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¿Quién no ha soñado con encabezar una banda de rock'n'roll? ¡La respuesta es afirmativa si tienes más de 40 años! Por allá en 2006, esta ambición podía satisfacerse durante tres minutos: solo tenías que inscribirte en la lista del Anti-Karaoke, la fiesta que crearon la cómica y monologuista norteamericana instalada en Barcelona, Rachel Arieff , y el jefe de redacción de la revista de música Popular 1, César Martín.
La cosa iba así: el Anti-Karaoke ocupaba el escenario de la Sala Sidecar –ahora Club Sauvage–, y los asistentes a la fiesta elegían una canción de una lista de casi un millar de clásicos roqueros, algunos oscuros, otros famosísimos. La colisión entre el hilarante oficio de Arieff como maestra de ceremonias y el entusiasmo de los aspirantes a rockstar la convirtieron en una de las fiestas más gamberras y divertidas de los últimos veinte años: la gente no tenía vergüenza, y llevaba cualquier cachivache o disfraz en el escenario que pudiera añadir atractivo a sus –a menudo– mermadas y alcoholizadas aptitudes vocales (y algunos pocos lo hacían muy bien, también).
Del 2004, año que empezó en el Llantiol, hasta el 2016, que celebró dos sesiones en la Fábrica Moritz, el Anti-Karaoke se convirtió en una saga legendaria de resacas, diversión y descontrol, y que propició un star- system propio de miniestrellas –algunas aberrantes– como El Hombre Perro o Senén / CNN y también desembarcó en Madrid, en la Sala El Sol.
¡Y en el vigésimo aniversario de su primera edición, el Anti-Karaoke vuelve! El próximo jueves 1 de agosto a las 21 h (abren puertas a las 20.30 h, por 10 euros entrada anticipada) la sala Bóveda de Poblenou (Roc Boronat, 33) acogerá el regreso regular de esta fiesta a la noche de Barcelona, con periodicidad mensual. ¿Por qué vuelve ahora? Arieff, desaparecida de la vida teatral y nocturna desde hace años, explica que ha podido regresar al ruedo "porque ahora tiene perspectiva. El Anti-Karaoke me quemó. Era física y mentalmente muy exigente. Y necesitaba un descanso". Durante la pandemia, se metió de lleno en la meditación vipassana y "me libré de cosas que me molestaban. Ahora estoy fuerte como Rocky Balboa, y puedo dar esas patadas de kárate de nuevo y saltar en el escenario!".
Vuelvo porque ahora estoy bien. El Anti-Karaoke era muy exigente y me quemó
El funcionamiento del AK será el de siempre: "si no está roto, ¡no lo arregles!", dice. Ella como maestra de ceremonias, y el personal que se apuntará a cantar cualquiera de las canciones de una nutrida lista que se ha renovado con 40 temas. "He añadido canciones nuevas, desde Tom Waits o Pixies a música mega-rancia como Camilo Sesto, que me encanta y he descubierto aquí" (esta última frase la dice en un catalán perfecto. De hecho, toda la conversación transcurre en catalán, castellano e inglés de forma aleatoria). El traslado a la sala Bóveda añadirá "un componente más dinámico y teatral, porque de hecho el escenario es mucho mayor que en Sidecar", opina. La fiesta también vuelve a Madrid, en la Sala El Sol, el 9 de octubre, para celebrar el 45 aniversario de la sala.
También existe un componente de nostalgia en el retorno, claro. "Mira La Paloma. Es gente mayor bailando, pero el rato que bailan rejuvenecen. Sí, digo lo que dicen todos los viejos roqueros, pero es cierto", razona. En el impasse del hiato de AK, de 2016 hasta ahora, hemos asistido a la coronación del trap y reggaeton como a nueva música pop, una coyuntura por la que no siente demasiado cariño. "Un estudio demostró de forma objetiva que mucha música actual es muy aburrida. ¡Pero el rock nunca lo será! ¡Solo tienes que ver vídeos de niños en TikTok escuchando Steely Dan y flipan!". En pandemia, prosigue, "me escribía gente del norte de Europa que solo habían venido una vez y no había ni cantando, solo de público. Y me preguntaban si todavía se hacía, y por todo esto he sentido que valía la pena continuar".
¿Nostalgia? Sí, por supuesto. Mira a la gente mayor de La Paloma. Cuando bailan, rejuvenecen. ¡Esto es lo mismo!
¿Decía que el AK tenía un star-system? Algunos "muy queridos" han muerto, y Arieff ya tiene la sensación de que "cada día con vida es un préstamo y debemos aprovecharlo". O sea que si vas al regreso de la fiesta, seguramente te encontrarás a clásicos como el inenarrable Dani el Mutante, o quizás incluso el bizarrísimo El Hombre Perro: un jubilado que había trabajado en la industria del cine porno de cámara y con más de 60 años hizo realidad su fantasía sadomasoquista de pasear en tanga de cuero y una cadena en el cuello por los bares de Barcelona, actuando como un perro. "Bueno, quizás no se presente. Si tiene que venir a cuatro patas hasta Poblenou se podría hacer daño!", ríe.
Las próximas sesiones de Anti-Karaoke en la Sala Bóveda serán el 5 de septiembre, el 24 de octubre, el 14 de noviembre y el 5 de diciembre.
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