Os descubrimos alimentos de proximidad imprescindibles con DOP y IGP

Los platos del Time Out Fest pintan espectaculares y, lo mejor, es que todos se han elaborado con alguno de los veintidós productos catalanes con DOP e IGP. ¡Os los presentamos!
Aliments DOP i IGP
Time Out Barcelona
Contenido patrocinado
Publicidad

¿Tenéis ganas de preparar platos con el sabor de nuestra tierra? Es tan fácil como elaborar vuestra receta favorita con algunos de los productos catalanes que cuentan con Denominació d’Origen Protegida o Indicació Geogràfica Protegida. Os explicamos cuáles son, de dónde salen y por qué nos gustan tanto.

El oro de Cataluña

Como buenos mediterráneos, en nuestros platos no puede faltar un buen aceite de oliva y, el más puro y sabroso, lo tenemos en nuestra casa. De norte a sur, nuestro territorio produce cinco tipos de aceites diferentes con DOP hechos con variedades autóctonas. El DOP Oli de l’Empordà, sabroso y aromático, el DOP Oli Terra Alta, con aromas de almendra y nuez, el DOP Oli del Baix Ebre-Montsià, de sabor afrutado, el aceite DOP Les Garrigues, con fragancias de manzana, y el aceite DOP Siurana, que puede ser afrutado y verdoso o más dulce y amarillento. Y, para probar esta colección de aceites, ¿qué mejor que echarlos en una buena rebanada de IGP Pa de Pagès Català? La fermentación lenta y la cocción en hornos especializados son dos de las claves del éxito de este pan aromático y crujiente. Y si además de aceite aún queremos más gusto, podemos añadir embutido como el IGP Llonganissa de Vic, con un gusto único, o el DOP Formatge de l’Alt Urgell i la Cerdanya, madurado, elaborado únicamente con leche de vaca y con un sabor suave y delicioso.

La cosecha en el plato

De nuestra tierra salen alimentos que son toda una tradición. ¿Qué sería de una calçotada sin el IGP Calçot de Valls? También se recogen productos muy versátiles, como el IGP Patata de Prades, cultivada en el Baix Camp y de una calidad diferencial. O el DOP Arroz del Delta del Ebro, otro imprescindible de nuestra cocina. ¿Y qué sería de nuestra dieta sin las legumbres? En la Garrotxa, en suelos de origen volcánico, se cultiva la exquisita DOP Fesols de Santa Pau, y en las comarcas del Maresme, la Selva, el Vallès Oriental y el Occidental, la DOP Mongeta del Ganxet, blanca y cremosa.

Criados al aire libre

Si lo que os apetece es un segundo a base de carne de primera calidad, también hay donde elegir. El IGP Gall del Penedès se cría en libertad y se alimenta con granito de uva, y la suya es una carne poco grasa y de gran calidad gustativa. En el Baix Llobregat se cría, también en libertad, el IGP Pollastre i Capó del Prat, de color rubio oscuro, patas azul pizarra y cresta roja, y con una carne fina y melosa. Y si preferís carne roja, la carne IGP Vedella dels Pirineus Catalans, de raza bruno que pasta en libertad, madura durante siete días y es tierna y de gusto intenso.

Para chuparse los dedos

Para acabar una buena comida, no puede faltar una pieza de fruta. Si os apetece un fruto sabroso y con un punto de acidez, probad el IGP Clementina de les Terres de l'Ebre, de un color naranja brillante. Si preferís jugosidad, saboread la DOP Pera de Lleida, con tres variedades (Llimonera, Blanquilla y Conference), todas con gran aroma y dulzura. Y si queréis una fruta crujiente, las cuatro variedades de IGP Poma de Girona (Golden, Red Delicious, Gala y Granny Smith), invitan a comerlas de todas las formas posibles. ¿Queréis algo más de postre? Casi no hay receta de repostería donde no aparezca la mantequilla como ingrediente estrella y la DOP Mantega de l’Alt Urgell i la Cerdanya, elaborada con leche pasteurizada de vacas frisonas, aporta una cremosidad, un sabor y un aroma muy característico.

Un punto crujiente

A muchos postres no les faltan los frutos secos y, de proximidad, encontraréis la DOP Avellana de Reus, exquisitas por sí solas y un elemento que aporta un sabor diferencial a un montón de recetas. Y si todavía queréis hacer un mordisco más crujiente y dulce, el IGP Torró d’Agramunt, con una mezcla de avellanas o almendras, miel, azúcar y claras de huevos, rodeadas y con láminas finas de oblea, ha hecho las delicias de un montón de generaciones.

Recomendado
    También te gustará
    También te gustará
    Publicidad