23 mujeres que abren caminos

Son libros, hitos deportivos, negocios culturales, obras de arte... Son aportaciones muy importantes a cómo se percibe el universo femenino contemporáneo. Son proyectos de mujeres que han iniciado nuevas maneras de hacer y de pensar.

Teoría King Kong
Se dio a conocer con el film 'Fóllame', pura subversión punk de los códigos del porno que adaptaba su propia novela, como más tarde haría también con 'Bye bye blondie'. Poco amiga de los escándalos que provocan sus obras, la escritora y cineasta francesa ha demostrado su lucidez crítica con ensayos como 'Teoría King Kong', donde confronta temas tan espinosos para el feminismo ortodoxo como la prostitución, la violación y la pornografía desde una perspectiva autobiográfica y desde la conciencia de quien se reivindica “proletaria de la feminidad”.

Rally Dakar 2015
No resulta nada fácil hacerse un nombre en un mundo, el del motor, donde las mujeres solo parecen existir para aguantar sombrillas y custodiar trofeos de deportistas masculinos. Y el medallero de esta motorista que empezó a correr con siete años, impresiona. Trece veces campeona del mundo de trial, el año pasado Laia Sanz marcó un hito histórico al convertirse en la primera mujer que se clasificaba entre los diez primeros puestos generales del Rally Dakar, después de cuatro años quedando campeona de la categoría femenina.

Cómo ser mujer
El humor franco y desvergonzado es una de las claves del éxito de 'Cómo ser mujer' de Caitlin Moran, lo más parecido a un best-seller feminista que ha dado el mundo editorial del siglo XXI. La periodista británica propone un manual sobre una serie de temas tabús, pero menos marginales que los de Despentes, como la depilación genital femenina, el aborto narrado en primera persona o la relación con un cuerpo que no se ajusta a los cánones. Porque el feminismo también se puede practicar desde la diversión y la cultura pop.

Hotel
La trayectoria como fotógrafa de Sophie Calle se distingue por la exploración de los límites de la intimidad, por captar a través de su cámara aquellos momentos o espacios de vida que no han sido pensados para mostrar en Instagram o Facebook. Ella misma se involucra como personaje en sus relatos fotográficos. Para la serie 'Hotel' consiguió un trabajo de camarera en un establecimiento veneciano para registrar de forma detallada, como una entomóloga, los rastros de las estancias fugaces de los turistas en estas habitaciones temporales.

La Calders
El goteo de librerías históricas que han cerrado puertas en los últimos años en Barcelona se ha contrarrestado con la apertura de nuevos establecimientos que revitalizan el tejido bibliófilo de la ciudad. La navarra Isabel Sucunza está, junto con Abel Cutillas, al frente del proyecto de La Calders, una librería situada en un rincón inigualable de Sant Antoni que no se conforma con ser un mero comercio de literatura y se ha convertido en uno de los puntos calientes en lo que se refiere a actividades culturales de la ciudad.

Deix on dir
A Núria Martínez-Vernis no solo hay que leerla. Sobre todo hay que verla y escucharla en vivo recitando alguna de sus piezas del 'Deix on dir' o en conjura rapsoda-revolucionaria con otros poetas punks como Martí Sales y David Caño. La voz de Vernis, como rescatada de algún pozo de negrura de los 80, resuena entre gutural y frágil mientras desgrana versos que desfilan por el lado del abismo. Sus poemas también rescatan el gusto por la sonoridad de viejas y bellas palabras arrinconadas por le catalán estándar.

Asexuals Project
La obra de Laia Abril se sitúa en las antípodas del imaginario visual que estandardiza el cuerpo de la mujer dentro de un canon de belleza imposible, heteronormativo y no conflictivo. Esta artista visual se interesa por temas como la historia de la contracepción, las rutinas de los jóvenes que practican sexo on line, la herencia de la brujería en nuestros días, los desórdenes alimentarios o, como en el caso de Assexuals Project, las personas que reivindican su falta de deseo como una opción más de libertad sexual.

