Descubre a los creadores

Conoce a los artistas que ahora mismo están llevando su creatividad al límite
Pol López
©Scott ChasserotPol López
Time Out en colaboración con Bombay Sapphire
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Chefs, bailarines, músicos, actores... ¡conoce a los creadores más innovadores de la ciudad!

Gastronomía

Jóvenes, creativos, talentosos... ¡y chefs!

Ahora que la gastronomía es el nuevo fútbol y que incluso aquel que no pasaba del huevo frito habla de esferificaciones, ahora, paradójicamente, es más difícil que nunca abrir un restaurante de autor. Si no eres Albert Adrià o Xavier Pellicer, no te respalda ningún grupo y sólo te mueven las ganas, el idealismo y la creatividad, vas a tenerlo complicado para convencer a una posible clientela cada vez más informada de que reserve mesa en tu local. Y no solamente porque sabemos más de gastronomía y la oferta es infinita, sino también porque la crisis nos ha obligado a ser más exigentes que nunca con lo que consumimos. Pese a las circunstancias adversas, el talento ha brillado en la Barcelona de la crisis en forma de nuevos chefs, que han conquistado los paladares más exigentes con una cocina de autor alejada del universo Michelin.
  • Italiana
  • Sant Antoni
  • precio 1 de 4
Nicoletta Acerbi y Toni Pol son una pareja de gastrónomos que siempre conocen aquel pequeño proveedor ubicado en cualquier rincón de Catalunya, aquel productor que acaba de empezar, comprometidos con el producto de proximidad y de temporada. Ella viene del periodismo gastronómico y él del mundo de la restauración, y, después de muchos años de aprendizaje sobre el terreno, decidieron abrir un restaurante y encargar al joven chef Paolo Mangianti que crease "una cocina de raíz mediterránea con toques italianos, con productos de aquí y también productos italianos que yo misma traigo", explica Nicoletta, orgullosa del certificado Slow Food de su local. Quien busque platos de pasta o pizza debe tener claro que Due Spaghi no es el lugar: "tal vez un mes encuentran unos espaguetis de cacao con gamba roja, mató y col, pero también tenemos segundos como el rape o el bacalao", afirma el chef. 
Sepúlveda, 151. 
93 503 19 30.
  • Cocina Internacional
  • El Poble-sec
  • precio 2 de 4
El venezolano Oswaldo Brito y el barcelonés Bernat Bermudo se conocieron estudiando en la Hofmann. Bermudo se fue dos años a Perú y regresó enamorado del festival de colores, texturas y sabores que es la cocina peruana, se reencontró con su ex compañero y juntos dieron forma al proyecto Mano Rota. Ambos coinciden en entender de la misma manera el concepto de fusión, eje vertebrador de su cocina: "poner soja en un plato no es fusión. La única manera de hacerlo bien es aplicar la filosofía de aquella gastronomía a tu plato", afirma Bermudo, que pretende "hacer cosas que la gente no haya probado nunca". El resultado es una propuesta gastronómica con un toque latino, pinceladas mediterráneas, sin sabores extremos, sorprendente y creativa. 
Creu dels Molers, 4 
93 164 80 41
  • Cocina creativa
  • Fuera de Barcelona
  • precio 2 de 4
Antes de que alguien utilice la expresión "L'Hospitalet es el nuevo Poblenou" o similar, si es que no se ha hecho ya, diremos que es cierto que los precios prohibitivos del centro han hecho que muchos chefs interesantes decidan comenzar la aventura en el extrarradio. Es el caso de Susana Aragón en el Ona Nuit de El Prat de Llobregat, o del argentino Pablo Carrizo en este establecimiento que recoge la experiencia de su chef en restaurants como La Terraza del Casino, elBulli, Quique Dacosta, Sant Pau, Berasategui y el Celler de Can Roca. 
Pablo hace una cocina de producto sencilla y sin parafernalia, que renuncia a las combinaciones rocambolescas de ingredientes y apuesta por la precisión y la intuición a la hora de crear platos como la pluma de cerdo ibérico con teriyaki y puré de boniato. 
Amadeu Torner, 41 (L’Hospitalet de Llobregat)
93 337 22 77
  • El Poble-sec
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Casa Xica 
La historia de Raquel Blasco y Marc Santamaría, dos barceloneses de 29 años, pareja, refleja bien ese concepto de self made people que tanto fascina a algunos. Ni son pijos ni vienen de familias del mundo de la restauración, se conocieron estudiando cocina, se fueron a vivir a Londres y recibieron el encargo de irse a vivir a Hangzhou (China) para abrir un restaurante español. Y lo hicieron con tanto éxito que acabaron abriendo dos, el segundo en Shangai. Tras la experiencia, abrir un restaurante en Barcelona fue coser y cantar. Sabían que querían una cocina con una vertiente asiática, pero una vez recolocados en la realidad catalana, vieron que "lo que salía era cocina de producto de España, uno de los mejores del mundo, pero con técnicas y sabores asiáticos". Si os enamoráis de algún plato, estáis condenados a sufrir: desaparecerá pronto de una carta que cambia constantemente. 
França Xica, 20 
93 600 58 58

Danza

¡Danzad, danzad malditos!

Cuatro coreógrafos, intérpretes y bailarines que combinan la cultura pop, la poesía, la electrónica e incluso el fútbol para hacernos bailar. Llegan para quedarse. Abrimos la pista de baile.

Pere Faura

Coreógrafo y bailarín formado en Amsterdam combina los referentes pop, la reflexión autoreferencial y la ironía en un espectáculo con un título tan sugerente como Sin baile no hay paraíso. Juego de palabras (y de concepto) con el conocido serial venezolano (versionado por la television española) 'Sin tetas no hay paraiso', donde los narcos son buenos y las streepers honradas.

