El calentamiento global es un fenómeno que cuesta imaginar. Si no estás directamente amenazado por el aumento del nivel del mar, sufriendo escasez de agua o devastado por incendios forestales... puedes llegar a entender la magnitud de la tragedia? Todo parece demasiado abstracto.
Es por eso que proyectos como Climate Central son tan esenciales para concienciarnos de la crisis climática. Este sitio web crea mapas que muestran qué partes del mundo podrían encontrarse bajo el agua debido al aumento del nivel del mar. Entonces, a medida que el planeta se calienta y la contaminación continúa sin cesar, ¿qué ciudades de todo el mundo podrían encontrarse bajo el agua en 2030? Para averiguarlo, analizamos los mapas más recientes de Climate Central, que se basan en el informe del IPCC de 2021; en otras palabras, algunos de los datos sobre cambio climático más confiables que existen.
Por supuesto, hay muchas variables en juego, pero lo que estamos viendo aquí es lo que podría suceder si la contaminación continúa en su trayectoria actual. Estos mapas muestran los niveles del mar en el futuro (en rojo), sin embargo no muestran lo que podría suceder durante las inundaciones u otros eventos climáticos extremos.
Mucho puede cambiar entre ahora y 2030. Podríamos construir defensas contra inundaciones, adaptar nuestras ciudades e, idealmente, si las conversaciones de la COP26 van según lo planeado, tomar medidas drásticas para detener el calentamiento global. Sin embargo, en el caso de que nada de esto suceda, aquí están las posibles consecuencias: nueve ciudades que podrían encontrarse completamente (o en gran parte) bajo el agua en una década.
En España, por ejemplo, una de las zonas más afectadas sería el parque natural de Doñana, ubicado en la desembocadura del Guadalquivir (Cádiz), que cuenta con una gran extensión de terreno que proporciona al parque una gran biodiversidad. En Cataluña el principal afectado sería el parque natural del Delta del Ebro, un espacio singular por su realidad física, geográfica y natural que también se verá afectado en menos de diez años.
Además, Barcelona también vivirá las consecuencias del cambio climático a corto plazo: aumento de las temperaturas, disminución de las precipitaciones e incremento de los niveles del mar que podría poner en riesgo el delta del Llobregat y la zona del aeropuerto. Y eso no es todo, ya que las playas del litoral barcelonés también podrían desaparecer por culpa de la erosión de la costa.