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Un mural dedicado a la miliciana Marina Ginestà

Escrito por
Maria Junyent
Editora
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Seguridad en la mirada, una sonrisa de confianza, cabello corto al viento, fusil en la espalda y Barcelona de fondo. La imagen que el fotógrafo alemán Hans Gutmann (también conocido como Juan Guzmán) capturó en julio del 36 en la azotea del Hotel Colón, no tardó en convertirse en un icono del antifascismo y el feminismo. Ahora, 82 años después de ese momento, Barcelona rinde homenaje a Marina Ginestà como símbolo de las mujeres que tuvieron un papel activo en la defensa de la República con un mural en una medianera de la Plaça de les Dones del 36, en Gràcia . El concejal del distrito, Eloi Badia, ha recordado el deber colectivo de recuperar la memoria histórica y ha explicado que esta medianera quiere 'plasmar una imagen que representa la valentía, coraje, ilusión, determinación y fuerza de las mujeres del 36'.


Marina Ginestà (Tolousse, 1919-París, 2014), de familia obrera y comunista y con valores feministas y cooperativistas, nunca luchó en el frente (el fusil en la espalda sólo lo llevó en la foto, como ella misma había explicado años después), pero aportó a la causa republicana trabajando como mecanógrafa, como traductora y también como periodista para el PSUC. Con la derrota de la República vivió en el exilio, primero en Francia, y luego en la República Dominicana y Venezuela, antes de poder volver a Europa, donde murió en 2014. Los músicos Maria Arnal y Marcel Bagès le dedicaron una canción preciosa, Cançó de Marina Ginestà, que precisamente habla del exilio y que los músicos rescataron de un documental de la miliciana en que ella explicaba que una actriz cantaba aquella canción para animar a la tripulación en el viaje por mar de Burdeos a la República Dominicana.


El proyecto forma parte del Plan de Remodelación de Paredes y Medianeras 2018-2019, impulsado por el Instituto Municipal de Paisaje Urbano, y aparte del mural de Ginestà que se hará a principios de 2019 (aún no han hablado de quién será el autor) también incluye una remodelación de la pared para mejorar el aislamiento térmico y el ahorro energético del edificio.


Con este nuevo mural, Barcelona suma uno más a las medianeras de la ciudad (paredes circunstancialmente desnudas para cambios urbanísticos) como el homenaje del muralista Sixe Paredes a Joan Miró en el Raval -Sant Pau esquina con Riereta- y el de Carmen Amaya ( calle Escoles esquina con Escultors Claperós) que hicieron Btoy y Uriginal en el marco del proyecto OpenWalls como homenaje al 50 aniversario de la muerte de la bailarina y cantante de flamenco.

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