La cueva de la Sal está situada entre Cala Montgó y la Punta del Milà. Vale la pena, ya que, a diferencia de otras cuevas marinas, cuenta con una pequeña calita de cantos rodados, ideal para hacer snorkel. Eso sí, depende del nivel del mar y la época del año. Esta cueva, muy popular en La Escapa, pero invisible para la mayoría de mapas, consta de unos 20 metros de ancho y 25 de alto. Hay que destacar también las dos aperturas que absorben y expulsan agua cuando el mar sube de nivel.
¿Cómo llegar? Solo se puede acceder en kayak o en barco.