Escápate a Vila-seca, la Pineda Platja: bienestar y diversión al lado del mar

Nada mejor para comenzar un fin de semana de desconexión que hacerlo cerca del mar, en la playa de La Pineda. Os proponemos que en primer lugar deis un agradable paseo junto al mar por los casi 4 kilómetros de playa, un entorno con un alto valor paisajístico y ambiental, tal como lo certifica la bandera azul de la Fundación Europea de Educación Ambiental. En la misma playa se puede contemplar uno de los símbolos más representativos de La Pineda: el grupo escultórico que lleva el mismo nombre. Los 24 metros de altura y 130 toneladas de peso de los ocho pinos que conforman esta obra, diseñada por el artista Javier Mariscal, embellecen el paseo marítimo simbolizando la sostenibilidad, la proyección y el urbanismo. Esta escultura, realizada en acero y cobre, ha permitido promocionar por todo el mundo el territorio de Vila-seca, La Pineda Platja, ya que su imagen fue adaptada como logotipo del Patronat Municipal de Turisme de Vila-seca.

Muy cerca, el grupo escultórico Marca d'Aigua recibe a los visitantes filtrando la luz y el viento. Realizada en acero, la obra del escultor Sergi Aguilar tiene como finalidad rendir homenaje al escritor y poeta Carlos Barral, y evoca al mar, al viento, la tierra y los caminos, marcando los cuatro puntos cardinales de la rosa de los vientos.

Para finalizar la jornada, podéis acercaros hasta el Parc del Pinar de Perruquet, un espacio natural de 2,5 hectáreas a pie de arena donde podréis pasear y relajaros mientras los pequeños se lo pasan en grande.

Tras una primera jornada relajante, tomad fuerzas y acercaros a descubrir Vila-seca recorriendo el Raval de la Mar, un gran vial de poco más de 3 kilómetros que permite tanto el tráfico rodado, como pasear tranquilamente o hacer la ruta en bicicleta. Al llegar al centro histórico, descubrid sus rincones llenos de historias a través de un itinerario marcado con códigos QR que os ampliarán información sobre cada monumento.

En el recorrido se encuentra el Parc de la Torre d'en Dolça, llamado así por la torre de defensa que se alza en medio del parque y que data del siglo XVI, donde podréis hacer una pausa para descansar un rato.

Si queréis pasar una tarde refrescante pero a la vez divertida, no podéis dejar de visitar el Aquopolis Costa Daurada, el parque acuático más grande de Cataluña y el único de la Costa Daurada que dispone de delfinario. Allí disfrutaréis del espectáculo de estos divertidos mamíferos e, incluso, podréis bañaros con ellos si lo reserváis previamente. Y, por supuesto, podéis deslizaros por increíbles toboganes y hidrotubos, así como relajaros en sus piscinas.

Y de las aguas más inquietas a la calma de los centros de bienestar y wellness. Relajaros haciendo un circuito de aguas en uno de los dos centros spa de La Pineda. Tanto en el Aquum como el Spalas del Hotel Palas encontraréis infinidad de instalaciones donde experimentar con sensaciones térmicas, cascadas, jacuzzis, saunas... así como zonas donde os harán diferentes tratamientos de salud y belleza. Toda una experiencia para vuestro cuerpo.

No podéis marcharos de Vila-seca, La Pineda Platja sin ir a PortAventura World y al nuevo parque temático: Ferrari Land. Sus seis áreas temáticas os transportarán a lugares tan exóticos como China, Polynesia, Far West, México, Mediterráneo o Sésamo Aventura. Cada una de las áreas mencionadas cuenta con numerosas atracciones, de diferentes intensidades, que os cautivarán tanto si buscáis emociones fuertes, como si simplemente queréis disfrutar del parque en familia. En total, más de 40 atracciones que se complementan con casi 15 espectáculos diferentes.

Si después de este intenso fin de semana todavía os quedan fuerzas para seguir descubriendo los rincones de uno de los lugares más bonitos de la Costa Daurada, recordad que también podéis visitar el Lumine Golf & Beach Club, un resort deportivo con más de 200 hectáreas , distribuidas en tres campos de golf donde disfrutar al máximo de este deporte; el Beach Club, un espacio con 8 piscinas tipo infinity y su restaurante Lumine, donde probar los exquisitos platos de la gastronomía de la zona; y las bodegas y los viñedos de Clos Barenys y Vinyes del Terrer.