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Desengañémonos: si nos fijamos en ese ranquin de contenido hecho por usuarios que empieza por 'Trip' y acaba en 'or' y vamos a los mejores restaurantes de Barcelona, es posible que no demos cerdito, perdón, crédito, a nuestros ojos: en los primeros puestos asoman algunos restaurantes excelentes, pero también muchos garitos montoneros de croqueta congelada y ensalada de bolsa (pero que están a un metro de una atracción turística).
Hay otros muchos restaurantes que ocupan esos puestos gracias a combinar localización con un buen trabajo, y a acumular los comentarios elogiosos de locales y turistas. Ese es el caso de la hamburguesería Vrutal Burger en Poblenou, del Grupo Beleavers, que ocupa el número seis de los mejores restaurantes veganos del mundo según Trip Advisor (su hermano mayor, también en la Rambla de Poblenou, Blu Bar, está en el número cuatro del mismo listado, y muy cerca tienen el asiático Desoriente y el italiano 26 kg, todos veganos).
Parece mentira, pero Beleavers todavía no se habían expandido fuera de Sant Martí hasta hace poco: a finales del 2024 abrió en l'Eixample Izquierdo una segunda Vrutal Burger.
El 90 % de la clientela no es vegana, viene por el sabor
"La carta del Eixample es casi idéntica a la de Poblenou. Para qué ir a cambiar cosas si todas las hamburguesas son grandes éxitos y han creado afición", me cuenta Alejandra Pasutto, co-creadora del concepto. Para quien escribe, la seña de personalidad de Vrutal es hacer (casi) todos los discos a mano, y buscar una receta y una personalidad diferente en cada hamburguesa acorde con cada disco. ¿Ejemplos? Todas las de la carta, y con sabores aptos para adultos y niños. En el primer apartado, disfruto con una hamburguesa de setas de temporada con salsa barbacoa, que alude al trampantojo de cerdo desmechado, con encurtidos y veganesa, un bocadillo ligero, elegante y que no encerda. En el segundo, envidio la que se zampa mi hija: un monstruito de palmo y medio con cachazos de tofu al estilo pollo frito, con salsa de mostaza y agave, 'coleslaw' y pepinillos.
El triunfo de Vrutal, claro, cuenta Pasutto, "es que el 90 de clientela no es vegetariana, sino que viene por el sabor de la comida. Y porque se nota que todo lo que hacemos, desde los quesos, pasando a las salsas, es casero". Elaboran sus propios cheddar, mozzarella y ricotta, y al frente de la cocina está Lorenzo Scurci, un cocinero del Abruzzo que ha pasado por Dos Palillos, L'Eggs o Sir Victor, y que se saca de la manga entrantes que también han creado escuela, como una 'alitas' empanadas de coliflor con mayonesa ahumada. Según Pasutto, "lo más difícil ha sido dar con la fórmula de un pan de 'burger' vegano que nos convenciera.
Y ojo a la carta de coctelería de la casa, ideada para combinar con las hamburguesas. Los precios siguen la norma del grupo: no es barato de derribo, pero sí muy asequible, dada la calidad-precio: hamburguesa con patatas generosas sale entre 13,50 y 15 euros, 25 'full equip', con entrantes y bebida. Debe ser por eso que en Poblenou se han hecho fuertes tanto entre el público local como entre el extranjero.
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