Faura presenta un ejercicio de autocrítica humorística sobre el mundo de la danza y sus referentes. Un espectáculo que quiere ser una deconstrucción de cuatro solos emblemáticos impreso en un único cuerpo que interpreta parte de la memoria colectiva de la danza: La muerte del cisne de Maia Plissétskaia; Singing in the rain, el solo de Gene Kelly; You should be dancing, de Saturday night fever, bailado por John Travolta, y Fase de Anne Teresa De Keersmaeker y Michele Anne de Mey, de la compañía Rosas. El montaje, además, lejos de los "cisnes clásicos" (blancos o negros) se completa con audios extraídos de vídeos del YouTube en que bailarines amateurs hablan de su manera de vivir y entender la danza. Farsa y verdad. Tendremos que bailar para ver si seguimos “staying alive".

Sin baile no hay paraíso. CaixaForum. 20 de julio.

Vero Cendoya

"En un continente invadido por el fútbol, imposible vivir al margen. Esta vez, en vez de luchar contra nuestro adversario, nos unimos a él". Así define la coreógrafa y bailarina Vero Cendoya su 'Partida'. Ganadora del Premio de la Crítica por su montaje que combina fútbol y danza, Cendoya aspira a integrar más allá de competir. En un entorno donde la danza está minorizada y el fútbol gana por mayoría, la intérprete hace suya la máxima "si no puedes vencerlos, únete". Cinco bailarines y cinco futbolistas. Un campo de fútbol. Un árbitro. Reunidos en una peculiar partida con reglas propias. Una reflexión sobre la vida en 55 minutos de partida que se verá este verano en el Festival Grec y ya se ha “jugado” en FiraTàrrega y el Festival Sismògrafo de Olot.

La Partida. Mercat de les Flors. 21 y 22 de julio.

Mal Pelo

Dos personas que pasan los inviernos juntas, sin prisa, con el constante tira y afloja. Esperando el quinto invierno, el definitivo, el último. Mal pelo son desde el 1989 María Muñoz y Pep Ramis, ganadores entre otros del Premio Nacional de Danza 2009 que otorga el Ministerio de Cultura y el premio Nacional de Danza 2001, de la Generalitat de Cataluña. Combinan la música, la poesía, la escenografía y el juego de luces en trabajos que traspasan del espacio íntimo a la esfera pública. En 'El cinquè hivern', que se vio en el Mercat de les Flors este otoño, los cuerpos cautivos deambulan por una geografía íntima, suspendida entre el silencio y las voces que los acompañan. Las voces son los versos de Erri de Luca, poeta italiano autor de I pesci non chiudono gli occhi. Así, la compañía nos ofrece una reflexión, marcada por una expresión poética, sobre el paso del tiempo. A veces con los ojos cerrados, no como los peces.

Actualmente, la gente de Mal Pelo está girando su emotivo Siete Lunas, un encuentro sui generis en clave flamenca entre El Niño de Elche y María Muñoz, que se podrá ver en diversos festivales de verano en Francia y España.

loscorderos.sc

loscorderos.sc son un rebaño reducido formado por David Climent y Pablo Molinero, de Castellón y de la cosecha del 77, que nació en 2003. Su proyecto multidisciplinar propone la indagación en las reacciones más primarias del alma humana, y esto, aunque un poco bizarro, se consigue combinando técnicas y disciplinas escénicas diferentes, ya sea teatro textual, de objetos, danza, acrobacia, técnica de clown... rompiendo las fronteras entre unas y otras, y creando así el que ellos denominan Teatro Bastardo. Un teatro dirigido al instinto. En su último montaje estrenado a Temporada Alta son La banda del la fin del mundo, unos Nostredamus de nuestro tiempo que quieren acabar con la mezquindad del mundo y hacer la re-evolución acompañados de la DJ Miss Q... ¿Lo conseguirán? Quizás sería mejor que nos cayera un meteorito. Tabula rasa. Los podremos ver en diversos festivales a lo largo de todo el verano, entre ellos el Frinje madrileño, el 16 y 17 de julio, y en el Mercat de les Flors, en Barcelona, en el marco del Festival Grec, con su nuevo espectáculo 'Afasians' (del 2 al 5 de julio).

Música

Pequeñas discográficas: ¿héroes o locos?

“Creo que ningún acto heroico deja de tener un lado loco. Ser músico estos días es como entrar en un edificio en llamas con gente dentro y querer salvarlos a todos. ¿Es de locos o de héroes? A los músicos nos da igual si nos quemamos enteros, seguiremos en el camino. Es una necesidad”. Esta frase de la artista norteamericana afincada en Barcelona Tori Sparks resume el momento vital para músicos y discográficas locales ante una era en la que conviven el mundo digital con la industria musical tradicional y el formato físico. ¿Cómo se vive esta situación en la Barcelona actual?

La clave para los sellos: adaptarse
El paso de lo físico a lo digital para las discográficas es tan solo una evolución lógica en la que subsistir supone adaptarse y considerar lo digital como un complemento, no como un mal. El sello barcelonés BCore, con más de 25 años ofreciendo música independiente (y referencias como Joan Colomo, Alberto Montero o Futuro Terror), lo sabe. Aunque su responsable, Jordi Llansamà, confiesa utilizar también el formato digital, “para escuchar música desde el coche”. “Seguimos siendo editora y haciendo discos, solo que nuestras canciones están también en plataformas digitales y en todas las redes, pero lo hacemos como complemento a la venta tradicional”.
Algo diferente es el caso de Bankrobber, sello barcelonés formado por Marçal Lladó en diciembre de 2001 (Xarim Aresté, El Petit de Cal Eril, Mazoni): "Ya nacimos en plena era digital, de forma que nunca hubo grandes sobresaltos. Para nosotros la red es una vía de comunicación y tratamos de aprovecharla para que nuestra música viaje lo más lejos posible”. Bankrobber forma parte de una nueva generación de la industria musical que opta a su vez por diversificar sus servicios, siendo a la vez “sello, management y editorial”. Una alternativa que les mantiene bien vivos.

