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Entre amantes de la arquitectura, cotillas y estetas, el 48H Open House BCN consigue movilizar a unas 60.000 personas por las calles de la ciudad en busca de descubrimientos arquitectónicos. Cada año, este festival abre las puertas de espacios que no suelen abrirse al público y ofrece la oportunidad única de descubrir el interior de muchos edificios icónicos de Barcelona de la mano de profesionales de la arquitectura. Quien ha ido alguna vez siempre repite, porque ya se sabe que el Open House es el plan otoñal perfecto: primero te infiltras en casa de un desconocido y, luego, a tomar algo.
Este año, el Open House será el fin de semana del 26 y 27 de octubre. La programación incluirá más de 200 espacios visitables distribuidos en 6 ciudades (Barcelona, Badalona, Hospitalet de Llobregat, Sant Joan Despí, Vilassar de Dalt y Sitges), más de 200 actividades y 7 itinerarios que no requerirán inscripción previa. Si el año pasado el festival se centraba en la arquitectura como arte total, esta edición del Open House quiere promover una reflexión sobre lo importante en la arquitectura y el valor que le damos los ciudadanos y usuarios, bajo el lema "¿Cómo quieres vivir?".
En la 15ª edición del Festival de Arquitectura 48h Open House BCN, ¡casi todos los edificios se podrán visitar sin reserva previa! Únicamente tienes que desplazarte, dirigirte a los voluntarios del Open House y disfrutar de tu visita. Para evitar las colas, te recomendamos utilizar el mapa del Open House que mostrará, en tiempo real, a través de la web y las redes sociales del festival, la afluencia de los espacios visitables para conocer en cada momento cuánto tiempo de espera hay e n cada uno de los edificios. Hay de todo: oficinas, edificios con vistas, viviendas y recintos históricos. De estos, 80 espacios son novedades que nunca habían formado parte de la programación del festival, así que incluso los más veteranos tendrán lugares a los que ir para satisfacer su curiosidad. Ah, y nosotros hemos hecho nuestra elección particular.
Y si no sabes qué escoger, el festival ha agrupado a los edificios por temáticas y zonas. Si te interesa la sostenibilidad, la sección Open Green le permitirá entrar en edificios como LCI Barcelona, una escuela de diseño y artes visuales que tiene un edificio sostenible con una cubierta ajardinada para facilitar el aislamiento térmico, o el nuevo edificio de Recerca de la Vall d'Hebron, en Horta, que es una muestra de arquitectura mediterránea y sostenible y que también tiene un jardín en la cubierta.
También puedes optar por visitar edificios que sirven una función social, como Can Colom, una antigua masía clásica de L'Hospitalet, que ha sufrido transformaciones importantes y actualmente acoge el Programa Municipal per la Dona o la Habitatge Cooperatiu Cirerers, en Nou Barris, que cuando se acabe de construir será el edificio de madera más alto del Estado.
El Open House no es solamente un festival de arquitectura: también dedica secciones enteras a espacios que son interesantes por su interiorismo (como la Casa Seat, el restaurante Casa Bonay o el Edificio Planeta) y también espacios que destacan por las vistas panorámicas y singulares que ofrecen. Dentro de esta categoría entran la Torre d'Aigües del Tibidabo, el Arc de Triomf, las Torres Venecianas o la Torre Diagonal (Antic Banco Atlántico).
Además, cada año el festival nos sorprende con nuevas incorporaciones de edificios que, o se abren al público por primera vez, o se pueden visitar en contadas ocasiones. Este año cabe destacar la incorporación de infraestructuras como la Cascada Monumental del Parc de la Ciutadella (que se podrá visitar por dentro) o espacios emblemáticos como el Antic Convent de la Mercè, el Parlament de Catalunya o la Reial Acadèmia de Ciències i Arts de Barcelona.
También se podrá entrar en el interior de la Casa Rius, un edificio modernista que actualmente es un espacio de transformación creativa y, como siempre, el Open House nos brindará la oportunidad de meter la nariz en viviendas privadas, como la vivienda Cortinas, lleno de vigas de madera y una luminosidad especial, o la reforma de una casa en la Calle Jocs Florals, que tenía un reto: generar amplitud en un espacio estrecho, sólo de 3'5 metros de ancho.