Els Carrers són nostres

Por los alrededores del año 2000 en Barcelona, las circunstancias políticas, sociales y culturales propiciaron la convergencia de diversos fenómenos y movimientos: participantes de los movimientos sociales empiezan a ver en el grafiti no sólo una forma de incidir en el entorno de forma personal y unidireccional sino también una 'nueva herramienta de activismo, un vehículo de difusión de ideas y valores colectivos. Esta exposición, comisariada por Roc Blackblock con murales de cerca de 20 artistas urbanos muestra una parte de todo el alud creativo que impregnó nuestras calles, un anexo a la historia del graffiti en la ciudad condal, un paso adelante en las luchas por la transformación social.