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Barcelona es una ciudad en la que no llueve muy a menudo, y últimamente menos aún. Y cuando lo hace, las tormentas nos dejan algunas imágenes impresionantes. Pero si sumamos las lluvias de las últimas horas a los problemas habituales de algunos transportes y todo esto ocurre una mañana del lunes (cuando mucha gente vuelve a la ciudad después del fin de semana), llega la tormenta perfecta con un atasco monumental en los accesos a la ciudad y múltiples averías en el transporte público .
Para empezar, un accidente en la ronda de Dalt (que ha sido cortada durante hora y media) convirtió los accesos de Barcelona en una jaula para muchos conductores, según informa la ACN. Prácticamente todas las carreteras de entrada y salida de la ciudad han registrado colas kilométricas desde primera hora, también en otras vías importantes del país como la AP7.
Si los conductores se han llevado la peor parte, los usuarios de los transportes públicos tampoco se han quedado atrás. En el metro, la Línea 5 ha sido cortada por un desprendimiento en el techo del túnel durante buena parte de la mañana, sobre todo entre las estaciones de Maragall y la Sagrera. También se han visto afectadas la L1 que ha dejado de funcionar entre las estaciones de Espanya y Universitat. La frecuencia de las líneas del tranvía también se ha visto alterada por otra avería.
El tren, por supuesto, también volvió a fallar y un día más el servicio de Rodalies registró retrasos de unos 20 minutos en las líneas R2 y R2 Nord por una incidencia en un tren en la Llagosta. El R2 Sud también ha sufrido 40 minutos de retraso por una incidencia en el Garraf. Por último, una avería de un tren entre L'Hospitalet y la Estación de Sants también ha provocado retrasos de unos 25 minutos en el R1, R3 y R4. Mal día para llegar puntual al trabajo.