El petó de la mort

Barcelona Top 10: Sustos

Una recopilación de algunas de las peores cosas que han vivido o podrían vivir los barceloneses

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Como ya sabemos, son muchas las cosas que tenemos en común los barceloneses. Por ejemplo, la mayoría de nuestros miedos no los sufrimos solos, más bien los compartimos con el resto de habitantes de la ciudad. Esto pasa porque hay desgracias que están en el orden del día y pueden suceder a cualquiera. Os contamos 10 sustos que todos hemos sufrido o sabemos que, posiblemente, nos tocará sufrir tarde o temprano.

1. Cartas certificadas

Temblad cuando por el interfono escuchéis la frase sin verbo: "correo certificado". Seguro que será una multa, tanto de tránsito como de hacienda, y no se vale hacerse el tonto y hacer ver que no sois vosotros porque os acabarán pillando y la fuerza de la ley caerá implacable sobre vosotros. ¡Qué miedo!

2. La bomba del Liceo

Es uno de los momentos álgidos del terror de una Barcelona que hace un siglo vio cómo crecía el odio histórico entre el anarquismo y la burguesía. Está todo explicado en el documental de Carles Balaguer, en la superventa 'Mariona Rebull', de Ignasi Agustí y en la mítica serie setentera 'La saga de los Rius'.
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3. Los petardos

Para los que no somos seguidores del futbol, los petardos fuera de temporada de verbena son verdaderos sustos, aunque ya nos hemos acostumbrado a asociar este ruido inesperado con los goles del Barça, un equipo que dicen que gana mucho.

4. La bici desaparecida

Sí, ¿Cuántos cadáveres mutilados de bicicletas hay en los aparcamientos, en los troncos de los árboles, en las farolas? A veces, queda solo la rueda; otras veces, la carcasa o una cadena huérfana... y siempre podemos imaginar el cabreo del pobre ciclista cuando vio que tenía que volver a casa andando.
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5. El Museo de Cera

Es un clásico del género del terror y no es nada raro, hasta en verano hay visitas nocturnas teatralizadas con zombis. Durante la temporada, algunas figuras también espantan, como un Dalí es exactamente igual que cuando el pintor estaba vivo.

6. El cementerio del Poblenou

Si os va el tema de la necrofilia turística, es uno de los más bonitos de la ciudad. En uno de los panteones podréis ver la escultura más terrorífica de Barcelona, 'El beso de la muerte'. Representa el esqueleto de un ángel que besa a un chico. No se sabe si ha muerto del susto.
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7. El vecino de abajo

Es uno de los inconvenientes del anonimato de las ciudades que suele afectar a les mujeres que viven solas. A menudo, hay un vecino arriba, abajo, delante, cerca, por teléfono... que se dedica a molestar. Son frustrados, amargados solitarios, malos bichos que, por suerte, suelen tener miedo.

8. Neonazis

No es que sean nuevos porque nunca han dejado de existir, pero hay épocas en que sacan la cabeza demasiado para atacar a los antisistema. Siempre lo hacen en grupo, disfrazados de guerrilla, con músculos de gimnasio, consignas de poca neurona y una cara de odio que asusta.
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9. El último bus

El miedo a perderlo puede provocar pálpitos, aceleraciones de las piernas, sudor frío, paranoia y ataque repentino de agorafobia. ves de lejos que está, llegas resoplando y, de golpe, las puertas se cierran delante de tus narices. Nooooo, es peor que una película de terror.

10. Las ratas

Los que hayáis perdido alguna vez el último bus de la noche, os habréis dado cuenta de que pasear por la ciudad en hora oscura conlleva tener que convivir con ellas: las ratas. Hay muchas y no son precisamente pequeñas. Los entendidos en plagas dicen que nos mantenemos en una buena proporción.
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