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Este edificio de 43 plantas y 154 metros de altura se ha convertido en uno de los elementos más reconocibles del 'skyline' barcelonés. De hecho, la Torre Mapfre es uno de los rascacielos más altos de España y el primero en Cataluña, récord que comparte con su vecina, la torre del Hotel Arts Barcelona. Situada en un punto clave (entre la playa de la Nova Icària y la del Somorrostro), es fácil imaginar las vistas que el edificio nos puede ofrecer de la ciudad: una panorámica del mar y también una vista de pájaro de la Barceloneta, la Villa Olímpica y el Hotel Wela.
Ahora, subir a la torre Mapfre para admirar a Barcelona será una realidad. Pero cuidado: solamente será posible durante un día. Concretamente, durante el 22 de octubre, gracias al 48H Open House BCN, el conocido festival de arquitectura que, año tras año, nos permite curiosear por dentro las casas, oficinas, fábricas y otros espacios de la ciudad por qué no suelen estar abiertos al público.
Escoger qué edificios visitar es muy difícil, y por eso en Time Out nos encargamos de hacer nuestras recomendaciones particulares. Podréis optar por entrar en esta misteriosa casa que estuvo a la venta en Wallapop o pasear por una lujosa finca con un jardín lleno de esculturas de la calle Muntaner. Pero si sois amantes de las alturas, la Torre Mapfre es vuestro 'match' ideal. Se podrá subir a la torre el sábado 22 de octubre, de 10 a 19, en una visita gratuita.
Ahora bien: es necesario hacer una reserva previa en una plataforma que se abrirá el lunes 17 de octubre a las 9 h. La inscripción tiene un coste de 2€ por gastos de gestión, pero la entrada también incluye una invitación por el KBr, el centro de exposiciones de fotografía de la Fundación Mapfre, que actualmente tiene una muestra sobre la fotógrafa Carrie Mae Weems y otra de jóvenes talentos en fotografía.
Los arquitectos voluntarios del Open House te guiarán por este rascacielos diseñado por Iñigo Ortiz y Enrique León, hasta llegar a la azotea, para que contemples la ciudad. Descubrirás cómo fue construido el edificio, que tiene un núcleo central de hormigón armado, un perímetro de pilares retirado del plano de fachada y cristales inclinados para el cierre. En su azotea hay un helipuerto visible únicamente desde el aire, y que es para emergencias.
Tanto la Torre Mapfre como su vecina son rascacielos construidos en 1992, con motivo de los Juegos Olímpicos: su conjunto se completaba con la escultura del Pez de oro de Frank Gehry. Las torres se convirtieron en un símbolo de los cambios urbanísticos que vivió Barcelona con las olimpiadas.