Publicar discos, ¿una necesidad?
Para Tori Sparks sí, pues se trata de "una reacción ante la idea de que todo tenga que ser barato o gratuito en lo digital. Es necesario editar discos y hacerlo en vinilo, tocarlos, apreciarlos… aunque tal vez menos copias”. Sin embargo, más allá del packaging, para Lladó lo que importa es el contenido: “vale la pena seguir publicando vinilos, cassettes, CD, Mp3 y lo que sea. Lo importante es que la música esté bien, el resto es packaging”.
Editar en físico tiene también su acepción romántica, pues como dice Josep Xortó (músico autoproducido con los míticos Critters) “es una satisfacción personal. Un sueño, una aventura”. Ramon Aragall (Els Amics de les Arts, Outer Space y, en solitario, con un disco editado por Discmedi) cree que aunque el protagonismo de las redes sociales es fulminante, la apuesta por estar en una discográfica sigue siendo útil: "las redes se han apoderado de todo. Quizás sigue teniendo un punto de prestigio estar dentro de un sello, y quizás algunos son tan exclusivos que ayudan a identificar el estilo de sus bandas. Pero Spotify y Youtube lo han cambiado todo y nunca volverá a ser lo mismo”.

Discográficas como ‘selectors’
De ese prestigio nos habla precisamente Llansamà: “muchas veces lo que ofrece una discográfica es que tiene una estructura, un circuito y un nombre, de manera que es más fácil para un grupo que fiche darse a conocer y que te conozcan en los sitios. También hace falta que el grupo sea bueno, claro. Pero la opción de la autoedición también es válida, hay grupos que ya lo han demostrado”, como es el caso de Adam Giles Levy, Ljubliana & The Seawolf, Elora, El Circo de las Mariposas o The Lucies, por poner sólo algunos ejemplos del panorama barcelonés.
Para Lledó, contamos también con una buena cantera local de sellos: “Desde el patriarca BCore, con 25 años a la espalda, hasta sellos do-it-yourself como El Mamut Traçut, Famèlic, Sones, El Genio Equivocado, Foehn, La Castanya, Boira Discos...”. Eso sí, según él en la escena local hay un problema de base que no se soluciona por más sellos o plataformas digitales que surjan: “que no hay nuevas salas de conciertos: había cuatro o cinco hace años y ahora seguimos teniendo las mismas.”

¿Paraíso o apocalipsis?
¿Es esta dualidad físico/digital una amenaza incluso para nosotros mismos? ¿Nos podemos atragantar con tanta oferta y ser incapaces de digerirla? Nos quedamos con la conclusión de Josep Xortó: "En la era digital cualquiera puede hacer su propia selección, sea buena o mala. Es como la televisión en los años 90: todos nos comíamos lo mismo porque no había otra cosa... Pues ahora puedes elegir menú, pero hay que hacerlo con cuidado para que no te acabe sentando mal.”. O dejar que otros lo elijan por ti, claro. Y para eso siempre nos quedarán las discográficas.

Teatro

Lo suyo es puro teatro

Barcelona cocina y refríe teatro en un año de imparables revelaciones e interesantes consolidaciones. Estos son algunos de los nombres que innovan y se arriesgan dentro del panorama teatral catalán. Una compañía, una performer, un actor y un escenógrafo: cuatro nombres para anotar en la agenda que van a dar mucho de qué hablar en el teatro catalán.

Insectotròpics: Cómprame, si puedes

Insectotròpics se consolida como una de las propuestas más punteras e innovadoras del panorama teatral catalán. Escaso texto y mucha imagen reunidos en un nuevo concepto: el "live cine". Cine en directo, superposiciones gráficas, proyecciones, actores dentro de un chroma, música e ilustraciones improvisadas durante las funciones, esto y mucho más ponen en juego “los insectos” cuando se los invita a actuar. Libertad creativa hecha de acción y reacción.

'Cómprame', su último espectáculo, una reflexión sobre el consumo y la investigación de la felicidad a través de aquello material, inauguró FiraTàrrega 2015, una de las ferias de las artes de calle con más proyección europea. El espectáculo, con toques “raveros” y con ganas de sacudir conciencias y caderas cuenta con colaboraciones como la del músico Tullis Rennie y el dúo Za! y la dirección de actores y puesta en escena de David Climent de loscorderos.sc. El próximo bolo será en Tallin, esperamos que pronto los “compren” en casa.

El próximo 2 de julio los podréis ver en el Fade Fest, el Festival de Arte Digital y Electrónica de Cellera de Ter, en una jam session de música, pintura y vídeo en directo.

Agnès Mateus, dándonos duro

Disparar una arma de fuego provoca las mismas reacciones químicas en el cerebro que un beso apasionado. Por eso Agnès dispara al público. Quizás así nos sentiremos menos protegidos a nuestras butacas. Espectadores estériles absteneos de este montaje donde se claman verdades y se denuncian las injusticias con nombres, apellidos y números de placa.
Agnès Mateus, perfomer y artista multidisciplinar, que ha trabajado con el Colectivo General Eléctrica, Roger Bernat, Rodrigo García y Juan Navarro, volvió a presentar su espectáculo 'Hostiando a Meste' año a Sala Hiroshima y en el  Ateneu Popular de Nou Barris. El montaje, la gran revelación del Antic Teatre en el Grec 2014, es un "cabaret con sierra eléctrica", donde la perfomer y periodista traslada su activismo al escenario para vencer la anestesia de la sociedad ante las injusticias y eliminar el ensimismamiento del público con creaciones políticas y reivindicativas. Si hay que despertarse a base de hostias...  qué así sea.

A la espera de una nueva entrega como directora, la podremos ver en su papel de actriz el en Teatre Poliorama, del 5 al 7 de julio, en la impactante 'Hazte banquero', un montaje de la activista Simona Levi. 

