1. Número 1 en ventas en los Estados Unidos
Cordón Negro nació en el 1974 de la mano de José Ferrer, actual Presidente de Honor de Freixenet, quien con su espíritu innovador y su vocación internacional quiso crear un cava joven y fresco al gusto de los consumidores europeos y exportarlo más allá de las fronteras nacionales. Para hacerlo, diseñó una rompedora botella esmerilada de color negro mate que fue todo un acierto. Y es que el primer país donde triunfó fue, curiosamente, en ni más ni menos que Estados Unidos, donde consiguió ser número 1 como espumoso importado más vendido en 1983 y fue apodado como ‘The Black Bottle’, ¡se popularizó en un abrir y cerrar de ojos! Después, el éxito internacional se produjo en efecto dominó, llegándose a convertir en líder mundial y el cava más exportado del mundo en el 1985. Fue número uno en Reino Unido, Canadá, Suecia, Suiza, Japón, Francia y numerosos países más a lo largo de los años, hasta convertirse en el icono global que es hoy, presente en más de 130 países de los cinco continentes.
La verdad es que no extraña que Cordón Negro conquistará primero a los paladares de América, ya que se ideó enológicamente para enamorar al público anglosajón, amante de los espumosos aromáticos, frescos y ligeros. Y acabó por enamorar a todo el mundo, literalmente. ¿El secreto del éxito? Una auténtica revolución en el sector por su factura moderna y un proceso de elaboración innovador, siendo el primer cava en fermentar a temperatura controlada para potenciar los aromas y la frescura. Está formado por un coupage con las tres variedades del Penedès típicas del cava: Parellada, Macabeo y Xarel·lo.