Detrás de ME LATA hay una pareja que se mantiene en el anonimato –"porque lo importante es lo que hacemos y no nosotros. Y porque no deja de ser un acto ilegal", nos dicen–, y que hace cuatro años que empezaron a dejarse notas de amor con las latas como cómplices. "Vivíamos en el Raval, que está lleno de lateros y latas vacías por todas partes. Aprovechamos lo que teníamos al alcance. Si viviéramos en la selva quizás hubiéramos pintado con cocos", ríen. Del Raval pasaron a llenar de mensajes positivos, letras de canciones, poesía y dichos el Born, la Barceloneta, Gràcia y también han hecho "excursiones" a Girona, Mallorca, París y Londres. Si habéis visto latas en Montpellier o Tel-Aviv no son de ME LATA, es que también les han salido imitadores.
Vienen de las Bellas Artes y del street art y con estas instalaciones se han ido influenciando el uno al otro. "No queremos perder el rollo que nos da la calle de diversión y adrenalina", afirman. Sin embargo, han dado el salto a una galería de arte, pero han escogido una que les va de maravilla. "Es una galería que entiende el arte urbano y que engloba todo tipo de movimientos, abstracto, escultura... y da apoyo a los artistas jóvenes. Además que hacen que te sientas parte de la familia", nos cuentan. 'Cómo decirte otra vez te quiero', además de ser uno de sus primeros mensajes, es el nombre escogido para la exposición, que estará abierta del 28 de noviembre al 6 de enero y donde encontraréis más de 50 instalaciones hechas con latas y también esculturas.
Un trabajo que no tiene los componentes de libertad y de sorpresa de actuar en la calle, donde la gente nunca sabe dónde aparecerá una de las piezas de ME LATA, pero que sí les permite hacer otro tipo de instalaciones que la calle no admite. "Sabemos que esta incursión en la galería puede parecer contradictoria, pero es un paso importante para nosotros. Cuando expones en una galería, lo que haces empieza a considerarse arte y es una sensación muy gratificante", nos aseguran. "Como estamos haciendo obra para ser vendida, buscas la perfección y puedes perder la espontaneidad de la calle, y también corres el riesgo de que la compre alguien que no tenga nada que ver con nuestra forma de vida", añaden, "pero estamos nerviosos, es un momento muy emocionante para nosotros, nos permitirá también responder a los encargos de la gente y lo que es más importante, tener recursos para poder seguir pintado juntos". Si esto no es amor en estado puro...