Vivimos un tiempo absolutamente acelerado que nos quita todo el tiempo para disfrutar en calma de las cosas pequeñas y bellas. Todo lo hacemos rápido, la productividad se ha apoderado de la lógica económica, y es por eso que el trabajo realizado con cuidado, amor y atención al detalle se ha vuelto doblemente valioso. En una época tan dedicada a la fabricación industrial de objetos, la artesanía tiene un valor aún mayor, no sólo porque sea una manifestación de resistencia hacia la velocidad y el gusto acrítico, sino también porque demuestra que todavía hay gente –creadora y consumidora– que aprecia el talento de los creadores y el valor de las cosas hechas con cuidado. La nuestra siempre ha sido una tierra de artesanos, y es por eso que tiene todo el sentido del mundo que exista una Semana de la Artesanía de Cataluña que organiza desde hace ocho ediciones la Generalitat, y que consiste en siete días de actividades alrededor de la artesanía: cómo se hace, donde se encuentra, su historia y sus secretos. Así, con una agenda de actividades generosa a lo largo y ancho de todo el país, esta iniciativa quiere fomentar la apreciación y la producción de objetos artesanales –vidrio, joyas, muebles, forjados–, estableciendo una comunicación entre creación y público, e incidiendo en dos aspectos fundamentales: exposiciones y exhibiciones, y también un nutrido aparato documental e histórico. Apúntate las fechas: del 7 al 13 de octubre, principalmente en Barcelona, pero con actividades proyectadas en toda Cataluña.