul, ofreciendo piscinas interiores y exteriores y habitaciones con televisores de pantalla plana, baños privados y una pequeña cocina -si así lo preferís-. Podréis disfrutar de un desayuno buffet cada mañana antes de hacer senderismo por los alrededores. Confiad en nosotros, vale cada centavo.

¿El rollo? Una escapada tranquila.
¿Puntos a favor de la ubicación? La guinda de este pastel, además de que está amueblado con mucho gusto, es que está rodeado de un entorno natural de escándalo (con diferencia). Está hecho para disfrutar del sol: entre olivares y viñedos, e incluso podréis relajaros en su piscina natural al aire libre. Una delicia.
¿Rango de presupuesto? Nos encanta el lujo asequible.

2. Althoff Hotel Villa Belrose en Saint-Tropez

No es gratuito que Saint-Tropez haya sido la preferida de muchos artistas -como Briggite Bardot o Juliette Greco- y sea conocida por su estilo de vida de caché. ¿Las razones? Las colinas ondulantes al horizonte del océano y algunas de las mejores oportunidades para ir de 'shopping'. Y pasar unas noches en el Althoff Hotel Villa Belrose es el perfecto ejemplo de una buena compra. Ubicado en las colinas de la Riviera Francesa -a cinco minutos en coche del corazón de Saint-Tropez-, este impresionante hotel os deslumbrará con perspectivas al océano desde la terraza de la piscina, cocina gourmet en el restaurante del hotel y unas habitaciones que vienen con terrazas privadas, baños de mármol, televisores por cable y Wi-Fi gratuito. No es que vayáis a estar dentro mucho rato, pero está más que claro que los descansos que hagáis en el hotel serán un gustazo.

¿El rollo? Gloriosamente chic.
¿Puntos a favor de la ubicación? Vistas vertiginosas de la bahía de Saint Tropez.
¿Rango de presupuesto? Barato no es, pero si no os importa gastar, no hay otro igual.

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3. Hôtel Les Roches Blanches en Cassis

Aunque Cassis es el primo menos conocido de Marsella, es muy posible que le llegue a los talones en belleza y, sin disputa, es más tranquilo en comparación con la ciudad. Es un pueblo pesquero y sus calles se colman de mercados ambulantes todos los martes y viernes. Si queréis ir y triunfar, otra parada obligatoria son las Calanques de Port-Miou -donde se encuentran las costas rocosas y los barcos del puerto-. En cuanto al hotel, Les Roches Blanches prácticamente se vende solo con sus vistas. Pero queremos contaros un poco más: mucha clase, un restaurante en la terraza, spa y una piscina infinita con panorámicas hacia a la costa -perdonad la redundancia, pero es para que quede bien claro-. Exquisito.

¿El rollo? Vistas sublimes al borde del acantilado.
¿Puntos a favor de la ubicación? Una mansión de estilo antiguo que fue hecha a la medida de una escapada romántica de cuento -o eso parece-. La propiedad da acceso directo al mar, el lugar perfecto para una proposición (lo dejamos en el aire...).
¿Rango de presupuesto? De etiqueta, pero a precio de lujo.

4. Hotel de La Plage en Biarritz

¿Buscáis un hotel frente a la playa en la costa vasca francesa? Dejad de hacerlo: el Hotel de La Plage es el indicado. Ubicado en Biarritz -el destino surfero más legendario del sur de Francia-, el moderno La Plage ofrece a los huéspedes panorámicas al litoral, decoración ecléctica y escenarios fotogénicos susceptibles de una multitud de ‘likes’ en Instagram. Todas las habitaciones vienen con televisores de pantalla plana, Wi-Fi gratuito y baños privados -tan completos, que incluso encontraréis artículos de tocador-. Todo lo que os quedará por hacer es poneros el traje de baño, agarrar la toalla de playa y bajar a la costa para un día de sol, mar y algo para beber (más fácil, imposible).

