Uncle Buck's Fish Bowl and Grill
Foto: Courtesy Bass Pro ShopsUncle Buck's Fish Bowl and Grill
Foto: Courtesy Bass Pro Shops

11 cosas de otras ciudades que nos gustaría tener en Barcelona

Políticas sociales y culturales, modelos económicos, lugares innovadores... Nos fijamos en otras ciudades que hacen muy bien las cosas

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Barcelona nos encanta. Tenemos cocineros y restaurantes reconocidos en medio mundo, bares de todo tipo y para todos los gustos, museos, galerías, instituciones y patrimonio del que sentirse orgullosos y propuestas de ocio y cultura cada día del año. ¡Esto hace que Barcelona sea una ciudad única! Pero en otros países y ciudades también hacen muy buen trabajo, tanto que nos quedaríamos con algunas de sus políticas sociales y económicas, iniciativas arriesgadas, tradiciones, locales innovadores... Cada semana damos un vistazo a lo que hacen en otros lares para encontrar lo que nos falta y, que si lo tuviéramos, tendríamos una ciudad aún más perfecta. ¿Nos acompañáis en esta vuelta al mundo?

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Una bolera sumbarina como la de Connecticut

De acuerdo, tiene trampa. Pero es una trampa a la americana, tan espectacular, tan Hollywood, tan posverdad, que cuela. Y a los niños les vuelve locos. Los amigos de Time Out New York nos explican que en Bridgeport, Connecticut, hay un restaurante que se llama Uncle Buck 's Fish Bowl and Grill que tiene 12 pistas de bolos y que está decorado con proyecciones hiperrealistas de tiburones, tortugas, rayas y otras criaturas de agua salada. Los carriles de los bolos recrean el movimiento del agua e incluso las bolas son pulpos y erizos. Sí: también hay sirenas y tritones.

Los abundantes bares tradicionales del centro de Madrid

Desde primerísima hora de la mañana un ejército de profesionales de camisa blanca ocupan el mostrador. Saludan a clientes habituales por su nombre, preparan cafés con leche en vaso alto, sirven bocadillos de calamares y algunos –no todos– acompañan la consumición con tapa. Los madrileños adoran los bares tradicionales. En todos los barrios se pueden encontrar, especialmente en el centro donde resisten pese a la especulación inmobiliaria. En Barcelona también hay bares tradicionales con un servicio profesional, pero no son –especialmente en el centro– ni abundantes ni muy conocidos. Entre franquicias neutras de diseño anodino, sablazos absurdos o locales para guiris poco a poco perderemos los pocos bares auténticos que todavía sobreviven. Hagamos como en Madrid, querámoslos. -Manuel Pérez

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Los hombres y las mujeres cobrarán lo mismo en Islandia

Islandia se convirtió en enero en el primer estado del mundo en admitir oficialmente que hombres y mujeres cobran sueldos diferentes por hacer el mismo trabajo y también en el primer país que lucha contra esta injusticia mediante una ley. ¿No os parece increíble que la noticia sea del 2018? Para conseguirlo, las islandesas hicieron paradas en cuatro ocasiones, la última en octubre de 2017, cuando salieron dos horas y 22 minutos antes de su puesto de trabajo para denunciar el tiempo extra que curran gratis respecto del sueldo de los compañeros de trabajo. En nuestro país, la UGT publicó un informe el año pasado que decía que las trabajadoras españolas cobran de media un 14,9% menos que los hombres, o, lo que es lo mismo, trabajan 54 días gratis. Glups. -María José Gómez

Un restaurante en París donde podemos comer desnudos

Nos jactanciosos de ser una ciudad ultramoderna y abierta, y todas las modas gastronómicas que puedas imaginar acaban encontrando un hueco en Barcelona. Pero, ¿funcionaría aquí un restaurante nudista? Ha abierto en París O'Naturel, local donde se pueden probar los platos más representativos y deliciosos de la cocina francesa, y donde la ropa y los teléfonos móviles se deben dejar en las taquillas. Aquí, ser vegano o vegetariano es 'trendy', pero cultivar el naturismo más puro se ve como algo de frikis. Así que chapó por los franceses, por ser valientes y por crear este espacio sin vergüenzas. Ei, no es una guarradase toman muchas medidas higiénicas y tampoco será un nido de depravadosno se permiten los móviles ni actitudes sexuales ni poco respetuosas. -Erica Aspas

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Jornadas laborales como las de Copenhaguen