Pol López, astronautas, Shakespeare y perros polacos

Pol López es el actor del momento y este es su año.Así de claro. Actor incansable y protagonista de los dos montajes de más éxito de la temporada ('El curiós incident del gos a mitjanit' y 'Hamlet'), ha vuelto al Tetre Lliure de Montjuïc para interpretar a Christopher, el protagonista con Asperger del famoso libro de Mark Haddon. Y no sólo eso, porque tal ha sido el éxito de este montaje dirigido por Julio Manrique que habrá una tercera temporada este otoño en el Poliorama. López, de 30 años, ganador del Premio Ciutat de Barcelona 2015, quería marcharse a Polonia de Erasmus, quería adentrarse en el teatro polaco después de ver un montaje de Krystian Lupa y entender "que el teatro era aquello"·

Lástima que Julio Manrique lo llamara a para ser el mensajero de 'American Buffalo'. De Mamet a Shakespeare, López interpreta personajes atormentados y solitarios, que hacen de la búsqueda de la verdad el puntal de su existencia. Quizás, como desea Christopher, un día Pol se haga astronauta y se rodee de estrellas, mientras tanto lo podemos ver en el Lliure resolviendo un crimen con la humildad de quien hace el trabajo bien hecho, por el placer de hacerlo.

'El curiós incident del gos a mitjanit'. Teatre Poliorama. Del 27 de octubre al 20 de noviembre de 2016. 

Jose Novoa, todo por el dinero

La Brutal, la recientemente estrenada productora capitaneada por David Selvas, contó con este escenógrafo para su trilogía en el Teatre Lliure, la aclamada 'Tot pels diners'. Así, desde pisos de Poble-Sec en 'Cleopatra' hasta Las Vegas de 'Mammon', este escenógrafo impregna  todos sus proyectos de una aureola de cotidianidad y comodidad donde nada le sobra ni le falta al espectador más observador. De las formas simples pero indómitas de 'La Llista', donde una mesa y una silla se convierten en todo el imaginario cotidiano de Laia Marull, hasta las columnas y las alfombras de la Italia de posguerra de 'El Arte de la Comedia', pasando por los trucos de magia de 'Magic Tribut', la última producción del Mago Hausson en La Seca-Espai Brossa.

A Novoa no se le escapa nada. Y es que no todo es por el dinero.

El arte vive en BCN

Barcelona, capital del artisteo internacional

Barcelona es una capital mundial en muchos ámbitos. El clima, la gastronomía, la arquitectura, el mar, el ambiente y también la cultura son un reclamo demasiado potente como para ser ignorado, que ha atraído a muchos creadores que se han instalado en la capital catalana. En sus pasaportes figuran países de todo el planeta: Uruguay, Australia, Cuba, Inglaterra, Dinamarca, Perú… Preguntamos a algunos de ellos cuál es su relación con la ciudad y cómo les inspira a la hora de crear.

Philip Stanton (EE.UU.)

Sólo le traiciona su acento yanqui. Porque Philip Stanton ya es más barcelonés que estadounidense. Durante un viaje juvenil por Europa aterrizó a Barcelona. Corría el año 1987 y se quedó prendado de la ciudad y su energía creativa pre-Olimpiadas, de manera que decidió probar suerte aquí. Los inicios no fueron fáciles, pero su estilo propio en trabajos de ilustración, diseño y pintura ganó cada vez más adeptos. Desde entonces, sus creaciones se han podido ver en museos, en las páginas de los diarios locales, o incluso recubriendo la Torre Agbar, el Palau Robert, vallas publicitarias o la fachada del Aquarium de Barcelona. Vive y trabaja en Sarrià, un barrio del que es tan fan como de las patatas bravas del Bar Tomás.

Yamandú Canosa (Uruguay)

Este uruguayo que es casi catalán, porque llegó a Barcelona a finales de los años 70, pinta horizontes abstractos que enamoraron al mecenas que se lo trajo hasta la ciudad, pero él nunca ha querido que le etiqueten. A lo sumo, admite definirse así: “La complejidad es mi tema central, soy un quintacolumnista de la complejidad”. Le gusta hacer evolucionar su arte, “paisajes mestizos, entre el Atlántico sur y Barcelona”. Del carácter de la gente de este rincón del Mediterráneo, a Canosa siempre le ha impactado la ‘rauxa’, más que el ‘seny’, siempre le han fascinado Dalí, Brossa, Carles Santos, Perejaume, Albert Pla, Albert Serra… Artistas con un potentísimo mundo interior, como el del propio Canosa, que se siente en la ciudad como pez en el agua.

Wilfredo Prieto (Cuba)

Le llaman el “Duchamp cubano”, y sorprendió al mundo con un vaso de agua medio lleno en ARCO que nos sumía en las más profundas reflexiones metafísicas. Prieto es un artista que deconstruye la cotidianidad, ya sea un café con leche o una noticia de actualidad. Aterrizó en Barcelona hace 15 años, le fascinó la ciudad y sus gentes y decidió quedarse, sin saber que años más tarde su obra sería tan reconocida que viviría prácticamente en hoteles de todo el mundo. “Ahora ya no sé ni dónde vivo, pero siempre que puedo regreso a Barcelona”, nos cuenta. A reencontrarse con amigotes, frecuentar baretos de toda la vida y pedalear en bicicleta arriba y abajo por una ciudad en la que surgen gran parte de sus ideas.

Hannah Collins (Inglaterra)

Barcelona puede presumir de tener entre sus habitantes a todo un referente del vídeoarte y la fotografía. Se llama Hannah Collins (www.hannahcollins.net) y es una inglesa harta del clima de Londres que obliga a vivir de puertas adentro. En Barcelona, asegura, descubrió el placer de vivir de puertas afuera. Los que no estén muy metidos en el mundo del arte quizá puedan recordar uno de sus trabajos, pues lo vieron miles de personas en el Fòrum de les Cultures de 2004: una proyección sobre cinco pantallas en el edificio Blau que mostraba la vida de los gitanos de La Mina, desde conversaciones intrascendentes y niños hablando de canarios, hasta confesiones de una novia que iba a casarse o un patriarca poniendo paz en una pelea.
Un trabajo tan interesante como los que ha ido haciendo antes y después, desde el seguimiento de la ruta de los productos que se cocinaban en elBulli desde sus lugares de origen hasta Cala Montjoi, y que ha dejado para la posteridad imágenes de comercios singulares de Barcelona en la serie 'Shopping'.

