Una chica, un soldado y dos gatos
El gato más barcelonés es, sin duda, el de la famosa fuente de Montjuïc donde, según la canción, festejaban una chica y un soldado. La fuente se encuentra dentro de los jardines de Laribal, y dice la leyenda que el nombre proviene porque fue hallada en 1855 por un gato. En cualquier caso, de la cabeza de un gato mana el agua, en el centro de lo que simula ser una cueva natural. Fue en 1918 cuando Josep Puig i Cadafalch reurbanizó los jardines de la fuente, que ya era lugar de encuentro y esparcimiento de los barceloneses. Puig i Cadafalch construyó un edificio justo al lado para albergar un restaurante. El edificio está presidido también por la silueta de un gato que sobresale de la fachada. En breve el edificio reabrirá como restaurante bajo la gestión del Grupo Confiteria.