Escapada al Maresme: actividades en familia

Debemos empezar nuestras aventuras yendo a encontrar la carretera que une Dosrius con Canyamars, porque en un desvío, y adentrándonos en el Parque Natural del Montnegre-Corredor, encontraremos el camino al Rukimon, un espacio donde conviven todas las razas de burros de la Península. Una vez en el lugar, veréis como enseguida os haréis amigos de este animal tan dócil. La empresa organiza paseos familiares a lomo de los burros, fiestas de cumpleaños, rutas infantiles, senderismo... Un lugar, pues, donde pasar una buena tarde y empezar con buen pie (o quizás deberíamos decir buena pezuña) la escapada.

El único puerto pesquero de la comarca del Maresme se encuentra en Arenys de Mar. Es un placer pasear al lado de las embarcaciones, ver las redes esperando para salpar, observar cómo van o cómo llegan los barcos acompañados de las gaviotas, asistir a la subasta de pescado... Pero más allá de este ambiente bucólico, en el puerto también se ofrecen actividades náuticas, como embarcarse en un velero, kayak, participar en un curso de iniciación al buceo, alquilar una barca con patrón... Una buena y original opción si se va con la familia es la salida de pesca familiar, de una duración de cuatro horas y con baño en mar abierto incluido.

A la hora de comer, en el mismo puerto hay numerosos y excelentes restaurantes que, como os podéis imaginar, están especializados en cocina marinera y con pescado recién salido de las aguas.

Seguimos en Arenys de Mar, pero ahora pisando tierra firme. La población forma parte de la Red de Municipios Indianos, y veremos claramente el por qué dando un paseo desde lo alto de la villa y siguiendo el curso de la famosa 'riera' para descubrir su legado indiano a ambos lados. De Arenys partieron un buen número de indianos; ya sabéis, aquellas personas que en los siglos XVIII y XIX cruzaron el Atlántico en busca de un futuro mejor y, si el viento soplaba a favor, incluso hacerse ricos. Muchos lo consiguieron, y al volver a casa se construyeron grandes mansiones, algunas de las cuales hoy todavía son habitadas, y otras forman parte del patrimonio municipal.

Quizás el indiano más famoso de Arenys fue Josep Xifré, sí, el de los porches de Barcelona, ​​y que a su villa natal legó un hospital para pobres, edificio de grandes dimensiones y donde tiene el mausoleo. Es sin duda uno de los platos fuertes de esta ruta que se propone, pero también hay que conocer, entre otros, el Asilo Torrent, el palacete El Paraíso, o can Còrdova. No olvidéis tampoco de acercaros al cementerio de Sinera, precioso en su conjunto, aquel que inmortalizó con sus versos Salvador Espriu, y que tiene estrecha relación con el paseo que hemos hecho esta tarde, ya que algunos de los panteones más majestuosos guardan el descanso eterno de indianos areñenses.

Y en los mismos siglos que los indianos se iban a América, muchos maresmenses que se quedaban se ganaban la vida en la industria textil, uno de los grandes motores económicos de la comarca durante décadas. Buena muestra de ello es, en la antigua Fábrica del Gas de Premià de Mar, el Museu de l'Estampació, el único museo en España especializado en la estampación textil. Así que os proponemos que esta mañana vayáis allí, y podréis conocer en él la historia de la técnica, la química y el arte de la estampación manual, así como la industrialización del proceso de estampación. Ciertamente una visita muy didáctica que se inicia con las ropas de indianas que llegaron en el siglo XVIII en Cataluña y fueron el origen de nuestra revolución industrial, y que incluye la exposición de vestidos, dibujos, moldes o herramientas originales de cada etapa evolutiva del sector.

Ya a fuera, os recomendamos dar una vuelta por la población, y así conocer su iglesia de San Cristóbal, edificios de estilo neoclásico como la masía Ribas, o ejemplos novecentistas como can Roure. Además, hace dos años Premià de Mar vio nacer su Museu Romà, que muestra la parte que ha salido a la luz de una singular finca octogonal situada en una villa romana, finca que habría servido, primero, como pabellón de recibida de algún personaje bien situado socialmente, y luego como centro de producción vitivinícola.

Y ya que en Premià de Mar hemos visto espacios relacionados con los romanos y la producción vitivinícola, nos queda muy cerca, en Teià, el interesantísimo Vallmora, Centre Enoturístic i Arqueològic, que liga a la perfección lo uno y lo otro. Y es que los romanos esparcieron la producción de vino por este territorio, y en algunos lugares todavía se mantiene viva y con gran éxito, como en los terrenos de la D.O. Alella. En el Parque Arqueológico encontraréis bodegas de hace dos milenios, con cisternas, hornos para la fabricación de ánforas, y dos prensas reconstruidas tal y como eran y en el lugar exacto donde se encontraban. Un viaje al pasado antes de volver al presente y poner fin a la escapada.