Rasmus Nilausen (Dinamarca)

De Dinamarca llegó Rasmus Nilausen, un tipo que pinta bodegones clásicos a los que añade un toque abstracto, inquietante, o frases que llaman a la reflexión. En su ordenado y limpísimo taller, este creador de Copenhague aún recuerda que llegó a Barcelona siendo un veinteañero con la idea de pasarlo bien durante unos días, ponerse morenito y volver a su país. Pero se le cruzó una chica en el camino y el amor hizo el resto. En Barcelona sigue, hablando catalán y con una hija nacida aquí, moviéndose en bici desde Gràcia, el barrio donde reside. “Construyo ruinas de la tradición”, explica para describir la composición de su arte, al que añade “cosas que no existen”, y que ha entrado en la Fundació Tàpies y en la feria ARCO de Madrid.

Miguel Aguirre (Perú)

El peruano Miguel Aguirre se enamoró de una catalana, ha vivido en Barcelona y ahora tiene un estudio en Altafulla. Lugares donde da salida a su “fotopintura” en sus propias palabras, ya que refleja lo que aparece en los periódicos, pero pasado por su pincel. Puede ser una manifestación en Turquía, la guerra de Siria o un Michael Jackson recién fallecido. Aguirre se esfuerza en que sean fotos lo más parecidas a la realidad, "en la línea de Gerhard Richter", explica este artista que ha expuesto obras en la feria ARCO de Madrid.

Moda

Mapa del archipiélago de la moda en Barcelona

“Marca Barcelona”: dos palabras que se filtraron silenciosamente en el vocabulario de la moda de la Ciudad Condal hace algún tiempo y que se han quedado ahí, un poco sin que nadie sepa exactamente qué significan. Al fin y al cabo, si hay algo que caracteriza a la moda de Barcelona es precisamente que no existe una mentalidad de “wolf pack” con objetivos comunes, sino que cada hombre es una isla. Y cada isla tiene su propio ecosistema.

Hay islas como la de Brain & Beast, donde las leyes de la naturaleza se disuelven en el aire y en las que de nada sirven las ideas preconcebidas. Aquí sólo se sobrevive con la mente abierta y con una sincera predisposición a explorar los pliegues más oscuros del inconsciente. Hace poco, la firma de Ángel Vilda cerraba unos decálogos que exploraron la moda como espejo de una psique fracturada por la esquizofrenia moderna: romántica, exótica, erótica, misfit, maníaca… Muchas son sus caras y todas te miran inquisidoras desde en unas prendas arriesgadas, con un toque de punk bien entendido y con un mensaje, muchos mensajes dispuestos a hacerte reflexionar.

También hay islas como la de Krizia Robustella, donde las calles son invadidas por una exuberante jungla multicolor y donde animales exóticos y extravagantes conviven con asfalto y rascacielos. A Robustella suele definírsela como lujo deportivo, pero un lujo deportivo versión siglo XXI alejado de los diseñadores que pusieron el acento sobre el lujo y tomaron lo deportivo como periferia. En su ropa hierven conceptos como el street, lo urban, el bling-bling o lo pimp, y por sus colecciones han circulado desde unos enfermizos Osos Amorosos hasta un remix de “Spring Breakers” con Pussy Riot… Todo ello está disponible, además, en la tienda que la diseñadora regenta en el número 6 de la calle Montsió.

Existen también islas que son Avalon. Así es la de Manuel Bolaño, donde siempre es primavera y donde la juventud puede ser eterna porque es un estado mental de melancolía y ensoñación. La suya es una visión de la moda como ámbar que atrapa recuerdos emocionales y estéticos. Imprescindibles son los osos de peluche que aparecen en todas sus colecciones, pues son la encarnación última de una mirada limpia que algunos tacharán de aniñada sin darse cuenta de que, bajo el espíritu retro y vintage, se esconden dulces caramelos envenenados. Bolaño es como un cachorrillo que te deshace el corazón y, cuando vas a acariciarlo, te suelta un buen ladrido.

Hay islas surgidas de la actividad tectónica más reciente. Islas como la de Carlotaoms, en la que Elisabet Carlota y Elisenda Oms han abolido las leyes del género y la estacionalidad. Estas dos reinas nada monárquicas están explorando el fascinante terreno del agender y de la atemporalidad, de esa ropa que no es para hombre ni para mujer, que no es para verano ni para invierno, que es para valientes dispuestos a alzar la voz en el vibrante diálogo actual sobre la identidad de género. Y todo ello sin caer en la trampa de la intelectualidad que suele atrofiar a la estética: lo suyo es moda como alegoría, como encuentro entre lo abstracto y su representación visual. Un alegoría que puede comprarse en Muixi Store (Semoleres, 10).

Por allá hay un triángulo de islas que podría justificar lo de la “Marca Barcelona”: en él convergen las visiones clásicas pero aperturistas de Josep Abril (siempre buscando las costuras de la moda masculina para deshacerlas y volver a ensamblarlas en sus propios términos), Miriam Ponsa (la más elocuente en esta camada a la hora de abrir heridas de nuestro pasado histórico y dejar que la sangre se vierta -figuradamente- sobre sus prendas) y Txell Miras (capaz de soltar un do de pecho tan impactante como su última colección inspirada en el mundo conventual). No es de extrañar, entonces, que los tres diseñadores compartan una misma tienda, NU#02, en el número 229 de la calle València.

Infinidad de islas en la moda barcelonesa con reyes y regentes como Georgina Vendrell, Celia Vela, Isometric, Pau Esteve, Xavi Grados… Un archipiélago rico y variado que deberá ser explorado en otro tiempo y otro lugar. Mientras tanto, ojo con la actividad volcánica del fondo del mar, porque siempre pueden aparecer nuevas islas.

Fotografía

Utopia Photo Market, algo se está cociendo (al fin) en la fotografía barcelonesa

Se hacen y comparten más fotografías que nunca. En cada bolsillo hay una cámara, Instagram ha revelado miles de potenciales fotógrafos y los autorretratos rebautizados como 'selfies' amenazan con ser una de esas modas que duran más de lo esperado. Hay fotografía por todas partes, pero para la mayoría de autores la fotografía es menos rentable que nunca.

