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Una vida de película, prototipo del sueño americano del siglo XX, de la miseria al estrellato del Hollywood de la época dorada. El mito rutilante del músico Xavier Cugat se construyó con materiales diversos, sobre todo tópicos que supo exprimir en el plano artístico y también en el personal. Síntesis de una idea de éxito, lujo y glamour, confesaba sarcástico que su afición era coleccionar dinero. Además de su incuestionable huella como introductor de los ritmos latinos en la cultura de masas, hay tres factores más por los cuales será recordado: las caricaturas, los chihuahuas y las mujeres.
La noche musical del Festival Grec se engancha este año a los ritmos alegres y despreocupados que popularizó el gerundense más universal. ‘I sing a song about bananas' coge su título de una de las colaboraciones más delirantes entre el director de orquesta y la cantante de las frutas en la cabeza, Carmen Miranda. Esta fue solo una de las muchas relaciones que Cugat mantuvo con cantantes y actrices en el terreno artístico y también llevado en muchos casos al terreno personal (se casó cinco veces).
Por eso, para tratar al personaje en el espectáculo del Teatre Grec la dramaturga Helena Tornero lo tuvo claro: “Hemos querido explicar su historia a través de las intérpretes femeninas que pasaron por su trayectoria”, explica.
Además de Miranda, Cugat trabajó con Rita Montaner, Carmen Castillo y Abbe Lane, entre otras muchas, incluso se dice que fue él quién creó el nombre artístico de Rita Hayworth. El actor Xavier Ruano representa a Cugat, mientras que la actriz y cantante Anna Moliner irá haciendo los diferentes papeles femeninos. Finalmente, el actor Ferran Vilajosana interpreta una tercera figura creada a partir de otros testigos, una mirada crítica detrás el deslumbramiento de los focos.
“Tenemos esta imagen de Cugat como una especie de Pigmalión que siempre presumía de haber descubierto mujeres para convertirlas en estrellas”, apunta Tornero. “Es una visión muy del siglo XX en que la mujer no era nada sin el hombre. Pero desde una perspectiva más contemporánea, descubrimos que no eran solo chicas monas que cantaban. Muchas de sus colaboradoras ya tenían una carrera sólida detrás”.
El Original Jazz Orquesta del Taller de Músics, dirigida por David Pastor, recreará aquel aire clásico de la música de los años 40 y 50 del siglo pasado. Melodías y arreglos inolvidables, el particular sonido de un mito que vendió 18 millones de discos asociados a un universo hedonista, despreocupado y kitsch. Una noche para bailar y desconectar, pero también para mirarnos las cosas desde otra perspectiva.
■ Teatre Grec. 28 de julio, 22 h. 15 €.