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El acceso a la planta -2 de la Fundació Tàpies ha amanecido cubierto de un hilo rojo que teje una inmensa tela de araña. Las escaleras que nos conducen a las salas de exposición parecen ahora una cueva hacia el infierno, pero en realidad solamente nos dan la bienvenida a las creaciones de Chiharu Shiota, una artista japonesa que presenta esta muestra sorprendente y llena de simbolismos.
La obra de Chiharu Shiota nos habla de la fragilidad de la vida, de la memoria y del vínculo con la tierra a través de estas telarañas de color carmín que, dentro, atrapan objetos cotidianos como zapatos o llaves.
Los elementos atrapados entre las mallas rojas forman parte de la obra de arte, al igual que lo hace el espectador: la muestra, que es a la vez una instalación inmersiva, convierte a los cuerpos de los visitantes en sujetos que, como los objetos, interactúan con estas telarañas. Los hilos simbolizan los vasos sanguíneos que existen dentro del cuerpo y, al mismo tiempo, las conexiones que nos vinculan con los demás, unificando así el microcosmos y el macrocosmos.
Chiharu Shiota nació en Osaka, Japón y estudió en Alemania, donde vive desde hace más de veinticinco años. En 2005, cuando enfermó de cáncer y afrontó la posibilidad de morir, se dio cuenta de que “vivir y morir pertenecen, en realidad, a la misma dimensión”. Las telarañas también quieren hacer visible este universo que existe tanto en la vida como en la muerte, como si pintaran el oxígeno que nos conecta con el mundo del que formamos parte, estemos vivos o muertos. La artista lo explica así: “Quizás la muerte no es un retorno a la nada sino, más bien, una cuestión de integrarnos, más allá de la extinción de la vida, en la muerte, en una fusión en algo más amplio que nosotros”.
Además, la obra de Shiota tiene muchos puntos en común con la de Tàpies, que este año celebra el centenario de su nacimiento. Uno de estos paralelismos es la capacidad de utilizar objetos cotidianos en las obras de arte y, desde estos, hablar sobre la condición humana buscando la universalidad. Las conexiones no terminan aquí: los simbolismos como el muro o la silla están presentes en la obra de ambos artistas. De hecho, Shiota ha dedicado una sala a conectar varias sillas a través de los hilos rojos, una idea que nació al ver la obra de Tàpies 'Nube y Silla', que preside la fachada de la Fundació.
La muestra es la segunda que la artista expone en la ciudad de Barcelona y se podrá visitar en la Fundació Antoni Tàpies hasta el 23 de junio.