De ahí que cualquier iniciativa que sirva no sólo para hablar de fotografía o sacarla a la calle, sino también para crear un pequeño mercado alrededor de ella y poner en contacto a creadores con compradores, sea más necesaria que nunca. Precisamente con esa intención nació Utopia Photo Market, que fin de semana del 10 al 12 de junio celebró en Barcelona su primera edición.

Cerca de 70 fotógrafos de todos los estilos y especialidades se dieron cita durante tres días en un encuentro que nace con la sana intención de llegar al público general. Y es que, como explica Amanda Vich, directora de contenidos de este mercado fotográfico, Barcelona cuenta con muchas galerías y diferentes festivales fotográficos, pero ninguno con la misma orientación y esa especie de transversalidad temática y de público que propone Utopia Photo Market.

La venta de copias fotográficas siempre ha sido una asignatura pendientes del país, excepto para una corta lista de autores ya consolidados, galeristas y coleccionistas más cercanos al mundo del arte y que ocasionalmente se acercan también a la fotografía. “Muchas veces a la gente no se le ocurre que en lugar de una de esas láminas o cuadros que tiene todo el mundo también puede colgar en la pared una foto”, apunta Marc Rosés para resumir esta situación.

Es uno de los fotógrafos que han expuesto en Utopia Photo Market, y que se muestra moderadamente satisfecho con las ventas durante el encuentro. Hay copias para todos los gustos, tamaños de pared y bolsillo, desde pequeñas postales que rondan los 10 euros hasta fotografías que alcanzan los 15.000 euros. Que los propios autores estén vendiendo y explicando su obra es -según explica Vich- uno de los mejores argumentos de este tipo de encuentros y lo que explica la excelente acogida de público que ha tenido.

Y es que más allá de las ventas directas que se hayan generado, mostrar su trabajo de una forma tan directa y junto a autores ya consagrados no es siempre algo fácil para quienes pelean por hacerse un hueco en este mercado. Según explican los organizadores, se empezó a trabajar con una selección de 250 nombres, de los que menos de una tercera parte han tenido finalmente espacio para estar presentes en esta primera edición de Utopia. ¿El criterio? La calidad e interés de la obra, independientemente de argumentos económicos, aseguran.

Tal vez por eso, y frente a la imagen habitual de muchas galerías, aquí la fotografía en su vertiente más artística y conceptual representa sólo una pequeña parte de la obra expuesta. Trabajos documentales y de fotoperiodismo (Samuel Aranda, Fernando Moleres, Guillem Valle, el colectivo Calle 35…) tienen una presencia notable y firman algunas de las copias que más interés han despertado entre los visitantes.

Junto a ellos, otros nombres consagrados que no necesitan presentación (Manolo Laguillo, Jordi Guillumet, Berta Vicente, Manel Esclusa…), fotografía de viajes en versión nipona con Tina Bagué y Toru Morimoto -propietarios también del restaurante japonés Akashi Gallery, en Barcelona, donde conjugan sus dos pasiones- y proyectos más nuevos o experimentales como el sorprendente 'Ornitografies' de Xavi Bou: el vuelo de los pájaros convertido en lienzos fotográficos con una técnica que él mismo ha desarrollado y que -según cuenta- por ahora nadie ha copiado.

La productora Utopia126 está detrás de este proyecto para el que ha cedido su espectacular espacio en el barrio de Poblenou. Una idea que, según ellos mismos explican, está más cerca del mecenazgo que de cualquier idea de negocio, porque de lo que se trata es de apoyar al sector de la fotografía.

Temas variados y un público también más heterogéneo de lo habitual, que se acerca atraído no sólo por el interés fotográfico o la mera curiosidad, sino también por las actividades paralelas organizadas durante estos días. Talleres, charlas, proyección de documentales, el restaurante Flash Flash -muy adecuado- con algo de 'street food', e incluso varios espacios para volverse a casa con una instantánea o retratados por fotógrafos de la talla de Toni Amengual o Bèla Adler a un módico precio. Javier Mariscal, con un espacio propio en el que hace dibujos a partir de una fotografía, ha sido otro de los reclamos más mediáticos de una cita que ya está pensando en su próxima edición.

Hablar y reflexionar sobre lo divino y lo humano de la fotografía y la imagen no sólo es interesante, sino también un ejercicio muy sano. Pero insuficiente si lo que se pretende es que los autores puedan ganarse la vida apretando el obturador. Por eso Barcelona necesitaba algo como Utopia Photo Market. ¿Mercadillo fotográfico? ¿Feria efímera de fotografía al estilo de otras citas gastronómicas o artísticas que ya se han hecho un hueco en la agenda de la ciudad? El nombre es lo de menos porque aquí, como suele decirse, una foto vale más que mil palabras.

Arte

¿Quién es Andrea Fraser?

Andrea Fraser (Billings, Montana, 1965) ha convertido su oficio en su principal campo de estudio y en una reivindicación social. A través de una gran variedad de géneros, la obra de esta estadounidense constituye un análisis crítico del tejido social del mundo del arte y descubre sus conflictos internos, mecanismos y estructuras jerárquicas. El arte y sus actores se convierten en materia prima y el resultado de su investigación lo plasma en sus creaciones de orientación contemporánea. Un proceso circular y constante desde los años ochenta, cuando inició su trayectoria, que tiene como objetivo descubrir qué es lo que esperamos del arte. El quid de la cuestión.

Esta línea motriz queda en evidencia en la primera exposición individual dedicada a la obra de Fraser en España, 'L’1%, c’est moi'. Está pasando en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) y reúne hasta el próximo mes de septiembre una selección de más de treinta piezas clave clasificadas por ámbitos temáticos realizadas a lo largo de tres décadas. Hay instalaciones, memorias, vídeos (como el polémico 'Untitled', 2013, en el que mantiene relaciones con un coleccionista para denunciar la explotación en el mundo del arte), trabajos textuales y mucha documentación. También se proyectan tres performances de 'May I help you?' (una serie iniciada en 1991) en la que se ve a Fraser visitando una muestra del museo Guggenheim de Bilbao con una audio-guía y comentándola, asumiendo seis personajes diferentes, representativos de otras tantas condiciones sociales.

