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Al igual que los salmones que nadan río arriba para desovar, el siciliano Nicola Drago (chef) y la montsianense Anna Pla (sumiller) han saltado del Contracorrent Bar del Fort Pienc al Contracorrent Bistró de Gràcia (Sant Domènec, 14). Para quienes no conozcáis su local primigenio del Eixample Dret, él os lo explica; "Abrimos en noviembre del 2020, en pleno caos de la pandemia. Al principio, solo hacíamos desayunos, cafés con leche y tortillas de patata take away. Fuimos ampliando a comidas y cenas a medida que las restricciones nos lo permitían. Se llama Contracorrent porque literalmente nació a contracorriente, lo teníamos todo en contra." Si todavía no habéis ido, hacedlo; vinos naturales y tapas de autoría elaboradas desde cero con producto próximo y estacional.
¿Por qué abrir un segundo local? Contesta Anna; "No lo hemos hecho por ganas de crecer. Lo hemos hecho por motivos prácticos. La cocina del Fort Pienc es minúscula. Es complicada la 'mise en place' y, por tanto, no se pueden hacer menús de degustación, que es lo que queremos hacer en Gràcia."
¿Diferencias entre uno y otro? Primero responde Nico; "En cuanto a la comida, quizá el Bar tenga una mirada más internacional y viajera. Mi mano derecha allí es el chef colombiano Arlin Posada y se nota. En la carta hay clásicos inamovibles —la ensaladilla de pollo 'a l'ast', los mejillones con chile y esferas de tapioca y el 'cannolo' de ricotta— pero también aguachiles y tiraditos. En Gràcia, estoy solo en la cocina. Sin hacerlo de forma consciente, siento que los platos que hago en el Bistró son más europeos." Probablemente, también sea por haber crecido en el seno de una familia que come muy bien, por sus estudios superiores de cocina y por haber trabajado en restaurantes italianos, suizos, londinenses y barceloneses, varios de ellos con estrellas Michelin. Ahora responde Anna; "Los dos locales comparten las mismas referencias de vinos naturales, pero con pequeñas excepciones. Hay alguna botella aquí que no está ahí y al revés. El jefe de sala del Fort Pienc es Rafa Sobrino, con quien comparto la misma filosofía y gusto por la mínima intervención".
"Siento que los platos que hago en el Bistró son más europeos"
¿Diferencias entre el Contracorrent Bistró y los demás restaurantes de la ciudad? Ahora contestamos a nosotros. Anna y Nico os hacen una propuesta que no podréis rechazar. De martes a sábado, un menú de mediodía a 32,50 euros en formato degustación, en platos pequeños. Esto significa; tres aperitivos, entrante, primero, segundo, dos postres y agua. Van aparte el vino y tres platos con suplemento (de 4 a 8 euros). "No queremos hacer un menú de primero, segundo, postre y a volar. Queremos arriesgar un poco, ofrecer algo diferente a precio competitivo que esté a medio camino entre el de mediodía y el de degustación y que sorprenda a la clientela", dice Nico. Objetivo conseguido en tiempo récord; solo hace una semana que han abierto. Y hablando de tiempo, no penséis que os tendrán con el culo pegado a la silla eternamente, intercalando bostezos entre interminables pases. Sí, en el establecimiento graciense se hace degustación, pero es el comensal quien marca el ritmo y lo hace en un ambiente que huye del esnobismo encorsetado de la alta cocina. Aquí el trato es cercano y relajado.
"Queremos ofrecer algo diferente que esté a medio camino entre el menú de mediodía y el de degustación"
De aperitivos probamos el pan de masa madre, mantequilla de aceite de oliva de la cooperativa del padre de Anna y vinagre de cabernet; una ostra gin fizz, piparra ahumada y hinojo marino encurtido muy juguetona, y el hatillo de hoja capuchina, atún escabechado, pistachos y guindilla, que viene en formato de taco. De entrante, la espuma de queso 'taleggio', radicchio, garo de anchoa y sésamo; "Es un plato que mezcla ingredientes del norte, el queso, y del centro de Italia, el vegetal puntarelle", nos informa Nico.
De primero, devoramos el mollete de 'fricandó' de carrillera ibérica, mole y portobello. De segundo, la sopa de bacalao ahumado, whisky, huevo de gallineta y níscalos. "Por muy alocado que suene, el pescado y el licor combinan muy bien porque ambos son ahumados", continúa. No por hambre sino por pura glotonería, pedimos dos de los platos extras con suplemento.
Nos enamora el 'arancino' de pollo a la catalana, piñones y pasas; "En Sicilia es una bola de arroz de azafrán rellena de boloñesa, rebozada y frita. Nuestra versión se hace con arroz de pollo a la catalana, caldo, vino rancio, tomillo y ajo. La servimos con cebolla pochada, piñones y pasas". También nos zampamos los prodigiosos fideos 'bigoli' cremosos, rebozuelos y carpaccio de gamba roja. De postre; la mandarina, pomelo y boniato en texturas y, finalmente, hongo blanco, espuma de leche condensada y helado de avellana. "Los primeros postres refrescan gracias a las frutas y los segundos reconfortan gracias al lácteo." El final perfecto para un menú perfecto.
"Si Arlin y Rafa no estuvieran en el Contracorrent Bar de Fort Pienc, el Bistró de Gràcia no existiría. Son nuestro motor", concluye la pareja. Pues nada. Ante este hecho irrefutable solo podemos decir dos cosas. Gracias infinitas, Arlin y Rafa. Volveremos, Nico y Anna.
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