Hace unos siglos, hacerse monja era casi la única oportunidad que tenían las mujeres para desarrollar una vida independiente. Así lo demuestran figuras como santa Teresa de Ávila y la mística del siglo XII Hildegarda de Bingen, la mujer total de la edad media, que ejerció de compositora, científica, escritora, médico y líder eclesiástica, y a quien incluso se le atribuye la primera descripción del orgasmo femenino.

Hija del médico del rey francés Carlos V, Christine se quedó viuda muy joven. Para mantener a la familia se convirtió en una escritora de éxito dentro de la corte. Además de elaborar literatura al gusto de la aristocracia, también llevó a cabo, de forma pionera, crítica desde la perspectiva de género al iniciar una famosa discusión sobre 'Le roman de la rose' donde cuestionaba su contenido misógino.

Las revoluciones también se han escrito en masculino, y uno de los nombres tapados de la Francesa fue el de Marie Gouze, escritora política que se significó bajo el nombre de Olympe de Gouges en la lucha contra la abolición de la esclavitud y la defensa de los derechos de las mujeres, hasta el punto de redactar una 'Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana' que complementaba la discriminatoria 'Declaración' en masculino.

A finales del siglo XIX, las mujeres se movilizan por primera vez de forma colectiva e interclasista para defender sus derechos. Entre las muchas pioneras del movimiento sufragista, Emmeline Pankhurst reivindicó acciones que fueran más allá de las palabras como el sabotaje, los incendios y las huelgas de hambre. Pero su hija Sylvia encaró la lucha feminista desde el pacifismo y el socialismo.

Anarquista de Sabadell, Teresa Claramunt fundó la primera organización feminista del país, la Sociedad Autónoma de Mujeres de Barcelona, junto con Ángeles López de Ayala y Amàlia Domingo Soler. Representante popular de una lucha por los derechos de la mujer que también tuvo embajadoras burguesas como Carme Karr y Francesca Bonnemaison, y en Madrid, políticas como Clara Campoamor.

Pocas imágenes más icónicas de finales de los 60 y principios de los 70 como la de Angela Davis levantando el puño a la altura de su espléndido peinado afro. Activista por los derechos civiles, comunista y feminista, encarna una lucha integral en plena segunda ola del feminismo, cuando también brillan nombres como el de Simone de Beauvoir, madre teórica de todo, Betty Friedan, Gloria Steinem y Germaine Greer.

En 'El temps de les cireres', Natàlia intenta encontrar su lugar en Barcelona después de vivir en Francia e Inglaterra. Montserrat Roig ofrece un retrato de la capital catalana donde se empiezan a vislumbrar los primeros rayos de luz en medio del gris de un franquismo que todavía pesa.

Virginia Woolf se inspiró en su amante Vita Sackville-West para el personaje de ‘Orlando’, que atraviesa épocas y países escribiendo, amando e incluso cambiando de sexo. Una figura que transciende la habitación propia, el espacio de independencia que Woolf reclamaba para las mujeres.

Jefa del equipo de guionistas de un show similar al ‘Saturday Night Life’, la protagonista de ‘Rockefeller Center’ tiene mucho en común con su creadora e intérprete Tina Fey. Representa la punta de lanza de una nueva generación que ha normalizado la comicidad en femenino.

El odio eterno a la sopa es el único rasgo infantil de Mafalda, una niña con el pensamiento crítico y el pesimismo propio de una adulta. El personaje de Quino no pierde nunca la oportunidad de dar su opinión sobre el estado del mundo desde unas tiras gráficas que han leído millones de personas.

En el universo Marvel, superpoblado por héroes masculinos dispuestos a protagonizar gestas épicas, Jessica Jones se presenta, en la adaptación de los cómics a la TV, como una heroína el principal poder de la cual es afrontar una situación de abuso por parte de un hombre que confunde amor con control.

Patricia Highsmith perfiló 'Carol' en 'The price of salt', una de las primeras obras que planteaba una relación de amor entre dos mujeres con posible final feliz. A las órdenes de Todd Haynes, Cate Blanchett pone rostro a una mujer que prefiere renunciar a estatutos e hija que a la identidad sexual.