Los métodos de esta artista se basan en procesos de investigación vinculados a lugares concretos y parten de la premisa psicoanalítica que sólo se pueden asimilar estructuras y relaciones de manera inmediata cuando se ponen en acción. El cuerpo como vehículo de creación artística es la apuesta de Fraser, cuya capacidad de representar posiciones sociales y personalidades diferentes involucra los públicos de una manera activa, a la vez que pone de manifiesto la diversidad de relaciones y de intereses que coexisten dentro de la compleja estructura del arte.

Un ejercicio de reflexión que explora los roles de algunos de sus implicados como artistas, coleccionistas, galeristas, mecenas y públicos. Sus discursos son guiones cerrados, construidos a partir de extractos de textos oficiales de responsables de grandes museos, escritos teóricos o declaraciones de artistas (están recopilados en una obra titulada 'Museum Highlights').

Unas performances críticas, pues, de interpretación magistral, impregnadas de inteligencia y humor, que cuestionan las normas asumidas y ponen de manifiesto la evolución en este sector y sus nuevos panoramas. Siempre destaca este análisis intenso y tremendo, una especie de compromiso social, ético y político. Eso sí, “no entiendo la crítica como un ataque, sino como una defensa. Y ejerciendo esta crítica, estoy defendiendo estos espacios”, puntualiza Fraser.

¿Cómo procede? Deconstruye los procesos y las instituciones. Y lo hace siempre con una sutileza que invita al espectador a una profunda reflexión sobre sus valores desde una perspectiva económica, social y política.

Si bien el grueso de la obra de Fraser se centra en las condiciones sociales y económicas del mundo del arte, sus últimas producciones exploran nuevos campos, como las estructuras psicológicas subyacentes del individuo en relación con el público, en trabajos de una fuerte carga emocional como 'Projection' (2008) y 'Men on the Line: Men Committed to Feminsim KPFK' (1972, 2012/2014). Nuevos horizontes para una artista cuyo trabajo ha sido presentado en los principales museos del mundo.

Rizando el rizo, para desarrollar sus teorías sumamente provocativas se nutre del pensamiento del sociólogo francés Pierre Bourdieu, un maestro en la teoría de los campos sociales. La obra de Fraser, ¿arte o sociología? Un poco de ambos, seguramente.

L’1%, c’est moi. Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA). Hasta septiembre de 2016.

Arquitectura

Leo Villoro: "No soy 'lighter'. Soy neonero"

De Leo a Leo. Tal cual. El padre ha transmitido a su hijo su pasión y su traza por un oficio casi desconocido y totalmente artesanal que consiste en fabricar uno de los objetos más de moda del momento: el neón. Antes relegado a locales de mala vida, hoy lo llaman arquitectura lumínica y brilla en los espacios más hipster de las grandes ciudades. En Barcelona, las creaciones de Leo ponen luz al paisaje urbano, desde el Teatre Lliure al hotel Casa Bonay o el Arts Santa Mònica.

Exactamente, ¿a qué te dedicas? 
Soy neonero en Luminosos Villoro, un taller familiar que mi padre abrió en 1970, dedicándose a hacer neón para la rotulación de locales comerciales. Entonces, no tenía la dimensión artística que tiene hoy. Pero en los últimos años, con el ‘boom’ del neón en el arte, la arquitectura y el interiorismo están apareciendo nomenclaturas más cool. El otro día, por ejemplo, me dijeron: "eres lighter". Me sorprendió tanto que no lo pillé a la primera.

¿Sois muchos en saber trabajar el neón?
En España, muy pocos, una decena quizá. No es algo que se pueda fabricar de forma industrial. Es un oficio artesanal y cada pieza es única. Hay que soplar el vidrio para darle forma con las manos. Es bastante difícil y meticuloso, y aparte de algunos países donde es una asignatura de Bellas Artes, no se enseña en ninguna escuela.

¿Cómo aprendiste?
Crecí en el taller de mi padre y con 18 años me puse a su lado y observaba sus gestos. Un día me dejó intentarlo, y así fue la cosa. Como todos los trabajos manuales, hay que dedicarle tiempo, paciencia y, en el caso del neón, muchos cristales rotos. Hasta que de repente te sale bien la primera curva…

En dos décadas que llevas trabajando, ¿en qué ha cambiado el oficio?
Ha ganado en reconocimiento y ha subido a la categoría de arte. Antes era un currante más, con un trabajo poco habitual. Tenía entre mis clientes tiendas, restaurantes y puticlubs que pedían las típicas letras de color rosa. Hoy me dicen que soy un artista, y me hacen encargos museos, arquitectos e interioristas, diseñadores... El neón es una pieza artística, pero también sigue siendo un elemento funcional, eso no se pierde. Una cosa no tiene porque estar reñida con la otra. De hecho, me gusta pensar que la ciudad es un museo al aire libre lleno de creaciones lumínicas que hacen el entorno más bonito, colorido y divertido.

Habrás dado forma a muchos kilómetros de neón. 
Cuando ando por la calle, veo continuamente piezas que hemos hecho en nuestro taller: letras, formas abstractas, 3D, dibujos… Y como el neón es muy longevo (si se trata con cuidado), incluso reconozco creaciones que mi padre fabricó cuando era más joven. Es halagador pensar que hay neones nuestros en todo el mundo, sea en locales comerciales, galerías de arte, exposiciones o casas particulares…

Y en lugares muy emblemáticos de Barcelona…Hemos colgado piezas en el Teatre Lliure, el Arts Santa Mònica, el hotel Casa Bonay, tiendas históricas como fue Vinçon, edificios emblemáticos puestos en valor mediante la instalación de un sistema de cátodo frío (una técnica que permite destacar los rasgos arquitectónicos de construcciones)… De alguna forma, hemos participado en la arquitectura lumínica de la ciudad.

