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Hace semanas que no puedo parar de tararear: “¿Is somebody gonna match my freak?”. Estoy obsesionada con la pop-star Tinashe y cuando pensaba que no podía estarlo más, aparece vestida así:
No sabía que necesitaba una camiseta-senyera-del-Barça-con-mangas-personalizadas hasta que vi las fotos de Tinashe con una camiseta-senyera-del-Barça-con-mangas-personalizadas y ahora siento que los días de la mi vida que paso sin ella son días perdidos… Observadlas bien, no puedo ser la única que vive atrapada en estas fotos.
Hay que decir que Tinashe muy probablemente no llevaba la camiseta para hacer bandera de su afición por el club barcelonés, sino para celebrar los números récord a los que ha llegado su canción “Nasty” a Spotify, aprovechando que la plataforma de streaming es también el patrocinador del equipo y aparece su nombre grande en la camiseta.
Aun así, siempre hace ilusión ver a grandes celebridades lucir prendas que sentimos nuestras, como cuando Dua Lipa apareció con una chaqueta de la bandera de Mallorca y todos enloquecimos ante esta imagen casi onírica.
"Visca el Barça", pero hazlo alta moda
Hace un tiempo que ese extraño sentimiento de validación que sentimos cuando gente de fuera luce símbolos o indumentaria nuestra está a la orden del día. ¿Las principales culpables? Las camisetas de fútbol. Al igual que ocurrió en su momento con las camisetas de bandas de rock antiguas, las equipaciones deportivas se han convertido en una prenda muy cotizada por los amantes de la moda.
No es extraño entrar en Pinterest y encontrarte con infinidad de fotografías de jóvenes 'fashionistas' exhibiendo una camiseta del Barça (u otros equipos), sin que esto tenga que ver con fanatismo futbolístico. Es el “blockette core”, tal y como se le ha bautizado en TikTok.
En el mundo de la moda, ya se sabe, más es más. Ahora con una simple camiseta de un equipo de fútbol que has encontrado en tu tienda de segunda mano de confianza (o en tu revendedora/especuladora de Vinted favorita) no es suficiente y es por eso que ya empiezan a aparecer los primeros frutos de la 'yasificación' de las camisetas de fútbol.
Conner Ives es el diseñador de estas camisetas del Barça fruncidas (y quien dice del Barça, dice de cualquier equipo de fútbol que encuentre) que ya se venden en comercios de alta moda.
Él mismo describe la marca como “alocada, sostenible y sexy” y es que uno de los principales atributos de Conner Ives es recuperar prendas que se han descartado o stock muerto destinado a grandes vertederos para que vivan una segunda vida. Ha sido con la colección de este año SS24 que Ives ha visto el potencial específico de “tunear” la gran cantidad de camisetas de fútbol que terminan en los vertederos de ropa.
¡Blasfemia!
Como era de esperar, no a todo el mundo le ha parecido buena idea ver camisetas de sus equipos confeccionadas como prendas estrictamente de moda y algunos usuarios de Twitter ya se ponen las manos en la cabeza.
Son dos caras de un mismo debate: desde el mundo de la moda no se entiende la afición por el mundo del fútbol, a sus ojos simplemente son prendas con potencial para convertirse en alta costura en vez de más residuos en un mundo al límite del colapso; y en el mundo del fútbol no se entiende que una pieza que carga tanto sentimentalismo pueda venderse completamente descontextualizada de su propósito inicial. Dos posiciones tan opuestas como comprensibles.
A mí personalmente me da igual que Tinashe no tenga ni idea de que lo que llevaba a la fiesta-celebración de “Nasty” es en realidad una camiseta del equipo barcelonés, porque lo más importante es que la encuentro absurdamente chula, y estos son todos los requisitos para querer una prenda en mi armario. También es verdad que no sabría decir el nombre de 5 jugadores del Barça, así que mi imparcialidad en este debate podríamos decir que es nula.
¿Debería aprenderme al menos 5 jugadores del Barça si consigo la camiseta de Tinashe? ¿Es imprescindible saber 5 canciones de un grupo de música para llevar una camiseta suya que has encontrado en Humana? ¿Es inmoral que una camiseta del Villarreal reconfeccionada se venda como alta costura por 240€ si podrías haberlo hecho tú? ¿Es menos válida una obra de Rothko porque “tu primo pequeño lo hubiera podido hacer”? Y lo más importante de todo: ¿Is somebody gonna match my freak?