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La remodelación del nuevo eje marítimo de la Barceloneta quiere sacar aún más partido al mar y a la vida de este paseo de la ciudad, aportando un mirador de 360 grados. El objetivo es crear un nuevo punto de afluencia ciudadana ubicado en la zona sur del paseo, y para eso se ha prolongando la avenida marítima hasta el antiguo espigón. Se espera que sea un nuevo punto atractivo ciudadano en una zona dónde se ubicará también la sede del Museo Hermitatge.
La propuesta del nuevo eje marítimo de la Barceloneta quiere promover la creación de espacios cívicos y de convivencia, según ha apuntado la presidenta del Port, Mercè Conesa. Un espacio público de 36.000 metros cuadrados, ni más ni menos, que supondrán la extensión y la conexión de la zona portuaria con el paseo, según ha explicado la teniente de alcalde de Urbanismo Janet Sanz.
El nuevo paseo del Rompeolas, como se ha bautizado la próxima remodelación, es el que más se parecerá físicamente al antiguo rompeolas (de ahí la denominación Rompeolas 2.0) que desapareció cuando se hizo el puente de Europa para facilitar el acceso de los barcos al puerto. El nuevo paseo será un espacio abierto con vistas por un lado al mar y por otro a Montjuïc y la ciudad perfilada. Estos 36.000 metros cuadrados, que se conseguirán con la ampliación de la plaza de la Rosa dels Vents, permitirán el acceso al paseo Marina Vela (donde ahora se podrán almacenar 22 embarcaciones en la marina seca).