Tu casa debe estar llena de neones.
“En casa del herrero, cuchara de palo”. Solo tengo un neón mío en casa, y desde hace relativamente poco. Aunque si por mi fuera, la tendría llena. Es un trabajo manual que me parece fascinante y valoro la complejidad que representa su fabricación.

¿Es profesión o vocación?
Ambas cosas. Me gano la vida con lo que me gusta hacer. Cuando viajo, me emocionan mucho más los sitios donde las calles están llenas de rótulos de neón y, si puedo, voy a hablar con profesionales locales, porque cada uno tiene su estilo, te puedes inspirar con lo que se hace fuera. Uno de los objetos de más valor sentimental que tengo es un neón donde pone “No Vacancy” que un neonero me regaló durante un viaje por la Ruta 66 de Estados Unidos. En mi ciudad, Barcelona, me conozco casi todos los neones. De hecho, no quedo con la gente en el cruce o número de una calle, sino debajo o cerca de tal o tal rótulo. 

Cine

¡Cámara y acción! Los nuevos rostros de nuestro cine

Aún no han logrado el grado de repercusión generado por paisanos como Isaki Lacuesta, Albert Serra, Eduard Grau, David y Àlex Pastor o Mar Coll, pero están a solo un paso de hacer que el cine catalán le demuestre al mundo lo que vale. Y cuidado porque, allí mismo donde hemos encontrado a estos, hay muchos más.

Carlos Marqués-Marcet

Con '10.000 km', atípica historia de amor vehiculada sobre todo a través de sesiones de Skype, le fue tan bien –ganó muchos premios y muy gordos en nuestro país y fuera de él; no hay espacio para enumerarlos— que ha decidido seguir una máxima: ¿por qué cambiar algo que funciona? En la comedia 'Don’t Fuck Around With Love', su segundo largometraje como director –como montador ha trabajado en títulos como 'Caracremada', de Lluís Galter– volverá a contar con Natalia Tena y David Verdaguer como pareja protagonista.

Mauro Herce

Lleva un año sin deshacer la maleta. Su magnífico debut como director en solitario, 'Dead Slow Ahead' –“un documental de ciencia-ficción”, lo define él–, fue premiado en el Festival de Locarno y luego aclamado en los de Turín, San Francisco, Estambul, Jeonju y Cracovia, entre muchos otros. Se diría que lo suyo fue llegar y besar el santo, de no ser porque a lo largo de la última década ha sido cinematógrafo de numerosos títulos entre los que destacan 'Arraianos' (2012), 'Els anys salvatges' (2013) o 'Mimosas' (2016), recientemente galardonada en Cannes.

Clara Roquet

También a ella le ha dado unas cuentas alegrías el éxito de '10.000 km', cuyo guión coescribió. Su intimista debut tras la cámara, 'El adiós' –sobre una criada boliviana que intenta honrar los últimos deseos de la difunta señora de la casa–, fue uno de los cortometrajes más celebrados de la pasada temporada: lo premiaron los Gaudí, la Seminci y, ojo, el National Board of Review. En este preciso instante debe de estar frente a un ordenador: trabaja en el guión de lo próximo de Jaime Rosales y en su primer largometraje como directora.

David Victori

Se dio a conocer internacionalmente con algo parecido a un puñetazo encima de la mesa: su corto 'Zero' fue apadrinado por Michael Fassbender y producido por Ridley Scott, y luego presentado a competición en la pasada Mostra de Venecia. Para entonces ya había sido seleccionado por la revista Variety como uno de los diez directores españoles a seguir en los próximos años. Y claro que le seguiremos: es uno de los directores de la teleserie 'Pulsaciones', que emitirá Antena 3, y ya está trabajando en su debut en el largo, el thriller 'Crossing The Line'.

Sergi Pérez

Hace cinco meses que su opera prima obtuvo el Premio Gaudí a la Mejor Película. Con todo merecimiento, además: 'El camí més llarg per tornar a casa' es una demoledora meditación sobre el dolor causado por la pérdida, y una obra llena de rabia. Tras su estreno en el Festival de Sevilla, Pérez nos dijo: “Esta película es mi forma de decir: ‘Estoy preparado para contar historias. Por favor, que alguien me escuche’”. Ya le está dando vueltas a la segunda, una historia sobre la intersexualidad.

Neus Ballús

Se plantó con su equipo en algún punto junto al trazado de la AP-7 –en realidad era más que un punto: Gallecs, un núcleo rural de Mollet— y siguió de forma obsesiva a cinco vecinos: una abuela, un payés, un moldavo aficionado a la lucha grecorromana, una cuidadora filipina y una prostituta de autopista. El resultado, el docudrama con aires de western 'La plaga' (2013), se presentó en la Berlinale y luego ganó un premio Sant Jordi y un puñado de Gaudíes. Estos días rueda un documental sobre la agente literaria Carme Balcells.

Valentina Viso

Algunas de las ficciones más absorbentes sobre lo que significa ser mujer que el cine catalán ha dado últimamente llevan su nombre estampado en los títulos de crédito. Coescribió los dos estupendos largometrajes de la directora Mar Coll, 'Tres dies amb la família' (2009) y 'Tots volem el millor per a ella' (2013); incluyó su firma en el guión de 'Blog' (2010), el sorprendente debut en el largo de Elena Trapé; y no tardará en estrenarse María (y los demás), la última muestra de su talento dando fascinante vida a situaciones y personajes.

Daniel Aranyó

Es el más internacional de una quinta de directores de fotografía infalibles integrado por Jimmy Gimferrer, Neus Ollé y Diego Dussuel –cinematógrafos habituales de Albert Serra, Mar Coll e Isaki Lacuesta, respectivamente—, y a quienes hay que atribuir un gran mérito: sea cual sea su salud, nuestro cine tiene un aspecto esplendoroso. Aranyó ha trabajado con Paco Cabezas en 'Carne de neón' (2010) y 'Mr. Right' (2015), con Daniel Calparsoro en 'Invasor' (2012) y 'Combustión' (2013), y con Amenábar en la reciente 'Regresión' (2015).
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