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Uno de los mejores 'bartenders' del mundo abre una coctelería en el Born inspirada en Ruiz Zafón

Mariposa Negra moldea sus vasos en cerámica artesana y también destila varios de sus licores

Ricard Martín
Escrito por
Ricard Martín
Editor de Menjar i Beure, Time Out Barcelona
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En un mundo, la coctelería moderna, en que cuando algo se pone de moda tienes a todo un gremio intentando dar una vuelta de tuerca más en la misma dirección –ahora serian los tragos en vasos delirantes que tienen que beberse mediante varios gadgets y en los que flotan ensaladas esferificadas– es de celebrar que aparezca un nuevo local que, sin querer venderte la moto del nuevo concepto, haga algo único, singular y de muy alta calidad.

Este es el caso de Mariposa Negra (Plaça de les Olles, 4. T. 623 46 45 92), una coctelería que abrió hace una semana en el Born, y en la que está de ‘bartender’ y director Luca Corradini. “Sí, soy otro italiano más en Barcelona”, dice, modesto, el que en 2015 era uno de los jefes de coctelería del American Bar del Savoy de Londres, la coctelería más antigua de Inglaterra, icono mundial de la priva fina y uno de los cinco mejores bares del mundo según 50 Best. ¿Y qué hace tan especial a Mariposa Negra? Pues para empezar, que cada cóctel tiene un vaso de cerámica a medida hecho por Corradini, de manera artesana y en el mismo bar. Corradini, italiano de los Alpes, explica que "nunca estuve del todo contento con mis cócteles. Cada vez que veía el vaso, tenía la sensación que no representaba bien el sabor del trago. ¿El vaso tendría que estar más abierto? ¿O un poco ladeado? Pues decidí crearlo yo mismo", recuerda. 

En el altillo del bar, tiene un taller en el que dibuja los vasos, los imprime en 3D, y con un molde de yeso les da forma en barro, y al horno a 1050º. Después los pinta a mano y los vuelve a 'cocinar' con una capa de vidrio: cerámica, voilà. Las pajitas de los cócteles también son de cerámica, y los palillos de las aceitunas son de metal, también artesanos. De locos, si no fuera porque también elabora algunos de los licores, como un exquisito amaro –licor de hierbas digestivo– y un no menos goloso licor de naranja (y embotellan una ginebra de la casa, Mariposa Negra, con mucho enebro y sabor de melón piel de sapo).  

Luca Corradini en su taller
Foto: Time Out BarcelonaLuca Corradini en su taller

Los vasos son deformes, imperfectos, y el local, pese a exhibir licores premium, parece un cementerio de botellas y sueños rotos, si me permitís el romanticismo casposo: madera y metal en apariencia rústicos y aires de tugurio surrealista, con una vidriera que captura la luz de las lámparas de cerámica. Un bar precioso.

"Para mi, Carlos Ruiz Zafón es el mejor escritor que ha pasado a la historia, y por leerlo me vine a Barcelona. En la novela 'Marina', Michael Kolvenik tiene un laboratorio en el Born. Mediante la sangre de mariposa negra, inventa un suero con el que infunde vida a seres hechos con retazos de cuerpos deformes, mitad humanos y mitad marionetas. Y este local es un homenaje", resume el coctelero. La imperfección de los vasos, claro, alude a los engendros 'frankeinstenianos' que rondaban de noche por el Born (como ahora, vaya). 

Mariposa Negra
Foto: Mariposa NegraMariposa Negra

Lo dicho: en un mundo dominado por la perfección, la tecnología y el diseño, y el diseño, aquí ponen cócteles en vaso irregulares de cerámica. Todo esto sería marketing muy bueno si los cócteles no fueran cojonudos, claro. "La gente quiere cosas diferentes y esto es lo que ofrecemos. No queremos  impresionar, sino crear algo estéticamente bonito. Pero lo más importante es que el cóctel esté rico, claro", puntualiza.

Me pido un Suero de la Mariposa –ginebra, marrasquino, pastís, pera conference y miel de lavanda– y uno, que no se las da de entendido de coctelería, Dios me libre, sabe que está ante algo muy especial, por la frescura como me baja por la garganta y me llama a empinar más el codo: nada que ver con esos ejércitos de cachimbas barrocas que tienen pinta (y sabor) a Pato WC y proliferan por las barras de medio mundo. El próximo día me apalancaré un Melancólico, que combina 'falernum' de 'limequats' –jarabe caribeño con cítricos– con ginebra, licor de naranja, lúpulo, yema... Y ¡horchata de chufa de producción propia!

"Aquí no hay nada de científico o alta tecnología, esto es un proyecto de artesanía pura y espero que Barcelona me acoja bien", resume. La carta de Mariposa Negra tiene unos veinte cócteles de creación propia, entre los 9 y 10 euros de precio. "Pero si viene alguien y pide un Dry Martini, se lo serviremos con todo el respeto y cariño del mundo". Id, antes de que tengáis que dejar el boli en la entrada para poder caber. 

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