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Este año, los Gegants de Barcelona celebran su sexto centenario. Sí, sí, 600 años de historia y cultura barcelonesa han acompañado a las icónicas figuras de las fiestas populares de la ciudad. Para conmemorarlo, los gigantes serán el tema central de las festividades del Corpus, que tendrán lugar hasta el domingo 2 de junio. Pero, además, a lo largo de 2024, se han organizado una serie de actos extraordinarios, exposiciones y actividades para celebrar este aniversario tan especial.
La primera referencia escrita de un gigante en la ciudad (y en el mundo) se remonta a 1424 y la encontramos en el Libro de Solemnidades de Barcelona, que incluye una relación de los elementos municipales que concurrieron a la procesión del Corpus de ese año. Desde entonces, durante esta festividad, los Gegants de la Ciutat han salido a pasearse por las calles de Barcelona. Pero, ¿sabíais que durante dieciocho años los gigantes tuvieron prohibido participar en el séquito?, ¿o que, de 1979 a 1992, el Corpus no se celebró la calle? La cuenta oficial de la red X de Barcelona (@barcelona_cat) ha explicado algunas curiosidades que en torno a la historia del Corpus y de los Gegants de la Ciutat.
🎵 Els Gegants del Pi ara ballen, ara ballen, els Gegants del Pi ara ballen pel camí 🎵
— Barcelona (@barcelona_cat) May 30, 2024
1780. Els Gegants del Pi estan preparats per sortir a la processó del #CorpusBCN.
Però una cèdula reial de Carles III els ho prohibeix. Què ha passat?⤵️#unaHistòriadeBCN pic.twitter.com/f3LnIEm1t8
Se prohibió bailar a los gigantes
La historia se remonta al año 1780. Los Gegants del Pi estaban preparados para salir a bailar en la procesión del Corpus, pero una real cédula, una especie de orden expedida por los soberanos de la Monarquía Española entre los siglos XV y XIX, se lo prohibía. El mandamiento provenía de Carlos III y lo justificaba porque los gigantes eran "poco convenientes a la gravedad y decoro que se requiere". Desde entonces, y durante dieciocho años, los gigantes tuvieron prohibido exhibirse durante el séquito. No fue hasta el año 1798 cuando las figuras pudieron volver a bailar durante el Corpus, cuando Agustí Lancaster, capitán General de Cataluña, levantó la orden de represión.
Este hecho fue uno de los más notables que ha sufrido el Corpus de Barcelona a lo largo de sus más de 700 años de historia.
La cèdula reial prohibia els gegants perquè eren "poco convenientes a la gravedad y decoro que se requiere".
— Barcelona (@barcelona_cat) May 30, 2024
Durant 18 anys (18!) els gegants no van poder ballar al seguici, fins que el 1798 Agustí Lancaster, capità General de Catalunya, va accedir a aixecar l'ordre. pic.twitter.com/EFHUQJMdvZ
El primer Corpus de Barcelona
La primera referencia que se tiene de esta festividad en la ciudad corresponde a un pregón de 1320, donde se especificaba que se haría una procesión. Tres años después, los gremios de Barcelona empezaron a involucrarse en el séquito y se encargaban de gestionar y organizar sus diversos entremeses.
Con los años, el consistorio y los gremios fueron introduciendo diferentes costumbres en la procesión, como La Víbria, que la paseaba el gremio de los herreros; La Mulassa, el gremio de los pelaires, y los gigantes.
El Corpus fuera de las calles
En 1979 el Segundo Concilio Ecuménico del Vaticano, el 21º de la Iglesia católica Romana, mandó que la procesión del Corpus no saliera de las iglesias. El mandato se mantuvo vigente durante trece años, por lo que no fue hasta 1992, coincidiendo con los Juegos Olímpicos, que se devolvió la procesión a las calles gracias a las entidades de cultura popular de Ciutat Vella.