En 1957 el historiador británico Cyril Northcote Parkinson enunció su famosa Ley de Parkinson, en la que se afirma que "el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para su realización", una verdad como un templo, y muy reveladora en regiones tan poco productivas como las nuestras. Mientras que un ciudadano de Copenhague trabaja de media 38,3 horas por semana, uno de Barcelona, 41,3. Y esto no tiene relación directa ni con la cantidad ni con la calidad –del sueldo, mejor ni hablar–, tiene que ver con las prioridades de una sociedad que apuesta por la conciliación, que se organiza y que trabaja cuando debe currar para salir a la hora, o antes. Nos gusta el trabajo bien hecho, por supuesto, pero ¿y si lo hacemos en el tiempo que toca? -Manuel Pérez

Londres es la ciudad del mundo con más conciertos

Los barceloneses no nos podemos quejar, si nos comparamos con el resto del Estado: nuestra ciudad acoge cada año 1.438 conciertos, 109 más que Madrid, que ocupa el segundo lugar en el ranking español, y casi 900 más que Ibiza, que es la tercera, con 573 actuaciones en directo. Pero quien gana por goleada es la capital inglesa, donde se pueden ver 11.923 al año: ¡más de 32 conciertos por día! Le siguen en el podio musical Nueva York –11.089 directos– y Los Ángeles –11.079–. ¿Habéis oído hablar de Marciac? Pues este pueblecito del suroeste de Francia es el punto del planeta donde se hacen más conciertos por cada mil habitantes. ¿La 'trampa'? Cada verano organiza un prestigioso festival de jazz. Bien hecho. -María José Gómez

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Berlín destinará un millón de euros a mejorar los clubes

La escena de clubes de la capital alemana da una envidia superlativa. Personas de todo el mundo viajan a Berlín atraídas por la diversidad y la calidad de su oferta nocturna. ¿Y qué hace el ayuntamiento berlinés? En vez de mirar con recelo y prejuicios a estos templos de música electrónica y hedonismo, fomenta con ayudas que la oferta no desaparezca y que conviva en armonía con el resto de formas de vida de la ciudad. Para evitar que cierren más discos debido a problemas con los vecinos –en los últimos años han bajado la persiana un centenar de clubs–, el consistorio aportará un millón de euros que se invertirán tanto a insonorizar los locales como las ventanas de los residentes de los alrededores. Y así todos contentos. No parece tan difícil, ¿verdad? -María José Gómez

Paseo de la fama LGTBI en San Francisco

En los años 60, cuando por aquí todavía señoreaba la ley de vagos y maleantes que penalizaba la homosexualidad, en San Francisco empezaba a andar un gran movimiento de defensa de los derechos del colectivo LGBTI. Un distrito se transformó en el epicentro de las reivindicaciones, Castro, y la persona que se hacía llamar su alcalde, Harvey Milk, se convirtió en el primer cargo electo abiertamente gay de EE.UU. en 1978. A él va dedicada una de las primeras placas del paseo de la fama de Castro, The Rainbow Honor Walk (aceras de las calles 18 y 19), le acompañan otros nombres como Lorca, Frida Kahlo y Alan Turing. Mientras, en Barcelona tenemos un Gayxample, sí, pero sin oficializar. -Manuel Pérez

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Bibliotecas con un millón de libros en China

Borges imaginaba que el paraíso sería como una especie de biblioteca, una visión que debía parecerse bastante a la dotación que se inauguró a principios de octubre en Tianjin, la cuarta ciudad más poblada de China. El proyecto de los arquitectos holandeses MVRDV en colaboración con el estudio local TUPDI consta de 33.700 m² y capacidad para 1,2 millones de volúmenes. Por encima de su espectacularidad, los promotores destacan la funcionalidad del complejo cultural, con estantes que son a la vez asientos de un entorno que invita a la lectura sin jerarquizaciones. Más allá de la idoneidad de invertir tanto dinero en el edificio, se envidia el papel central que la administración de la ciudad otorga a los libros. Nuestros gestores están por otras cosas. -Manuel Pérez

Pasos de cebra de colores cerca de los colegios de Cornellà

Asfalto es sinónimo de mediocridad, y no sólo en términos cromáticos... Por eso es interesante la iniciativa que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Cornellà de Llobregat en otoño: pintar con colores muy alegres los espacios vacíos de los pasos de peatones que están cerca de las veinte escuelas y ocho guarderías del municipio. El objetivo de esta colorida y llamativa campaña es que los conductores vean fácilmente que están atravesando una zona escolar y conduzcan con más precaución. Además, se han añadido unas bandas limitadoras de velocidad y en la primera banda horizontal del paso de cebra se ha escrito un mensaje para los peatones. Dice '¡Mira siempre!', porque cuando se va tranquilamente tampoco hay que distraerse. -María José Gómez

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