¿El rollo? Viaje épico con los amigos.
¿Puntos a favor de la ubicación? Lo llaman la 'burbuja de la serenidad' y no podríamos estar más de acuerdo. Cerca del centro de Biarritz, el Hotel de La Plage es puro relax e infinitos ventanales de cara a la montaña.
¿Rango de presupuesto? ¡Estáis de suerte! Una ganga.

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5. Hôtel and Spa Les Mouettes en Argelès-sur-Mer

Si la sostenibilidad es vuestro mantra a la hora de viajar, el Hôtel and Spa Les Mouettes será la niña de vuestros ojos. Poniendo en el centro los productos de origen local, la contratación local y el uso de productos de limpieza respetuosos con el medio ambiente -entre otros detalles, como iluminación y aire acondicionado de bajo consumo- este hotel ecológico da en el blanco. También demuestran que la sostenibilidad no tiene por qué ser a expensas de la comodidad, ofreciendo una piscina climatizada, jacuzzi y spa -así como un desayuno buffet servido, religiosamente, cada mañana-. ¿La mejor parte? Al despertaros, pedid lo que sea desde la habitación, que os lo traerán a la mismísima cama.

¿El rollo? Moderno y limpio.
¿Puntos a favor de la ubicación? No sólo gozaréis del lugar, un pueblo apartado del mundo; el viaje en carretera para llegar hasta allí es también una experiencia en sí misma. Los perros y gatos son bienvenidos y sin gastaros ni un euro extra.
¿Rango de presupuesto? Un fin de semana a lo grande a precio de bolsillo.

6. Five Seas Hotel en Cannes

A pocos pasos de las apoteósicas playas de La Croisette, el Five Seas Hotel se reparte el pastel del lujo y la buena localización a mitades. Las habitaciones y suites vienen completamente equipadas con todo lo que esperaríais de un hotel de cinco estrellas -albornoces y zapatillas forman parte del kit- y un desayuno continental gratuito disponible en la sala del almuerzo. Si os apetece un poco de cuidado personal, el hotel cuenta con un spa 360º: un hammam, dos saunas y una fantástica sala de relajación que satisfará todas vuestras necesidades de mindfulness. Pero la verdadera estrella del espectáculo tenía que ser la terraza en la azotea con vistas a Cannes -ideal para dejarse acariciar por el sol en la piscina, mientras uno se toma un Aperol Spritz (o dos…)-.

¿El rollo? Fresco contemporáneo.
¿Puntos a favor de la ubicación? Cerca de la estación de tren de Cannes (muy práctico), mientras flotáis en la burbuja de la intimidad y el lujo.
¿Rango de presupuesto? Bastante decente para una estancia corta.

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7. Hôtel du Couvent en Niza

Niza ha sido la cúpula de lo ‘chic’ durante generaciones y este hotel de belleza casi insultante mantiene esa reputación viva (adaptada a los tiempos modernos). Decorado con una selección zen de tonos taupe, madera de playa y blancos mielados que calman el alma, es todo un desafío al Maximalismo contemporáneo. Y aún falta lo mejor: todo este estilo se combina con un contenido bien pensado, por lo que cada habitación se convierte en ‘utilizable', haciéndoos sentir como en casa. Los pequeños extras incluyen un Club Infantil (¡hurra!), un spa con hammam y un estudio de movimiento diseñado específicamente para ejercicios de suelo como el yoga.

¿El rollo? El uso de una paleta neutral, rezumando infinita elegancia.
¿Puntos a favor de la ubicación? Para tirarse de cabeza a la atmósfera calmante del casco antiguo.
¿Rango de presupuesto? Las cinco estrellas hay que pagarlas, pero, por suerte, al precio más bajo. 

