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Cada vez llegan más noticias sobre proyectos ferroviarios que mejorarán las conexiones entre distintos países de Europa. Hace unas semanas supimos que un nuevo tren nocturno conectará siete ciudades europeas a principios de 2025 y ahora, un nuevo servicio unirá dos de las ciudades más visitadas del continente, aunque tendréis que esperar un poco más para poder estrenarlo. Una nueva ruta unirá dos de los destinos preferidos por los viajeros de todo el mundo: París y Milán.
El recorrido que conectará la capital francesa y la segunda ciudad más poblada de Italia todavía no está terminado, sino que está en proceso de construcción y no se prevé que se inaugure hasta el año 2032, aunque todavía no existe una fecha concreta. La nueva infraestructura se conoce como el ferrocarril de alta velocidad Turín-Lyon y conectará las redes italianas y francesas que ya existen con estas dos nuevas paradas. La ruta recorrerá los Alpes a través del nuevo túnel Mon de Ambin Base, que con sus 56,8 kilómetros de largo se convertirá en el más largo del mundo.
El objetivo principal del proyecto es mejorar la circulación de mercancías y pasajeros y realizar los trayectos más eficientes. De hecho, cuando esté terminado, se espera que el tráfico de mercancías se realice en exclusiva con el ferrocarril y no por la carretera, lo que reducirá las emisiones de CO₂ y la contaminación atmosférica local. Además, el tiempo de viaje de los pasajeros entre Milán y París en tren se reducirá de siete horas a cuatro. La notable reducción de tiempo también provocará que muchos viajeros escojan realizar el trayecto en tren en lugar que en avión, una opción que también reducirá la contaminación que genera el tráfico aéreo.
Como os podéis imaginar, un proyecto de esta magnitud no es nada barato: calcula que toda la obra costará unos 25.000 millones de euros (sí, ha leído bien, 25.000 millones de euros). La Unión Europea ha financiado en torno a un 40% del coste total, aunque podría aumentar su contribución hasta el 55% y ayudar a Francia con su parte del trabajo.
Un proyecto con polémica
Como con cualquier proyecto ferroviario con este impacto y que abarca tanta distancia, existe cierta controversia en torno a su desarrollo. El ferrocarril dividirá la ciudad francesa de Chimilin, por lo que sus habitantes se oponen al proyecto del tren desde el año 1992, ya que aseguran que podría acarrear pérdidas económicas para la ciudad y quienes viven allí.
También cabe destacar que, aunque los amplios túneles permitirán que los trenes de pasajeros podrán llegar alrededor de 140 km/h, este proyecto no se califica técnicamente como "alta velocidad" según los estándares de la Comisión Europea. De hecho, el tren se queda unos 15 km/h demasiado corto. ¿Pero ir de París a Milán en cuatro horas? A nosotros nos parece bastante rápido.