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Este año, el Tast a la Rambla ¡no se celebra en la Rambla! Las obras de la reforma del paseo más emblemático de la ciudad han obligado que el fastuoso –y popular– sarao gourmet se traslade a Plaza Catalunya, del 8 al 11 de junio. Después de hacer una no muy exhaustiva encuesta a tres cocineros, el consenso es que este cambio ha sido todo un acierto: "La disposición circular de la plaza hace que la gente pasee por más sitios, consuma más y se despiste menos", me dicen. La gente pasea y se lo pasa bien que da gusto, en un Tast que por cuestión de espacio no agrupa a los restaurantes por estilos. Y servidor es la primera vez en su vida que ha tenido la sensación que Plaza Catalunya es algo más que un espacio de paso y desangelado, lleno de palomas que se pelean por los chuscos de pan seco. Pasemos revista a seis platos de los 30 restaurantes y 6 pastelerías de primera línea que participan en esta edición.
1. Cavatelli a la Norcina de Cecconi's
Cuándo veo la rueda de Grana Padano de Cecconi's en el Tast, me lanzo en plancha. En ella se marean unos suculentos cavatelli, esa pasta con forma de gusanito, que el excelente restaurante italiano de Soho House ha preparado a la Norcina: con salchicha de Norcia –meca del embutido italiano en el centro del país– y una generosa raspadura de trufa. Un plato generoso, potente y aromático por cinco eurillos de nada. Buenísimo.
2. Pincho de tortilla del Bar Alegría
El maravilloso pincho de tortilla trufado del Bar Alegría estuvo presente en edición del 2019, la del 2022 y en esta repite. Y hay que repetir siempre. Esta tortilla de patatas trufada tiene un equilibrio perfecto entre la melosidad del huevo, la textura suelta de la patata (no demasiado pochada) y la potencia de la trufa, realzada por una generosa aplicación de sal y pimienta. Con cebolla, por supuesto. ¡La tortilla de patatas sin cebolla es de pusilánimes!
3. Canelón del salmón de Nectari
Jordi Esteve, uno de los cocineros más jefazos de Barcelona, le da la vuelta al hastío de la combinación de salmón y aguacate con este canelón: una fina lámina de salmón de Alaska que envuelve un suave y cremoso guacamole. El conjunto está puntuado por esferificaciones de espirulina y caviar de wasabi que aportan contraste ácido y picante al colesterol bueno. Un chutazo de Omega 3 que, más que superalimento, es un superplato.
4. Arroz frito con cerdo a la cantonesa de Casa Xica
Claro que si hay unos cocineros en Barcelona que saben utilizar los condimentos asiáticos, esos son Raquel y Marc de Casa Xica. Mezclan Asia y la remezcla con la idiosincrasia catalana: su versión del arroz cantonés con cerdo va refrescado por un buenísimo kimchi, y masticas grano al punto y crujiente por el 'socarradet' que aporta el final de la cocción en plancha. O sea, China, Corea y el arroz Parellada. Si un valenciano te dice que esto es arroz con cosas, hay que decir que sí: ¡con cosas muy buenas!
5. Mollete de cerdo ibérico de Dos Pebrots
Bocata uno: Dos Pebrots, especialistas en la arqueología "gastromediterránea", han acudido al noroeste murciano para preparar un mollete de rechupete. Tenemos entre manos un bocadillo –con pan de mollete casero– de cerdo ibérico preparado a la orza, es decir, macerado en manteca o aceite con limón y especias y luego frito. (La orza es la vasija en la que maceraba la carne). Y el resultado es un pelotazo de sabor y calidez directo al coco.
6. El bocata de gambas de The Fish & Chips Shop
Y acabamos con una barbaridad deliciosa y de lo más generosa, si tenemos en cuenta que es una tapa de cinco euros. Los amigos de The Fish & Chips Shop, buenos conocedores de la cocina de calle norteamericana, han preparado este tremendo bocadillo de gambas en el que coinciden tres factores: las gambas al ajillo, el 'po boy' –el bocadillo de gambón picante de Nueva Orleans, con marchosa mayonesa– y el bocata de calamares, por lo conceptual. Claro que el maravilloso pan crujiente de Pa de Kilo está por encima de todos esos bocadillos con pan de chicle que se engullen en los alrededores de la Plaza Mayor.
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