1. Calle de las Egipcíacas
Dicen que María la Egipcíaca fue una santa que dejó la vida de pecado que llevaba para abrazar la vida monacal. En su nombre, el callejón que hay entre la calle del Carme y la del Hospital, a la altura de la Biblioteca de Cataluña, a mediados del siglo XVII se construyó un convento (el de las egipcíacas) donde se recluían las prostitutas que querían reconducir su vida. También cerraban a la fuerza las prostitutas durante las fiestas religiosas, para liberar a los buenos cristianos de su vista. Aquel convento, que más tarde se reconvirtió en prisión de mujeres, da nombre a la calle que hoy conocemos.