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Días después de que los trabajos de rehabilitación del refugio antiaéreo de la Sagrera dejaran al descubierto la primera suela de zapato de caucho jamás hallada en un contexto arqueológico, la ciudad acaba de presenciar otro hallazgo arqueológico. Desde el 12 de septiembre de 2022, un grupo de arqueólogos trabaja en el Monasterio de Pedralbes y ahora, casi dos años más tarde, la intervención arqueológica en las Casetas de la bajada del Monasterio ha descubierto estructuras relacionadas con la producción de vino que aportan una nueva perspectiva sobre las actividades económicas de este colosal edificio.
Entre todos los hallazgos, uno de los más destacados ha sido una gran estructura circular de época moderna. A pesar de las especulaciones iniciales de los arqueólogos, las nuevas investigaciones han permitido reclasificarla como un gran lagar de vino gracias a los primeros resultados de los estudios bioarqueológicos de los materiales que se obtuvieron durante la fase anterior, entre el 12 de septiembre de 2022 y el 10 de febrero de 2023. La estructura sería, pues, el recipiente sobre el que se pisaban las uvas y así, poco a poco, el mosto las convertía en vino.
Los nuevos descubrimientos, junto con otros elementos relacionados con la producción del vino, han confirmado que las estructuras halladas forman un complejo sistema de producción vinícola. La directora de la intervención, la arqueóloga Anna Bordas Tissier, ha asegurado que, además de aportar una nueva perspectiva sobre las actividades económicas del Monasterio, el hallazgo es interesante en lo que se refiere a la producción de vino fuera del espacio de clausura, una actividad de la que, hasta ahora, no se tenía demasiada constancia.
Desde que se inició la intervención en el Real Monasterio de Santa María de Pedralbes, los trabajos han permitido documentar la evolución de la ocupación de los espacios del exterior del Monasterio, desde la época alto medieval hasta épocas contemporáneas. Entre los descubrimientos más antiguos, destacan un canal de agua excavado en el terreno natural y restos de muros dañados de una vivienda, además del sistema de producción vinícola que todavía no se ha confirmado de cuándo data exactamente.
Barcelona, una ciudad con joyas arqueológicas
Barcelona es una ciudad con muchos siglos de historia detrás, por tanto, no es extraño que unas obras dentro de la ciudad dejen al descubierto restos arqueológicos que ayudan a entender mejor la vida de los barceloneses de épocas pasadas. Obras como los trabajos de reforma de la Rambla han dejado al descubierto diferentes tramos -algunos en mejor estado que otros- de la muralla que medieval que rodeaba la ciudad. De hecho, el último hallazgo fue a principios del pasado mes de julio cuando, además de restos del muro de la muralla, también se identificó un portal de entrada construido entre finales del siglo XIII y mediados del siglo XIV.