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Hacer obras en Barcelona es cómo abrir un huevo Kinder: levantas una piedra y te encuentras con una sorpresa. Y es que, con la cantidad de historia que tiene la ciudad, constantemente se destapan escombros arquitectónicos antiguos que con los años han quedado escondidos en los subsuelos. De hecho, en lo poco que llevamos de año, se han descubierto diferentes elementos. Por ejemplo, a finales de enero, con las obras de la ronda de Sant Antoni, se encontraron escombros de la muralla medieval. Días más tarde, la reforma de la Rambla también dejó al descubierto 20 metros de muralla y restos de los antiguos Cuarteles de Drassanes. Esta vez el hallazgo ha estado en la Vila de Gràcia, durante las obras en el solar del Mercat de l'Abaceria, que han hecho visibles la nave central de una antigua fábrica textil.
Se trata de la industria Puigmartí, conocida también como Vapor Nou, que se levantó en la zona en 1839, pero que fue derruida por un incendio en 1876. Las excavaciones, además, también han dejado entrever zanjas agrícolas de etapas anteriores al siglo XIX. Los restos ocupan 3.860 m² (la totalidad del espacio del Mercado de la Abacería) y entre ellos se ha descubierto una parte del edificio principal de la fábrica, así como una serie de estructuras anexas y el patio de la industria.
El solar en cuestión se incluye en una zona de interés arqueológico y de alto valor histórico. De hecho, el Ajuntament ya tenía constancia de la existencia de estos restos en el subsuelo, por eso, desde el inicio de las obras del mercado, en 2021, ya se hizo un estudio arqueológico para detectar posibles escombros patrimoniales y se documentaron varios elementos relacionados con la antigua fábrica textil. Ahora, al haber sido desmanteladas, han comenzado los trabajos conjuntos entre el Institut Municipal de Mercats de Barcelona (IMMB) y el servicio municipal de Arqueología para poder documentarlas.
El Vapor Nou
La fábrica Puigmartí fue la segunda textil en instalarse en el distrito de Barcelona después de la (popularmente conocida) Vapor Vell. Por eso se la nombró Vapor Nou. El empresario Francesc Puigmartí la hizo construir en 1839 y contaba con 25 telares mecánicos y empleaba a 800 trabajadores y trabajadoras, la mayoría de los cuales eran del barrio.
Un incendio en 1876 puso fin al negocio y, actualmente, el único resto visible de la fábrica es la chimenea cilíndrica que hay en la plaza del Poble Romaní.