8. Hotel De Cambis en Aviñón

Famosa por su infame puente, Aviñón es un lugar que da para mucho. Y si buscáis acción, el Hotel De Cambis os va como anillo al dedo, situado en el corazón de la ciudad. Admite mascotas y os pone a vuestra disposición habitaciones con aire acondicionado, Wi-Fi gratuito, televisores de pantalla plana, escritorio y baños privados. ¿La parte más dulce? El desayuno buffet por la mañana, para tomar un bocado (en realidad, unos cuantos) con la calma, antes de salir a afrontar un largo día lleno de rutas por la ciudad. Otras comodidades que enamoran: servicio de limpieza diario, servicio de conserjería las 24 horas y está a solo ocho minutos del aeropuerto de Aviñón-Provenza. ¿Un buen trato, no os parece?

¿El rollo? Interiores marcados por los tonos vino.
¿Puntos a favor de la ubicación? El placer de vivir unos días dentro de un edificio antiguo, rodeado de un encanto medieval solo a unos pasos de distancia.
¿Rango de presupuesto? Más que un chollo.

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9. Arome Hotel en Niza

Plantado sobre el eje neurálgico de Niza, el Arome Hotel está especiado con altas dosis de suntuosidad. Todas las habitaciones están equipadas con aire acondicionado, televisores de pantalla plana y Wi-Fi gratuito, junto con una decoración contemporánea y baños privados, muy completos, con artículos de tocador de cortesía. El desayuno clásico francés está incluido a primera hora: un croissant y un café, el comienzo perfecto para empezar un día recorriendo las atracciones cercanas, como el Museo Villa Massena, a solo 300 metros. Dada la ubicación central del hotel, hay muchos cafés, bares y restaurantes para elegir a un tiro de distancia.

¿El rollo? Sofisticado y con mucho rollo.
¿Puntos a favor de la ubicación? A los huéspedes les encanta por su ambiente amigable, su calidez y autenticidad. Además, en un santiamén estáis en el paseo marítimo y no hace falta que uséis otro transporte más que vuestras piernas.
¿Rango de presupuesto? No está mal.

10. Grand Hôtel Thalasso and Spa en Saint-Jean-de-Luz

¿En busca de un gran hotel en medio del bullicio de Saint-Jean-de-Luz? El Grand Hôtel Thalasso and Spa lo tiene todo. Desde la sauna y la piscina interior de agua -un manantial de bienestar- hasta el aclamado restaurante y bar del hotel. También es muy céntrico. Las habitaciones están insonorizadas y tienen aire acondicionado, además de Wi-Fi gratuito y televisores de pantalla plana -y atentos, porque incluso algunas habitaciones se abren, entre ventanales, al océano-. Allí siempre será la hora de bajar a por un café local y ver pasar el mundo durante un buen rato. Así es como mejor se descubre este pedazo de Francia.

¿El rollo? Un clásico. Y con mucho lujo.
¿Puntos a favor de la ubicación? Cuidado, porque no querréis salir de este resort idílico frente al mar: vistas de acantilado al litoral vasco y un ambiente más que acogedor.
¿Rango de presupuesto? Para todos los presupuestos. ¿Cómo? La clave está en cuándo reservas.

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11. Hôtel Les Corallines en La Grande-Motte

Este hotel y spa frente al mar en el sur de Francia es para volverse locos: habitaciones contemporáneas asequibles (relativamente hablando) y equipadas hasta el colmo, con máquinas de café, minibares y baños privados en las suites. En cuanto a la playa, bueno, está a solo un minuto a pie del hotel -aunque si no os apetece ensuciaros de arena, mejor hacerse un chapuzón en la piscina de agua salada-. Las panorámicas al océano desde la terraza son para flipar en colores, especialmente cuando hay algo de helado rondando por la mano.

¿El rollo? ‘Vamos a la playa, oh, oh, oh, oh, oh’.
¿Puntos a favor de la ubicación? Muy playero… Y después poned rumbo al spa para escoger el tratamiento que más os recargue el alma. También hay una barbería en el hotel, por si os da por un corte rápido.
¿Rango de presupuesto? Lo que vale una escapada económica frente a la playa.

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